CHICAGO – Más de 10 mil chicagonenses se amontonaron en la Plaza Daley Center el 16 de marzo en la manifestación de paz más grande desde la guerra de Vietnam, para exigir que la administración de George Bush permita que los inspectores de armas de la ONU completen la obra de desarmar a Iraq en lugar de recurrir a la guerra.
“Mejor sería un proceso de desarme que sea demasiado lento que una prisa para ir a la guerra” dijo Henry Bayer, director del Consejo 31 de AFCSME (Federación Norteamericano de Empleados de Estados, Condados y Municipios). El Consejo 31 fue parte de una agrupación de organizaciones que inició el evento junto con organizaciones religiosa, estudiantiles y soleado, los niños jugaban en la famosa escultura de Picasso y lo pintaban con consignas escritas con gis que hubiera orgulloso al famoso artista.
El reverendo Calvin Morris, director ejecutivo de la Sociedad Renovadora de la Comunidad y co-presidente del mitin, provocó aplausos cuando dijo “El pueblo tiene el derecho de no coincidir con el gobierno y de protestar. Nosotros que creemos en la libertad no podemos descansar. Los que expresaban sus inquietudes antes de la guerra deben seguirlas expresando.”
La administración no ha podido convencer a muchos de nosotros y la mayoría de la gente del mundo que sus políticas sean correctas” dijo Morris a Nuestro Mundo. “Existen consecuentes que no se saben ni se pueden prescindir de la política bélica del presidente Bush de ir a una guerra unilateral.”
Marylin Katz, co-presidente del mitin con Morris, le recordó a los manifestantes que Chicago fue una de las más de 150 ciudades que aprobaron resoluciones en contra de un ataque preventivo a Irak. “Tal vez el Congreso ha perdido su voz, pero nosotros no” dijo Katz. En una entrevista que Katz concedió a Nuestro Mundo el día siguiente, Katz quien es presidente de Chicagoenses en Contra de la Guerra con Irak (CAWI por sus siglas en inglés) “La decisión de Bush de lanzarnos a una guerra con Irak ha venido sin el consentimiento del pueblo norteamericano y es un reto a la opinión de los mayores líderes de la paz y la diplomacia, para la protección de los derechos civiles y la justicia aquí, y para asegurar que en la próxima elección, se restaura la democracia en los Estados Unidos” expresando así los sentimientos de muchas personas que asistieron a la marcha.
William Lucy, secretario tesorero internacional de AFSCME, quien vino desde Washington para participar, se burló de los “intento ineptos” por parte de Bush de fomentar una coalición de países sobornados. “Nosotros no tenemos ninguna obligación de apoyar a una guerra injusta.”
Tom Balanoff, vice presidente internacional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicos (SEIU) dijo que el mitin del domingo fue un ejercicio en unidad basado en la consigna “No a la guerra.” “En lugar de tener una guerra en contra de Irak, debemos tener una guerra en contra de la pobreza, a favor de cuidado de salud y para salarios justos para todo.” Balanoff, ademas de otros oradores en el evento, ataco a Bush por haber minado “nuestros derechos fundamentales, nuestras libertades civiles – esta es la amenaza de a la seguridad nacional.”
El reverendo Ira Arcee de la Conferencia de Reverendos Bautistas del lado occidental, denunció a “una guerra incorrecta, en la coyuntura incorrecta, por motivos incorrectos.” En lugar de decir ‘que Dios bendiga a Estados Unidos’, debemos decir ‘que Dios perdone a Estados Unidos’” dijo.
Tim Leahy, Secretario-Tesorero de la Federación del Trabajo de Chicago, otro de una docena de dirigentes laborales que tomaron la palabra, dijo, “Nuestro pleito no es con los hombres y mujeres en uniforme, sino con la administración de Bush. Hoy son soldados en un país lejano. Ayer eran plomeros, carpinteros o trabajadores de acero quienes son miembros de nuestro sindicatos y viven en nuestras comunidades.”
“Resé por mis hijos hoy” dijo Jesús García, Director de la Corporación de Desarrollo de la Villita, pues sus hijos son de la edad de ser enviados a la guerra. “Vivimos en una coyuntura peligrosa de la historia, y me alegra ver gente de tanta variedad marchando a favor de la paz y la justicia.”
Jerry Zero, secretario tesorero del Local 705 del Sindicato de Tronquistas, uno de los sindicatos que patrocinaron la actividad, dijo “Fue cuestión de años antes que sucediera algo parecido con la guerra de Vietnam. Ahora estamos enfrente.” Como la mayoría de la manifestaciones, muchas personas llegaron con pancartas hechas a mano. Betty Lawrence, una profesora de sociología en un colegio local, cargaba una que decía “Es el Medio Oriente, no el Oeste Salvaje.”
“No hay otra explicación para el deseo de Bush y Cheney para una guerra, sino el petróleo” dijo, mientras que la acompañaban dos adolescentes, uno de los cuales cargaba una pancarta que dijo en inglés y español “Nuestros padres no son juguetes para Bush.”
Otros oradores incluían representantes del AFL-CIO de Illinois, la Coalición Rainbow/PUSH, El Consejo de Organizaciones Musulmanes, El Consejo de Líderes Religiosos de Chicago, Trabajos con Justicia, El Consejo Laboral para el Avance Latinoamericano, varios estudiantes, oficiales electos y el famoso autor Studs Terkel.
La actividad terminó con una marcha alegre y animada por el centro comercial de Chicago.
Se puede contactar al autor a fgab708@aol.com. John Bachtel contribuyó a este articulo.
Chicago se opone a la guerra