Los republicanos pueden perder hasta 11 escaños en el Senado y hasta 30 en la Cámara de Representantes debido a la creciente ira en contra de la política de guerra sin fin y la crisis económica en noviembre.
John Mark Gilhousen, coordinador para el estado de Oregon para los Demócratas Progresistas, dice que el movimiento sindical y las organizaciones que abogan por la paz y justicia está unidas en la necesidad de derrocar al actual senador republicano Gordon Smith y elegir en su lugar al demócrata Jeff Merkley, presidente de la cámara baja del estado.
“Yo creo que estamos en una encrucijada”, dijo Gilhousen. Él dijo que el daño de los últimos siete años bajo gobierno republicano han puesto al frente temas “a las cuales nos tenemos que dirigir – el medio ambiente, política energética, falta de seguro de salud... Estamos luchando sobre estas cuestiones localmente pero también ameritan un fuerte presidente progresista y un Congreso que lo apoye”.
Hay 35 escaños del Senado en contienda de los cuales 23 están en manos de los republicanos y 12 en las de los demócratas. Cinco senadores republicanos se están jubilando: Wayne Allard de Colorado, Larry Craig de Idaho, Chuck Hagel de Nebraska, Pete Domenici de Nuevo Méjico y John Warner de Virginia.
Algunos estados son clave y los republicanos pueden perder sus escaños.
El senador Ted Stevens de Alaska está bajo acusaciones de vender sus votos a intereses petroleros. El alcalde de Anchorage, Mark Begich, se postula en su contra.
Al Franken está peleando en contra del republicano Norm Coleman en Minnesota. Las encuestas muestran que en Mississippi la contienda entre el ex gobernador demócrata Ronnie Musgrove y el republicano Roger Wicker para el escaño dejado por el republicano Trent Lott está empatado. En Maine el congresista demócrata Tom Allen está retando a la actual senadora republicana Susan Collins.
En el estado vecina de New Hampshire, la ex gobernadora Jeanne Shahee puede sacar al republicano John Sununu. En Nuevo México, el demócrata Tom Udall tiene la delantera en las encuestas para ganar el escaño dejado por Domenici. Su primo, Mark Udall está haciéndole la batalla a los republicanos por el escaño dejado por Allard en Colorado. En Virginia, el ex gobernador Mark Warner se espera que tome el escaño que era de John Warner. En Nebraska, el demócrata está fuerte en su campaña por el escaño de Hagel. En Carolina del Norte la demócrata Kay Hagan le está haciendo la batalla a la actual senadora republicana Elizabeth Dole. Y en Tejas el republicano John Cornyn se enfrenta a una lucha fuerte del ex legislador estatal demócrata y ex veterano de Afganistán, Rick Noriega.
Gilhouse subrayó que Oregon tiene una reputación por elegir a republicanos progresistas como el senador Mark Hatfield, oponente de la guerra en Vietnam. “Gordon Smith está tratando de hacerse pasar como Hatfield. Él posa como un moderado, después va a Washington y vota 90 por ciento de las veces con la agenda de Bush”.
Smith votó en favor de la guerra en Irak. Hasta votó en contra ropa de protección para los soldados. La AFL-CIO lo critica fuerte por votar en favor de revocar el salario mínimo. Smith también votó en favor de las tácticas obstruccionistas para no permitir un voto sobre el proyecto Libertad para Escoger para Empleados.
A diferencia a él, Merkley tiene un historial pro obrero, pro medio ambiente, dijo Gilhousen. “Espero que sea estrecho el voto en estas elecciones”, él dijo. “Smith tiene una gran cantidad de dinero para la campaña, principalmente de las compañías de seguro, los grandes farmacéuticos, y las petroleras”.
Sin embargo, Merkley, que se crió en un pequeño pueblo con obreros de aserraderos, está dándole una batalla fuerte por el escaño. “Jeff terminó una gira de 100 municipios llevando un fuerte mensaje progresista a ambos grandes ciudades y pueblos pequeños”, dijo Gilhousen. “Yo he apoyado a Jeff desde el primer día porque él puede romper con la división rural/urbana en Oregon”.
En Virgina, el coordinador estatal de los Demócratas Progresistas, Howard Jennings, dice que el demócrata Mark Warner es “el favorito a ganar” en contra del ex gobernador republicano John Gilmore que “dejó un déficit de $6 mil millones en Virginia”.
Warner, que heredó el déficit cuando ganó la gobernación del estado, tuvo “un muy efectivo enfoque bipartidista”, dijo Jennings. Durante su mandato, por ejemplo, Virginia fue reconocido como “el mejor estado en el cual puede hacer un niño por las oportunidades educativas”.
Los Demócratas Progresistas también están tratando de elegir a Gerry Connolly para reemplazar al republicano Tom Davis que se está jubilando de su escaño en la Cámara de Representantes por el Condado de Fairfax. “Con un fuerte esfuerzo para movilizar a los votantes e inscribir a nuevos votantes, esperamos tomar ese escaño”, él dijo. Los Demócratas Progresistas también buscan elegir a Bill Day en el primer distrito de Virginia al Congreso, Andrea Miller en el cuarto, y Sam Raul en el sexto. Todos están en manos de los republicanos.
“Será una pelea para nosotros pero la importancia estratégica de nuestros candidatos crea ánimo y aumenta el número de demócratas que saldrán sa votar por Barack Obama y Warner”, continuó Jennings. Esta fue la estrategia que le dio la victoria al demócrata Jim Webb en la contienda por el Senado en el 2006, dijo.l “Esto fue contrario a la estrategia demócrata de postular candidatos solo donde en distritos donde se ‘podía ganar’. Fue una estrategia horrible porque salieron menos votantes a las urnas y no habían nadie retando a los republicanos en la mayoría del estado”. La estrategia de los Demócratas Progresistas cabe bien en la “estrategia de 50 estados” de Obama en la que se cede nada a los republicanos sin una pelea, él dijo.
Buscan aumentar presencia demócrata en el Congreso