La tal llamada crisis de la deuda confeccionado por los Republicanos, y el acuerdo subsecuente aprobado bajo el nombre de la "Ley de Control al Presupuesto" matarán a empleos, más de 300.000 de ellos según algunas estimaciones. Por supuesto, uno siempre pudiera mirar al lado positivo y recordar que hubiera matado a más de 650.000 trabajos un colapse económico generado por una falla financiera provocada por el Tea Party.
Pero escondidos en las entrañas del acuerdo presupuestario hay dos problemas más que matarán trabajos: Según el Instituto de Política Económica refleja el acuerdo sobre la deuda bloqueos republicanos contra la extensión para otro año a la suspensión del impuesto sobre nóminas. Esta suspensión ha sido la mayor medida de estímulo aprobado este año hasta la fecha. Refleja dos aspectos importantes del cinismo republicano su irónico rechazo a una extensión a la suspensión: 1) Si un recorte de impuestos no es para los ricos, no les importa, y, 2) si haces algo ahora para estimular la economía lo quieren bloquear para infligir a la gente trabajadora los peores sufrimientos antes de las elecciones del 2012.
El rechazo a cualquier extensión a la suspensión de impuestos sobre nóminas pueda costar hasta medio millón de trabajos y pueda reducir el producto nacional bruto en $128 mil millones.
Además, con sus políticas los Republicanos mantienen como rehenes a los trabajadores desocupados. Se están negando a extender beneficios de desempleo porque prefieren acusarlos a los desempleados de ser flojos. Su inacción sobre los beneficios de desempleo reducirá al producto nacional bruto en $70 mil millones y eliminará a medio millón de trabajos.
Dicho en forma sencilla, buscan reducir la demanda con el claro intento de hacerlas daño a las familias trabajadoras para así crear una nueva crisis justo a tiempo para los comicios de 2012.