NUEVA YORK — “El control estrangulador de la derecha sobre el Congreso ha sido roto”, dijo Joelle Fishman, presidente del la Comisión de Acción Política del Partido Comunista de Estados Unidos (PC), en una reunión de su Comité Nacional aquí el 18-19 de noviembre. “Esta elección es el comienzo en la gran tarea de cambiar el rumbo de este país”.
Más de 80 activistas de todo el país se juntaron para analizar los resultados de las elecciones del 7 de noviembre y la agenda política para 2007. Fishman abrió la reunión con su reporte titulado “Llevando Adelante las Victorias Populares de las Elecciones” que se puede conseguir en ingles en www.cpusa.org.
Sam Webb, presidente nacional del PC, presentó un resumen de un reporte para debatirse sobre “La Naturaleza, Papel y Tareas del Partido Comunista”.
Integrantes del Comité Nacional de diferentes estados que fueron claves para las elecciones hablaron sobre las victorias políticas y las cosas que motivaron a los votantes.
Fishman dijo que los resultados de la elección constituyen un mandato para salir de Irak, aprobar reformas laborales y de cuidado de salud, y acabar con la corrupción tanto de las corporaciones como del gobierno.
Ella aplaudió el gran papel del movimiento sindicato, con la unidad en acción entre las dos federaciones laborales, el AFL-CIO y “Cambiar Para Ganar” (“Change to Win”). Por razón de esta contribución decisiva, “el sector sindical se encuentra en una posición para dirigir” el rumbo de cambio y su agenda se encuentra muy visible al público, dijo Fishman.
Las fuerzas claves que hicieron posible la victoria constituyen lo que ella calificó como el “frente popular unido”. Esta colación de fuerzas populares bajo el liderato del sector laboral incluyó en su seno mujeres, jóvenes y los pueblos afronorteamericano y latino. Otras fuerzas democráticas tales como los movimientos pro paz, pro derechos homosexuales y lesbianas, ambientalistas y otras también contribuyeron mucho al movimiento.
Advirtiendo que las derechas “ya están trabajando para limitar al impacto de lo que sucedió el 7 de noviembre”, Jarvis Tyner, vicepresidente ejecutivo del PC, instó a la directiva del partido a que ayude a promover una agenda progresista. Enfatizó la necesidad para una reforma integral de las leyes de inmigración, ayuda para las victimas del Huracán Katrina, y la eliminación de los peores aspectos de la “Ley Patriota”.
Scott Marshall, presidente de la Comisión de Asuntos Sindicales, enfatizó que el nuevo Congreso “debe aprobar la ley de Opciones Libres para Empleados”. Esta medida, que ya cuenta con bastante respaldo en el Congreso, haría más fácil que los trabajadores se afilien con los sindicatos. Seria un avance democrático substancial y una victoria sobre leyes antisindicales e intimidación por parte del sector patronal, cosas que han bloqueado a obreros que dicen que se afiliarían con un sindicato si podrían, dijo Marshall.
Muchos participantes, entusiasmados por haber participado en celebraciones de victoria, describieron sus experiencias.
Un sindicalista de Pennsylvania oriental dijo “Caminatas laborales están transformando los obreros”, con la oportunidad de que platiquen con otros obreros sobre cuestiones sociales y políticas. “Si tu no lo has hecho, considera la posibilidad de participar en una caminata laboral” dijo.
Un chofer de un ómnibus escolar de Ohio dijo que los votantes en aquel estado “no querían lo de siempre”. Quieren alguien capaz de “hablar la verdad que pone eco en las entrañas”, dijo. “Cuidado de salud, Seguro Social y trabajos tienen resonancia con la gente de clase trabajadora. Se trata de luchar en contra de las corporaciones, para poner fin a la privatización”.
Muchas personas hicieron referencia al papel del Partido Comunista en sus áreas. El reporte de Webb, junto con muchos comentarios por parte de la asistencia, proyectó la necesidad de un Partido Comunista de más grande, para ayudar a ampliar y profundizar al movimiento para cambios progresistas en este país.
Elena Mora, organizador del distrito de Nueva York del PC, dijo que el trabajo electoral mostró lo correcto del rumbo estratégico del partido — que la lucha predominante es la de derrotar en una forma decisiva a la ultraderecha. “Trabajamos tan duros en esta elección no a pesar de ser comunistas, sino por ser comunistas”, dijo.
La victoria electoral popular del 7 de noviembre, dijo Fishman, muestra que “nuestro país necesita a un Partido Comunista más fuerte con clubes más dinámicos en los barrios y sitios de trabajo que se conectan con las luchas y asuntos que pueden mover hacia delante a la agenda popular”.
Ahora, comenzando las tareas nuevas de cambiar el rumbo de nuestros país, y viendo hacia las elecciones presidenciales de 2008, “debemos pensar sobre los asuntos y las tácticas mas claves y como podemos hacer nuestra contribución” a la unidad y fuerza popular, agregó.
“La actividad organizativa que produjo esta victoria electoral ya debe convertirse en organización de base para presionar par un nuevo programa popular”, dijo.
“Ahora el trabajo comienza” añadió Fishman.
Comunistas evalúan elecciones