Con la muertes recién de destacados dirigente revolucionarios latinoamericanos como lo fueron Schafik Jorge Handal, dirigente del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en El Salvador, y Pedro Ortega Díaz, presidente del Partido Comunista de Venezuela, también se recuerda al sacerdote colombiano Camilo Torres Restrepo en el 40 aniversario de su muerte en su primer combate como integrante del Ejército de Liberación Nacional colombiano.

Camilo Torres vino de una familia burguesa liberal. Todavía estudiante Torres fue atraído a las cuestiones de justicia social como cristiano y fue uno de los fundadores del Equipo Colombiano de Investigaciones Socioeconómicas. Después de hacerse sacerdote católico siguió con sus estudios universitarios, graduándose como sociólogo en Bélgica.

El cura izquierdista vuelve a Colombia y es contratado como capellán y profesor de sociología en la Universidad Nacional en el 1959.

Las reformas liberales del Concilio Vaticano II del 1962 hasta el 1965 no fueron de agrado en todos los sectores de la iglesia católico y Camilo Torres, que trató de imponer las decisiones modernas del Vaticano II, fue destituido de su puesto en la Universidad Nacional por el cardenal con el quien tenía problemas desde 1961. La jerarquía de la iglesia católica colombiana sigue ejerciéndole presión y Torres renuncia como sacerdote en el 1965.

Ese mismo año forma el Frente Unido, grupo lucha por una verdadera reforma agraria donde las tierras son de quienes la trabajan, viviendas urbanas para los trabajadores y los pobres, impuestos contra los ricos y no los pobres, nacionalización de los bancos, medios de comunicación electrónico, seguros, hospitales, transporte y recursos naturales. También se busca una política extranjera de igualdad entre pueblos, seguridad social, salud pública y la plena igualdad para la mujer.

Convencido de que estas reformas democráticas no se pueden conseguir pacíficamente, Torres ingresa en el ELN. Otros sacerdotes hacen lo mismo.