Bibliotecarios rechazan plan de envolverlos en actividad contra Cuba

WASHINGTON – Entre los 75 disidentes convictos por traición en Cuba están los tal llamados ‘bibliotecarios independientes’. La administración Bush y los cubanos de Miami protestaron los arrestos.

Pero Ann Sparanese, una bibliotecaria de la biblioteca pública de Englewood, Nueva Jersey, que está activa en la Asociación Norteamericana de Bibliotecas (ANB), es una de varios miembros de la ANB que investigó estos ‘bibliotecarios independientes’. ‘No son bibliotecarios en absoluto’, ella le dijo a Nuestro Mundo en una entrevista telefónica. ‘Ellos están en la nómina del gobierno de Estados Unidos, el país más grande, más poderoso, y más rico del mundo, que está tratando de comprar los disidentes en Cuba’.

Cuba, dijo ella, tiene el derecho de defenderse ‘igual que Estados Unidos. EEUU tiene leyes que hace un crimen servir como un agente pagado de una potencia extranjero. Cuba tiene el mismo derecho de promulgar leyes que hace ilegal la subversión extranjera de su proceso político’.

Sparanese escribió un reporte sobre las ‘bibliotecas independientes’ y un grupo en EEUU llamado ‘Amigos de Bibliotecas Cubanas’ (ABC), encabezadas por el cubano emigrado Robert Kent, un empleado de la Biblioteca de la Ciudad de Nueva York. Kent es un emigrado que se jacta de haber organizado una red de ‘bibliotecas’ y que ha visitado a Cuba muchas veces entregando dinero y literatura antigubernamental, hasta que fue deportado en el 1999. Desde julio del 2000, Kent se dirigió a la ANB exigiendo que denuncie la ‘represión’ cubana y que provean apoyo financiero y político para la red de ‘bibliotecas’ en Cuba.

Gracias al trabajo de Sparanese y otras personas, la ANB convocó una audiencia sobre la exigencias de Kent para el 13 de enero del 2001. Después de escuchar el testimonio de Sparanese y Rhonda L. Neugebauer, una bibliotecaria de la Universidad de California, la ANB rechazó los reclamos de Kent.

El reporte de Sparanese señala que Cubanet, financiada por la National Endowment for Democracy, la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional , y donantes anónimos, se la jacta abiertamente de su ‘proyecto de bibliotecas independiente’ en Cuba, encabezados por líderes y oficiales de partidos políticos disidentes cuyo fin es derrocar al gobierno cubano. Ella concluyó su reporte diciendo, ‘Si la ANB toma cualquier acción sobre Cuba, debe ser exigir el fin del bloqueo y la política hostil hacia Cuba, que causa daño a los derechos democráticos, incluyendo la libertad de expresión, de ambos pueblos, el cubano y el estadounidense’.

Ella también dijo que la ANB quiere mejorar las relaciones con bibliotecarios verdaderos de Cuba y que han invitado a una delegación de la asociación de bibliotecas cubanas asistir a la convención anual de la ANB este junio en Toronto, Canadá. ‘Tendremos una discusión en panel y todo tipo de actividades’.

Neugebauer, una bibliógrafa en Estudios Latinoamericanos en el campus de Riverside, y Larry Oberg, un bibliotecario de la Universidad de Willamette en Oregon, fueron a Cuba en julio del 2000 para estudiar el sistema de 400 bibliotecas públicas y 6.000 bibliotecas escolares. Hoy en día, Cuba cuenta con un nivel de alfabetización de 97 por ciento, el nivel más alto del hemisferio occidental. Antes de la revolución socialista del 1959, ellos notaron, una mayoría de cubanos eran analfabetos y habían solo 32 bibliotecas públicas en todo el país.

Neugebauer y Oberg visitaron a más de una docena de ‘bibliotecas independientes’ en varias ciudades, incluyendo La Habana y Santiago. Al volver a EEUU, ellos hicieron un reporte titulado ‘Pago por Servicios Prestados: La Disidencia Financiada por EEUU y el ‘Proyecto de Bibliotecas Independientes’.

Entrevistando a los dueños de estas ‘bibliotecas’, ellos descubrieron que estas ‘eran sitios bien escogidos de entrega y de contacto para el personal de la Sección de Intereses de EEUU... los ‘bibliotecarios independientes’ ... [nos] dijo que ... ellos recibían visitas regulares del personal de la Sección de Intereses de EEUU, quienes dejaban paquetes mensual, junto con dinero’.

El reporte continúa, ‘Como era la primera vez que había una mención de dinero teniendo que haber con su trabajo, yo pregunté ¿para qué es el dinero? ‘Es pago por servicios prestados’, contestó el bibliotecario. ‘Estas bibliotecas ayudan a la oposición en Cuba y nuestro liderazgo en Miami. Ellos nos dicen qué hacer. Ellos reciben nuestros informes y noticias. Nos dan dinero para hacer lo que hacemos aquí, ser disidentes y fomentar la oposición al gobierno cubano’.

Por coincidencia, dice el reporte, ‘llegamos a una ‘biblioteca’ cuando se estaba haciendo una reunión de ‘bibliotecarios independientes’, ‘maestros independientes’, ‘sindicalistas independientes’, y algún tipo de organización ‘religiosa independiente’‘.

Los 10 disidentes ‘nos describieron la conexiones de su trabajo contra el gobierno cubano usando una variedad de tapaderas que llaman ‘independiente’. Sin embargo, la mayor parte de su reunión no aparecía que tenía que ver con servicios bibliotecarios o colecciones de materiales’.