Mientras más se acerca la fecha límite del 2 de agosto para aumentar el límite de la deuda, los Republicanos ya parecen dispuestos a causar estragos masivos para EEUU, todo por la oportunidad de tumbarle al presidente Obama.

Si el Congreso no aumenta la cantidad de dinero disponible que el país pueda sacar prestado, Estados Unidos pueda faltar en sus deudas, enviando olas de choque contra una recuperación económica ya triste. Se pudieran aumentar las tazas de intereses que paga el país en sus deudas, costándole al país aun más dinero.

La última estratagema por parte del líder republicano de la mayoría en la Cámara Baja, Eric Cantor y otros líderes republicanos es la de empujar extensiones a corto plazo a la fecha límite. Es evidentemente un esfuerzo por desviar la mala prensa que están recibiendo por su actitud imprudente, mientras tratan de mantener hirviendo la ola por las alturas de la campaña presidencial.

El presidente Obama, claramente frustrado, dice que no habrá extensiones a corto plazo.

Sería algo terrible para la economía, y lo cierto es que la tarea de resolver la cuestión del déficit no será más fácil en el año que viene, en plena campaña presidencial, dice él.

Si no podemos hacerlo ahora, tampoco vamos a poder hacerlo para el año que viene, dice.

"Este proceso solo sirve para reconfirmar lo que el pueblo norteamericano ve como lo peor de Washington," dijo el presidente. "A todos les interesa más tomar posturas y posiciones políticas y proteger su base que resolver problemas".

Dijo él que podemos lograr muchos ahorros "si se transforma el espíritu, del por qué no podemos hacer las cosas," al por qué sí las podemos hacer."

"He mostrado una enorme voluntad para el compromiso y por eso he recibido fuertes críticas," dijo, en una referencia a la amplia oposición provocada por discusiones de recortes al Seguro Social. Agregó que "Mi responsabilidad es al pueblo norteamericano y llega un punto en donde tengo que decir 'Basta.'"

"No podemos cargar todo el peso," dijo el Presidente, argumentando que los Republicanos tienen que ceder en el lado de ingresos gubernamentales al igual que los Demócratas que están dispuestos a hacerlo en los recortes de gastos.

"No me pongan a la prueba," dijo el presidente. "No tengo miedo de vetar, y lo llevaré al pueblo norteamericano".

"He llegado a mi límite. Esto pueda tumbar mi presidencia, pero no voy a ceder en esto," dijo Obama según reportes mediáticos.

Dicen analistas que los Republicanos quieren obligarle al gobierno a faltar para así provocar la caos en la economía por poder recapturar la Casa Blanca en 2012.

El ex periodista de la Prensa Asociada, Robert Parry comparó las maniobras del Partido Republicano / tea party a las esquemas de desestabilización utilizados por la CIA a derrocar a gobiernos democráticos, como por ejemplo, lo que pasó en Chile en los años 1970.

Dijo Parry que los Republicanos quieren "hacer a EEUU tan ingobernable que puedan, utilizando casi cualquier medida disponible desde el desafiar la legitimidad de sus opositores hasta difundir mentiras y desinformación para sabotear a la economía".

Dijo que los Republicanos ya están organizados y armados con una potente máquina propagandística y poseen una voluntad política extraordinaria para ir hasta empujar "la economía de EEUU al abismo y luego culparle a Obama por el catástrofe" como quizá "su mejor esperanza de ganar" en 2012.

Foto: Favorito del tea party, el congresista Eric Cantor. House Republican Conference // CC 2.0