LAWRENCE, Massachusetts – Camilo Mejía, un ex sargento del Ejército estadounidense que fue condenado a un año en cárcel por negarse regresar a Irak, le pidió a los jóvenes que aprendieran la verdad y no simplemente que escuchen a los reclutadores militares antes de decidir alistarse. “Antes de que ingreses a las Fuerzas Armadas visita un hospital militar” para ver los resultados de la guerra, él le dijo a unos 80 estudiantes de escuela superior que se encontraban entre los 100 que vinieron a oírlo el 7 de diciembre en la Biblioteca Pública de Lawrence. Otros 50 lo escucharon hablar en la iglesia Metodista Unida de Lawrence.
Mejía acusó que reclutadores militares están prometiendo dinero gratis para la educación, entrenamiento de empleo, y que probablemente no verán combate como incentivos para que se alisten, especialmente ahora que el nivel de reclutas es bajo debido a la guerra en Irak.
Él dijo que le ofrecieron pagar la matrícula universitaria en cambio a “dos semanas al año y un fin de semana cada mes” en la Guardia Nacional de Florida. Mejía dijo que él le creyó al reclutador cuando le dijo que la Guardia Nacional solo se usaría para hacer trabajo de rescate durante desastres naturales y no enviado para hacer guerra. “En Florida tenemos muchos huracanes”, él agregó. La unidad de la Guardia Nacional al cual pertenecía Mejía fue enviado a pelear en Irak.
Mejía dijo que las víctimas principales era los civiles notando que mientras era “triste” que más de 2 mil soldados estadounidenses habían muertos, 100 mil iraquíes también han muerto. Mejía acusó que “comandantes están instigando combate para recibir ascenso de grado. Mi unidad sola mató a 33 personas. Solo tres tenían armas”.
Él dijo que su decisión de no regresar después que estuvo en EEUU con licencia “probablemente fue la decisión más difícil” que ha tomado y que “tenía mucho miedo” no regresar. Él acusó a las FFAA de no cumplir con sus propias reglas para otorgar condición de Objetor por Consciencia porque si no, hubieran una inundación de solicitudes.
Mejía dijo que hay una “resistencia silenciosa” contra la guerra entre los soldados. “Cuando yo me fui sin permiso, no había ningún otro soldado ausente sin permiso. Poco después habían 22. Cuando salí [de la cárcel] habían 5.500 – hoy más de 6.000”.
Cuando se le preguntó sobre su año de cárcel, Mejía dijo que era mejor que matar o ser matado en Irak. “Yo me sentí libre porque yo estaba libre de hacer lo que me dijo mi consciencia”.
Fernando Brea, miembro del sindicato UNITE-HERE y delegado al Concilio Central del Trabajo del Valle del Merrimack, le dijo a los estudiantes que deben ver la película “Fahrenheit 9/11”, documental de Michael Moore que cuestiona el uso del atentado terrorista del 11 de septiembre 2001 por la administración Bush como razón por la guerra. Una estudiante que está en el programa militar en la escuela superior se opuso diciendo que la película era “mentiras”. Cuando este periodista le preguntó que parte de la película era falsa, ella dijo no saber y admitió que su sargento le había dicho que era mentira.
Aunque varios estudiantes dijeron que vinieron porque estaban interesados en alistarse pero que ahora lo tenían que pensar. Otros estuvieron de acuerdo con Mejía.
Devin Fernández dijo que fue impresionada con Mejía y que “más gente deben de ser como él”.
Charyse Caratini estaba de acuerdo con Fernández y dijo, “Todo lo que te dicen es una mentira para que te aliste”. Su amiga, Karen Benitez agregó, “Él dice la verdad. La guerra es por el petróleo”.
Varios padres estuvieron presente y contentos que un joven como Mejía le hablara a los estudiantes. Uno de estos, José Balbuena, dijo que se sentía orgulloso de que era un latino él que trajera este mensaje de paz y resistencia. Otra, Martina Cruz, recién electa al Comité Escolar de la ciudad sobre un programa que incluía oposición al uso de las escuelas para reclutar, dijo, “Necesitamos más información de esta índole para que nuestra juventud conozcan la realidad”. Balbuena y Cruz trabajaron para ayudar organizar la actividad.
Camilo Mejía habla con estudiantes