Casi 600 trabajadores indocumentados fueron arrestados por agentes federales el 25 de agosto en el pueblito sureño de Laurel, Mississippi, en lo que viene siendo la mayor redada en un lugar de trabajo de toda la historia de EEUU.
Según reportes, fueron detenidos 595 trabajadores en la planta de transformadores Howard Industries que fabrica componentes eléctricos. Casi 100 arrestados fueron liberados poco después por “razones humanitarias”, en su mayor parte madres de familia. A los trabajadores liberados se les aplicaban tobilleras electrónicas y luego fueron dejados en libertad para regresar a sus niños.
Los detenidos provienen de Brasil, El Salvador, Alemania, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Perú. Fueron llevados algunos 470 más a una unidad de detención de la Administración de Inmigración y Aduanas en Jena, Louisiana, y unos nueve menores de edad fueron entregados a la Oficina de Reasentamiento para Refugiados. Comparecieron ocho ante el tribunal federal el día después de la redada para responder cargos criminales de haber presentado números de Seguro Social e documentos de residencia falsos.
Bill Chandler, director ejecutivo de la Alianza por Derechos Inmigrantes de Mississippi (MIRA, por sus siglas en inglés), se reunió con 100 de los trabajadores y sus familias en Laurel poco después de la redada. Llegaron algunos de los trabajadores con tobilleras electrónicas puestas, dijo Chandler en una entrevista telefónica con Nuestro Mundo.
Declaró Chandler que los trabajadores estaban completamente aterrorizados y que sus familias fueron traumatizadas y hasta sus niños que se quedaban abandonados en la escuela con sus maestros.
“Resulta muy irónico que tenemos un departamento de Seguridad de la Patria que supuestamente lucha contra el terrorismo pero que sigue infligiendo terror a las pobres familias de los trabajadores indocumentados”, dijo Chandler.
Según Chandler, fue notable la llegada de los agentes migratorios a Mississippi semanas antes de la redada. Él dijo que una amplia y dispersa red de trabajadores, integrantes de MIRA en todas partes del estado, comenzó a notar la presencia de oficiales federales en hoteles y restaurantes locales de Hattiesburg, a 35 millas de Laurel.
“Algo estaba pasando”, dijo Chandler. “Es por eso que iniciábamos muy rápidamente una campaña ‘Conozcan a sus derechos’ e íbamos de puerta en puerta y nos reunimos con los pequeños negocios latinos y tuvimos reuniones caseras después de la misa para informarles a la gente sobre qué hacer si se encuentran con oficiales migratorios en el trabajo o en la casa”, dijo. “Y el lunes, el día de la redada, recibimos cientos de llamadas de los trabajadores”.
La fábrica Howard Industries es propiedad de una familia adinerada que emplea a unos mil trabajadores y se cuenta entre las mayores productoras de transformadores, dijo Chandler.
“Irrumpieron sin más a la planta y pensaban los trabajadores que se trataba de un tornado u algo así y no una redada”, dijo. “Paralizaron a la planta por completo”.
Chandler nos dijo que los oficiales de inmigración empezaron con segregar a los trabajadores latinos de los demás trabajadores blancos y afronorteamericanos. “Luego comenzaron a interrogar a los trabajadores latinos, y es verdad que a algunos trabajadores blancos, no todos, se les ocurrió aplaudir cuando fueron detenidos los trabajadores indocumentados”. Algunos 150 trabajadores detenidos fueron obligados a quedarse en la fábrica toda la noche, dijo Chandler.
“Por lo que sabemos, hasta el momento no se le han formulado cargos a nadie de nada”, dijo Chandler de los cientos de trabajadores llevados al centro de detención de Jena. “Esa es la pregunta más grande”, dijo Chandler, cuyo grupo tiene un equipo legal investigando al asunto. “Sospechamos que a los trabajadores detenidos se les están amenazando a que firmen documentos que no deben firmar”, dijo Chandler. “Y todavía hacen falta más abogados migratorios pro bono que vengan a ayudarnos”.
La unión laboral en la fábrica es la Hermandad Internacional de Trabajadores Eléctricos (IBEW, por sus siglas en ingles), pero su representante local no respondió a las repetidas llamadas de este reportero buscando comentarios.
Chandler, originario de Los Ángeles, dijo que él tiene 50 años como activista sindical y que comenzó su trabajo de activista en los años 1960 con César Chávez en el movimiento de los trabajadores agrícolas. Dijo Chandler que el local de la IBEW en Laurel y en todo el estado puede haber sido un poco lento en cuestiones de organizar a los trabajadores latinos en el Sur, y que también puede ser la verdad que alguna gente del sindicato pudieron haber sido los que alertaron a oficiales migratorios sobre la presencia de trabajadores indocumentados que laboraban en la planta. Dijo Chandler que pueden existir tensiones entre varios integrantes de la IBEW y del sindicato local que pueden estar en desacuerdo sobre los derechos de los trabajadores indocumentados, y que no ayuda en nada cuando tratan los medios de confeccionar retórica divisiva antiinmigrante en sus noticias. Mississippi es un tal llamado estado “derecho de trabajar” con leyes que efectivamente obstaculizan los derechos sindicales.
“Una de los cuestiones más grandes en el seno del movimiento laboral es la de la lucha contra el racismo y contra la supremacía blanca”, dijo Chandler. “Y organizar a los trabajadores en el Extremo Sur tiene mala reputación.” Pero, “Quiero estar claro que la directiva del movimiento sindical está haciendo grandes esfuerzos por luchar contra el racismo entre su membresía, especialmente trabajando por la elección de Barack Obama como presidente”, dijo Chandler, “Pero hay secciones todavía implacables en cuestiones de inmigración”.
MIRA fue fundada en 2000 como campaña organizadora entre los trabajadores de los casinos, explicó Chandler, y luego se transformó en grupo de abogacía por las familias inmigrantes a cuyos niños se les negaba la entrada a las escuelas locales por falta de papeles. La mesa directiva actual de MIRA incluye oficiales estatales, religiosos, sindicales y líderes comunitarios.
“Tenemos en la mayor parte de la mesa directiva de MIRA una larga historia de colaboración en cuestiones de derechos de los trabajadores”, dijo Chandler. “Nuestra misión es la de reconectar a la lucha por los derechos de los inmigrantes y de la comunidad latina en general al más amplio movimiento por la justicia social, especialmente en las comunidades afronorteamericanas”.
“Tenemos que trabajar todos mucho muy fuerte para asegurar que se elija a Obama en noviembre y para eligir a más demócratas en el Congreso”, dijo. “Si tenemos a más demócratas en el poder, será más fácil promover una agenda más progresista y más popular”, añadió. “Es muy importante luchar primero por un campo de lucha más favorable, y luego tenemos que exigir cuentas a los oficiales elegidos y hacerlos responsables en cuestiones de inmigración y otras cuestiones progresistas”, dijo. “Tenemos que mantenernos vigilantes y platicar con nuestros oficiales elegidos, dialogar con ellos para avanzar en cuestiones de reforma migratoria y derechos laborales”, dijo Chandler.
La redada reciente en Laurel viene luego de acciones similares en un matadero en Postville, Iowa el mayo pasado cuando fueron arrestados casi 400 trabajadores. En diciembre de 2006 fueron detenidos 1.297 trabajadores en los mataderos Swift en Nebraska y cinco estados más. Sigue aumentándose el ritmo de redadas en lugares de trabajo y más de 4.000 personas por toda la nación han sido arrestadas desde octubre del año pasado hasta la fecha.
Los ataques recientes contra los trabajadores indocumentados que suman a 12 millones de personas según figuras estimadas recientes en todas partes del país, se debe en gran parte al afán del presidente Bush y del Partido Republicano por endurecer acciones migratorias y leyes que muchos creen que ya están quebradas y que necesitan una reforma inmediata. Mientras el Congreso no ha aprobado ninguna nueva medida migratoria, siguen protestando millones de trabajadores inmigrantes y sus aliados en los últimos años contra un sistema migratorio disfuncional, exigiendo un cambio ahora.
plozano @pww.org
Arrestan 600 indocumentados en una fábrica