Comunistas evalúan elecciones y pasos

NUEVA YORK – Líderes del Partido Comunista de Estados Unidos se reunieron aquí el 15 y 16 de noviembre celebrando la elección de Barack Obama, el primer presidente afronorteamericano en este país, y mayorías demócratas expandidas en el Congreso, cosas que ellos dicen abre el camino para avances para familias norteamericanas de la clase trabajadora.

Los comunistas adoptaron un programa de acción para llevar a cabo el mandato de la elección, incluyendo pasos inmediatos por parte del gobierno para ayudar a los norteamericanos perjudicados por la crisis económica, y para traer paz a Irak y Afganistán. Y dijeron que mantener la unidad del movimiento que eligió a Obama será vital para lograr avances. Cualquier cosa que perjudica tal unidad es lo peor que se puede imaginar.

“El resultado de las elecciones representa el mayor cambio político desde los años 1930”, dijo Joelle Fishman, presidenta de la Comisión de Acción Política del PC. “Podemos reflejar con orgullo sobre las décadas de trabajo fuerte para lograr que un movimiento popular y laboral suficientemente amplio y grande como para superar el bloqueo a todo el progreso por parte de la ultra derecha”, dijo. “Este movimiento de todo el pueblo ha tomado vida. Es una cosa dinámica con posibilidades de crecer”.

“Esta elección muestra en una forma magnifica las características del pueblo”, dijo Jarvis Tyner, vicepresidente ejecutivo del Partido Comunista con los ojos humedecidos. “No es solamente una campaña [electoral], sino que es un movimiento”, que ha actualizado y puesto en práctica la consigna “afroamericano, latino y blanco, únanse para luchar”.

El presidente nacional del PC Sam Webb dijo, “El pueblo ha tomado el necesario primer paso hacia una sociedad nueva”. Obama trae “una agenda de reformas en una época de reformas cuyo carácter se va a decidir en los años que venideros”, dijo. “El reto principal”, agregó, “es él de resistir los intentos por parte de la reacción y de algunos elementos de la izquierda” de querer romper la unidad de la coalición que eligió a Obama y que él ahora dirige. “Tendremos nuestras diferencias pero deben manejarse de tal manera de no romper la unidad general”, dijo. Las elecciones mostraron las posibilidades de crear un frente aun más amplio a favor del cambio progresista, basándose en el movimiento laboral, las mujeres, las minorías y los jóvenes, e incluyendo los pequeños comerciantes y gente que no votó por Obama”ci dijo Webb.

Oradores en el evento alabaron al papel de los sindicatos, los afronorteamericanos y latinos, las mujeres y la juventud en efectuar la victoria magnífica del 4 de noviembre.

Activistas de los estados en juego enfatizaron el papel clave desempeñado por el movimiento sindical, tanto los dirigentes como la base. Scott Marshall, jefe de la Comisión de Asuntos Sindicales del PC, hizo destacar “la casi total unidad del movimiento sindical” en respaldar a Obama que él considera un buen presagio para la unidad sindical en el futuro.

Él y otros elogiaron al movimiento sindical por haber enfrentado en una forma muy directa al racismo, de modo que, como dijo Fishman “145 años después de la Proclamación de Emancipación [que abolió a la esclavitud] y 55 años después de que Rosa Parks se sentó en el frente del ómnibus, trabajadores negros, blancos y latinos unieron para elegir al primer presidente afro norteamericano de los Estados Unidos”.

Muchos dijeron que el resultado había destruido al mito de que los trabajadores blancos estén hundidos en el racismo. Un participante mencionó su experiencia en regiones rurales donde votantes blancos invitaron a activistas de raza negra a sus hogares e inclusive les sirvieron un tremendo desayuno sureño.

Fishman enfatizó que la elección se había llevado a cabo en la sombra de la crisis más profunda desde la Gran Depresión de los 1930s y las guerras interminables en Irak y Afganistán.

Ahora el pueblo “esta enojado pero tiene esperanzas y está listo a movilizarse”, dijo. “Nuestro programa debe ser fuerte y decisivo. Debe hacer un llamado para que se saque las ganancias de necesidades básicas como cuidado de salud y energética, y debe explorar la nacionalización. A la vez, debemos ser parte del movimiento que insta a Obama a seguir adelante.”

Webb dijo que las semillas de la actual crisis financiera fueron sembradas en los 1970s con una combinación de políticas equivocadas del gobierno, codicia de las corporaciones y las dinámicas desestabilizadoras inherentes del capitalismo.

El resultado fue que un sector del capital financiera que expandía como un globo sin regulación, y una economía basada en las deudas del gobierno y de los consumidores. Junto con esas cosas vino el derrumbe de la manufactura, desempleo masivo, ataques en contra de los sindicatos, recortes salariales y de beneficios, y intentos de privatizar a las escuelas, el Seguro Social y el seguro gubernamental de salud (Medicare). Esta política, acusó Webb, produjeron la mayor transferencia en nuestra historia de riquezas de los trabajadores a los ricos.

Para poner marcha atrás a esta crisis dijo que se necesita “una expansión fiscal masiva, grandes inyecciones de dinero federal en la economía” para auspiciar programas de empleos en obras públicas, además de extender los pagos de seguro de desempleo y cupones de alimentos, y ayudar a la gente para que no pierdan sus hogares. Las prioridades inmediatas, dijo Webb, deben incluir “enfocar en trabajos y asegurar la aprobación de el proyecto de ley Libertad para Escoger Empleados, juntándonos con otros en esa lucha”. Este proyecto de ley, que es la meta principal de los sindicatos, haría más fácil para que los trabajadores se organicen sindicatos.

Los dirigentes del PC enfatizaron la necesidad de combinar apoyo para medidas inmediatas y parciales, con reformas más avanzadas y de largo plazo, a la vez de proyectar el socialismo como la solución fundamental, a la cual los norteamericanos ya están más dispuestos a considerar. La crisis económica muestra que el socialismo es esencial para nuestro país, dijo Webb, “Necesitamos exponer nuestra visión del socialismo con una estrategia de cómo ganarlo”.

Fishman advirtió que no se debe enredar en las disputas sobre quienes van a constituir el gabinete de Obama. “Nuestra energía y enfoque debe ser de fomentar al movimiento grande de trabajadores y el pueblo a la base”, dijo. “De esa forma podemos dar un empuje constructivo en una forma unida”.

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