Como cuando durante las primarias del Partido Demócrata estadounidense que se celebraron en Puerto Rico el año pasado, el proceso de nombramiento del secretario de Justicia para el gabinete del nuevo presidente Barack Obama está subrayando la situación colonial de este país caribeño.
A Eric Holder, candidato del presidente electo Obama para fiscal general, lo están criticando la derecha y republicanos, empezando por Karl Rove, por su papel en las clemencias otorgadas por el presidente Bill Clinton a un grupo de independentistas puertorriqueños en el 1999. Holder era subsecretario de Justicia en el gobierno de Clinton. La clemencia cubrió a 16 presos políticos puertorriqueños (12 de las Fuerzas Armadas de Liberació Nacional y cuatro del Ejército Popular Boricua – Los Macheteros), de los cuales 11 salieron de inmediato de las cárceles. Tres de los presos políticos todavía permanecen encarcelados. Ningunos de estos reos fueron declarado culpable de causar ningún daño a otra persona.
Se reporta que el entonces concejal de la ciudad de Nueva York, José Rivera le dio información sobre los presos políticos a Hillary Clinton y le pidió que le pida al presidente que le otorgue clemencia. Holder tomó la información, la revisó, y se reunió con los congresistas neoyorquinos Nydia Velásquez y José Serrano además de Luis Gutiérrez de Illinois. Estos tres demócratas son puertorriqueños.
Se piensa que la liberación de los puertorriqueños encarcelados fue con el motivo de buscar apoyo entre los puertorriqueños de Nueva York para Hillary Clinton que ya pensaba en postularse para el Senado. Una mayoría de los puertorriqueños en ambos Estados Unidos y Puerto Rico de todas las tendencias políticas excepto por los más derechistas apoyaba la excarcelación de los presos políticos. Analizando las sentencias los puertorriqueños decían que si no fuera por el motivo político de lo que hicieron, estos presos no pasarían tanto tiempo en prisión.
Sin mencionar las razones políticas, el gobierno de Clinton dio las mismas razones, que la sentencias más largas que comúnmente. En esa época el promedio de sentencias por asesinato era de poco más de 22 años. Los presos boricuas tenían sentencias de entre 35 a 90 años. Los puertorriqueños habían ya pasado 19 años en cárcel.
A pesar de que el senador por Pennsylvania y líder de la minoría republicana, Arlen Spector, dijo que iba a cuestionar el papel de Holder en la clemencia otorgada por Clinton, otros republicanos, inclusive Orrin Hatch que fue uno de los críticos más severos de la clemencia presidencial, han dicho que apoyaría a Holder.
El senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy, que es presidente de la Comisión Judicial del Senado cuya tarea es recomendar o no la aceptar la nominación de Holder, dijo que apoyaría al nombrado por Obama totalmente.
En El Nuevo Día, diario de Puerto Rico, Eduardo Villanueva Muñoz, presidente del Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico, criticó los ataques republicanos en contra de Holder. “A todos los prisioneros a los que se les otorgaron condiciones para salir en libertad bajo palabra, se les determinó que cumplieron con las condiciones impuestas en una manera tan eficiente que les fueron eliminadas”.
Leahy dijo que los presos políticos puertorriqueños eran “personas que no mataron a nadie”. El senador Leahy también notó el respaldo a la liberación de los presos de diferente sectores. La excarcelación “tuvo el apoyo de muchos miembros del Congreso, líderes religiosos, organizaciones latinas, el ex presidente Jimmy Carter y Coretta Scott King”.
El apoyo en Puerto Rico era aun más diverso y amplio.
Hoy todavía existen varios presos políticos puertorriqueños. Los que fueron liberados por Clinton siguen comprometidos con la lucha por la independencia de Puerto Rico y son honrado en su patria. Viven sus vidas sin violencia.
Atacan a nominado de Obama por papel en liberar presos politicos