WASHINGTON (Prensa Asociada) - Durante casi ocho años, muchos científicos se han sentido frustrados con el gobierno de George W. Bush por considerar que la ciencia ha sido censurada, ignorada y politizada en una serie de temas que van del calentamiento global a las células madre, pasando por la evolución.
Incluso el asesor presidencial de ciencia fue desplazado de la Casa Blanca y obligado a instalarse en una oficina en otro edificio.
Pero los dos candidatos presidenciales que aspiran a suceder a Bush, John McCain y Barack Obama, ofrecen políticas más alejadas de las de Bush que entre sí. Apoyan límites obligatorios al principal gas responsable del calentamiento global y favorecen la financiación federal de la investigación de las células madre, posiciones opuestas a las del gobierno de Bush.
Los dos candidatos prometen recabar consejo “y no censurar” a la ciencia y restablecer la oficina del asesor científico en la Casa Blanca.
Las diferencias entre ambos son más de matices que de sustancia. Los dos han prometido más fondos para la investigación científica, aunque la crisis financiera podría dificultarlo.
Una diferencia en los gastos para fines científicos afloró en el segundo debate presidencial, sin embargo. McCain ridiculizó un intento de Obama de conseguir 3 millones de dólares para un proyector en un planetario de Chicago. “Amigos, ¿necesitamos hacer ese tipo de gasto?”, preguntó McCain.
Resultó que no se trataba de un proyecto cualquiera, sino el reemplazo del proyector de 38 años en el Planetario Adler, el primero en el continente y situado en el estado natal de Obama.
Por su parte, Obama antepuso los gastos para investigación energética a los del cuidado de la salud cuando se le pidió en el debate que enunciase sus prioridades.
“Aunque en la superficie podría parecer que dicen lo mismo, en lo que respeta a cuestiones energéticas hay una pequeña diferencia”, dijo Henry Lambright, profesor de ciencia y política pública en la Universidad de Syracuse.
Los candidatos propugnan las mismas alternativas al petróleo extranjero, pero mientras McCain insiste en la perforación de petróleo y la energía nuclear, Obama hace hincapié en medios renovables de energía como la eólica y la solar.
Ambos proponen una reducción notable en las emisiones de anhídrido carbónico pero sus objetivos a largo plazo son diferentes. Obama quiere una reducción del 80% para el 2050. McCain, que propone un límite del 60 por ciento, fue uno de los primeros en proponer límites obligatorios, en contraposición a su partido y a su presidente.
Los dos favorecen el plan de Bush de enviar astronautas nuevamente a la Luna. Pero no están de acuerdo en retirar el trasbordador espacial para el 2010 y depender de los rusos durante cinco años para enviar estadounidenses al espacio.
Científicos quieren cambio de política Bush