Arrestan estudiantes apoyando trabajadores

Diecisiete estudiantes de la Universidad de Virginia fueron arrestado en el campus de Charlottesville el 15 de abril por ocupar a la oficinas del presidente de la universidad por cuatro días. Los estudiantes demandaron que la universidad acepte su “responsabilidad moral” y se comprometa a pagar buenos salarios a sus trabajadores.

Seth Croft, estudiante de tercer año en literatura inglesa, fue arrestado. El joven de 21 años nos dijo en una entrevista telefónica, “Tratamos todo lo que posible para trabajar con la administración [universitaria]. Nos dimos cuenta que tuvimos que aumentar [lo que hacemos] para que ellos escuchen nuestras voces”.

Croft dijo que sus padres entienden su decisión de ocupar las oficinas y que su madre, inspirada por sus acciones, se unió a las protestas durante su arresto. Croft agregó que los estudiantes y la campaña por un salario justo fueron inspirado por el ejemplo de Martín Luther King y las protestas y ocupaciones no violentas por la integración racial en la universidad que tomaron lugar hace 40 años. La campaña por un salario justo en la Universidad de Virginia empezó el 1998.

Otros estudiantes crearon una ciudad con casas de campaña en la grama al lado del Salón Madison, donde está situada la oficina del presidente universitario, en solidaridad con la ocupación. Una vez hasta formaron una cadena humana rodeando el edificio mientras cantaban y voceaban.

Desde los arrestos, manifestaciones y vigilias envolviendo a los estudiantes, trabajadores universitarios, dirigentes sindicales, profesores y líderes de la comunidad han tomado lugar sin cesar.

Las luchas por mejores salarios para trabajadores de limpieza, cafetería y otros en las universidades están tomando lugar a través del país, incluyendo en Harvard, Universidad de Tejas y la Universidad Stanford. El año pasado en la Universidad Georgetown una huelga de hambre de nueve días encabezado por estudiantes logró que los oficiales universitarios se pongan de acuerdo de subir los salarios de $11,33 hasta $14 la hora.

Aunque el mes pasado la universidad alzó su salario inicial de $8,88 la hora hasta $9,37, el aumento es solos para los trabajadores que son empleados directos de la universidad. La mayoría de los trabajadores universitarios como los que trabajan en la cocina, jardinería y limpiadores, la mayoría mujeres y de grupos minoritarios, son contratados por compañías de afuera que pagan tan poco como $5,15 la hora, el salario mínimo en Virginia. Eso no es suficiente para soportar una familia, dicen los trabajadores y los estudiantes.

Carmen Comsti, de 21 año, estudiante de cuarto años en estudios americanos y antropoligía, también fue arrestada. “Mi familia es una familia de clase trabajadora y yo sé lo qué es tener que lidiar con esto para vivir”, ella le dijo a Nuestro Mundo. “Queremos asegurarnos que todo el mundo entiende que no es solo los argumentos legales o económico que deben estar claro, sino que, y esto es muy importante, es una cuestión moral y ética también”.

Los estudiantes, junto con los que apoyan de los sindicatos y comunidad, están demandando que los nuevo contratados en la universidad se le pague por lo menos $10,72 la hora.

Todd Rosenbaum, estudiante de cuarto año en filosofía y organizador de la campaña, dijo, “Nadie debe trabajar 40 horas y no poder darle de comer a su familia”, él dijo. “Porque la administración nos ha ignorado en el pasado, la ocupación fue diseñada para atraer un discurso con ellos. La administración lo ha hecho difícil para que los trabajadores puedan hablar”.

Ben Van Dyne, de 23 años, dijo, “Esto es el empezar de una nueva etapa. Hay gente de consciencia que hablarán claro y dirán basta ya”.

Jan Cornell, que encabeza el sindicato del personal en el campus, dijo, “Vamos a seguir hasta que [el presidente de la universidad, John] Casteen le paguen $10,72 la hora a los trabajadores”.

El sindicato ha estado trabajando con la campaña desde el principio, representando a los trabajadores desde el 2002, pero todavía no es reconocido por la universidad. Cornell tildó al presidente de la universidad como un “cobarde”.