WASHINGTON, DC – La carrera de George W. Bush hacia la guerra contra Irak chocó con una pared humana el 18 de enero cuando las calles se llenaron de manifestantes anti guerra en Washington, San Francisco, Portland en Oregon, Tucson y veinte otras ciudades con gritos de “Paz Ahora” y “Ninguna Sangre por Petróleo.”
Las protestas a través del país y el mundo brindaron honor al reverendo doctor Martín Luther King, hijo, cuyo discurso del 7 de abril del 1967 en la Iglesia Riverside, ayudó a transformar al movimiento contra la guerra en Vietnam en un movimiento de mayoría.
Francia reflejó el creciente movimiento mundial por la paz al anunciar el 20 de enero que vetarán la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU autorizando un ataque militar contra Irak. Rusia, China y Alemania también están exigiendo que Bush le dé suficiente tiempo a los inspectores de armas de la ONU para hacer su trabajo en Irak.
“El mundo es frío, pero nuestros corazones calurosos,” dijo el reverendo Jesse Jackson, presidente de la Coalición Arco Iris/PUSH, al medio millón de gente manifestándose en ese día frío al frente del Capitolio en Washington. Bush se ha rendido a las demandas de que él empiece a negociar con Corea del Norte, Jackson señaló. ¿Porqué no negociar con Irak también? “No estamos hablando de paz y seguridad,” él dijo, “Estamos hablando de petróleo y hegemonía. Vamos adelante con esperanza, no para atrás con miedo.”
La actriz Jessica Lange alabó a la multitud por venir desde tan lejos como Minnesota “para enviar el mensaje de que la senda de la administración es mala. Es una guerra inmoral que están empezando y tenemos que ponernos de pie y decir NO.”
Ella añadió, “Yo me dirijo a esta asamblea como una madre, como una mujer norteamericana, decidida a que el legado que le daremos a nuestros hijos no es uno de vergüenza, avaricia y la pérdida de sangre.” Ella acusó a la administración de usar el ataque terrorista del 11 de septiembre para “mantenernos hipnotizado con la guerra, el Acta Patria, el Acta de Seguridad Patria ... Es una máscara excelente, un camuflaje excelente mientras dar reversa en los derechos civiles, los derechos femeninos. No podemos mantenernos silencioso.”
Fred D. Mason, presidente de AFL-CIO de Maryland-DC, le dijo a los participantes que los trabajadores “quieren empleo y una economía basada en la paz y no la guerra y la destrucción.”
El congresista demócrata por Michigan, John Conyers, dijo, “Estamos aquí hoy para parar la guerra, parar el racismo, y brindarle honor al doctor King que habló en contra la Guerra de Vietnam. Bush no puede esperar para empezar esta guerra. Todavía hay tiempo para parar esta vía destructiva ... [que] constará miles de millones de dólares que desesperadamente necesitamos aquí.”
Más de 200 mil protestaron en San Francisco. La congresista demócrata por California, Bárbara Lee dijo, “La mayoría silenciosa se ha convertido en la mayoría ruidosa ... George Bush ha despertado a un gigante dormido en nuestro país.” Ella denunció como “insidioso” la decisión de Bush, anunciada el 15 de enero, cumpleaños de King, para pedir que el Tribunal Supremo anule a la acción afirmativa. El pueblo, ella prometió, “retomarán al Congreso y la Casa Blanca en el 2004.”
Walter Johnson, dirigente del Consejo del Trabajo de San Francisco, anunció que 50 sindicatos estaban marchando contra la guerra. Los sindicatos, él dijo, “no se van a quedar silenciosos.”
Dolores Huerta, una fundadora del Sindicato de Trabajadores Agrícolas, criticó a Bush por “robarse las elecciones y ahora nuestro dólares en impuestos para hacer la guerra en el extranjero y aquí contra los pobres, contra los inmigrantes, contra las mujeres.”
La marcha de dos millas al Navy Yard en Washington empezó a las 1:30 pm. Este reportero estuvo parado en la Calle M afueras del Navy Yard por cuatro horas mirando pasar la marcha de acera a acera. Al caer el sol a las 5 pm, la retaguardia todavía estaba marchando. Afronorteamericanos, árabes-americanos, latinos, asiáticos y blancos. Ancianos, estudiantes y jóvenes, gente en sillas de rueda, contingentes religiosos, musulmanes, cristianos y judíos bajo un mar de pancartas y letreros. “Osama bin Laden, Pinochet, ambos criaturas de la CIA” voceaba un contingente. Casi mil marchaban tras las pancartas de Sindicatos por la Paz y el Local 1199 de los trabajadores de hospitales y la salud. “Fondos para escuelas y no para guerra,” voceaban ellos.
Estela Vásquez, una organizadora para el Local 1199, le dijo a Nuestro Mundo, “En unos tiempos cuando tanta gente están perdiendo su trabajo, sin cuido médico, para nuestro gobierno gastar tantos recursos en la guerra es criminal e inmoral. Esta manifestación representa todo por lo cual luchó y murió el doctor King, la paz mundial y los derechos del pueblo.”
Jay Meléndez, aguantaba un lado de una pancarta que decía Paz para Vieques. “Cuando se están preparando para la guerra en cualquier sitio, “ellos primero practican sus bombardeo en Vieques,” Meléndez le dijo a Nuestro Mundo. “La arrogancia del Pentágono hacia el pueblo de Puerto Rico es un problema del colonialismo. Merecemos la autodeterminación.”
Bob Tancig de Gainesville en la Florida, vino en una de cuatro autobús de ese estado. “George W. Bush no mostró ningún respeto para el proceso democrático en las elecciones del 2000 en Florida,” él dijo.
“Estamos aquí hoy para decir: La guerra no es la solución,” dijo Sam Webb, presidente nacional del Partido Comunista de Estados Unidos, marchando con militantes de ese partido y la Liga de Jóvenes Comunistas. “Hay un fuerte resurgimiento de sentimientos por la paz a través del país que la Cámara y el Senado, y hasta la Casa Blanca, tendrá que tomarlo en cuenta,” dijo Webb “Va haber otra manifestación en la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, para el 15 de febrero. Tenemos que hacer todo lo que podamos para asegurarnos que también sea un gran éxito.”
Denise Dreher de Biddeford, Maine, vino con 500 otros activistas de paz de Maine. Afiliada con Pax Cristi, ella le dijo a Nuestro Mundo, “Yo creo que es absolutamente vital que estemos aquí. Estamos al borde de una gran catástrofe y tenemos que pronunciarnos por la paz.”
Jamie Robertson, un profesor de colegio de Wadena, Minnesota, portaba una pegatina del senador Paul Wellstone en su abrigo. “Traemos 20 autobuses desde Minnesota,” él dijo. “Sabemos que Paul y Sheila hubieran estado marchando aquí si estuvieran vivos. Todo el mundo está orgulloso de que Paul fuera nuestro senador. Queremos brindar honor a su memoria.”
Ade Abdala, coordinador de proyectos para el representante estatal de Michigan, Lamar Lemmons, de Detroit vino en una de las 20 autobuses de Michigan. Él criticó a Bush por pedir que el Tribunal Supremo rechace a la acción afirmativa en la Universidad de Michigan.
En su discurso a la manifestación, el ex secretario de Justicia estadounidense, Ramsay Clark exigió el enjuiciamiento de Bush. “Yo estoy de acuerdo con que Bush debe ser enjuiciado,” dijo Abdala.
Cientos de miles reclaman la paz