Se está especulando mucho sobre las negociaciones sobre el clima en Copenhagen. ¿Qué está tratando de hacer esta conferencia? ¿Qué son las cuestiones que impactan el porvenir del mundo?
La conferencia en Copenhagen está supuesto negociar un nuevo pacto para reemplazar los Protocolos de Kioto cuya vigencia termina en el 2012. El gobierno de Bush y el Senado ni ratificó ni cooperó con ese pacto. Mientras tanto, China pasó a Estados Unidos como el país que produce los más gases responsables por el efecto invernadero, aunque en cuestiones de emisiones per capita, EEUU es el que más produce. Esto hace que los esfuerzos de EEUU para tratar con este problema muy importante.
Los Protocolos de Kioto sentaron unas metas a todo aspirar para los países que trabajaban para reducir las emisiones de dióxido de carbón. Una gran mayoría de los países del mundo ratificaron los acuerdos e hicieron esfuerzos para cumplir con ellos, pero fueron pocos los países que pudieron. La Unión Europea implementó un plan y varios países europeos hicieron grandes inversiones en alternativas energéticas sostenibles. Otros países se acercaron a sus metas solo porque declinó su actividad económica, principalmente Rusia.
Hoy más que nunca, un pacto con límites obligatorios sobre emisiones es urgente. El clima se está calentando más de lo que antes se pensaba y las consecuencias del cambio climático mundial se está acumulando e intensificando. Igualmente, cambiar a un nuevo sistema energético es una tarea gigantesca y los planes actuales necesitan ser implementados empezando ahora para mantener las emisiones a niveles manejables porque esto tomará muchas décadas para totalmente implementar.
Las principales emisiones vienen de la transportación usando combustible fósil, plantas de electricidad que queman carbón, la deforestación que incluye el quemar bosques, pérdidas innecesarias de residencias y edificios, procesos de agricultura industrial, y aumento en emisiones del sector de ganado. Controlar las emisiones significa trabajar en todas estas áreas.
Los temas principales para tratarse en la cumbre de Copenhagen son las siguientes:
Establecer límites obligatorios sobre emisiones;
Establecer metas para los países en vía de desarrollo;
Establecer un fondo de los países desarrollados para recompensar a los países en vía de desarrollo para el desarrollo tecnológico, para esfuerzos para mitigar los efectos del calentamiento global, y para poner fin a la deforestación - el programa pro medio ambiente de la ONU propone un mínimo de $10 mil millones;
Si EEUU participa o no activamente;
Si la conferencia tendrá el resultado de pactar un acuerdo como originalmente programado o solo acordarán a negociar otros protocolos en los próximos dos años.
El presidente Obama está asistiendo a la conferencia. No obstante, hubo alguna renuencia de parte de la administración debido a que la conferencia probablemente no saldrá con un nuevo pacto.
En su gira reciente por Asia, Obama firmó acuerdos importantes con China sobre investigación sobre carburos y el desarrollo de tecnología. China, que ha sido tanto un obstáculo a un tratado internacional como lo ha sido Estados Unidos, está ahora en la vanguardia de inversiones en energéticos sostenibles, en la producción de paneles solares y en esfuerzos de conservación. El estímulo chino de casi 40 por ciento estaba dedicado a los controles de emisiones, conservación, el desarrollo de una red eléctrica inteligente, e inversiones en alternativas energéticas, comparado con 12 por ciento para EEUU.
Un argumento usado en años recientes por los oponentes conservadores de todo trabajo sobre el cambio climático es que EEUU no debe de acordar ningún límite si China e India no se ponen de acuerdo primero a limitaciones obligatorias de emisiones. Ahora que China está por delante de EEUU en muchas áreas, este argumento se hace más difícil. No obstante, China se opone a límites obligatorios para los países en vía de desarrollo, que tienen un nivel de emisiones más bajo por persona, y que necesitan desarrollarse económicamente y han contribuido menos a las emisiones que ya están en el ambiente.
Hay otros países que están más adelantados que EEUU en ciertas áreas. Alemania es el líder mundial en el uso de energía eólica. Brasil es líder en la producción de alternativas de biocombustibles. Holanda, el país que está más en peligro por el nivel del mar subiendo, es líder en formas de adaptarse, abandonando terrenos no sostenibles que ha recuperado del mar, mejorando diques y control de agua.
Los que se oponen a las actividades estadounidenses sobre el cambio de clima son principalmente, aunque no solo estos, republicanos conservadores. Ellos niegan la existencia del cambio climático. Niegan que el cambio esté debido a la actividad humana. Dicen que sería muy caro cambiar las formas de hacer las cosas y que causaría muy mucho daño a la economía estadounidense y que ciertos sectores deben de ser excluido de cualquier cambio obligatorio.
James Inhofe, senador republicano por Oklahoma, piensa hacer un espectáculo en Copenhagen para los que niegan la existencia de los cambios climáticos.
Los detalles exactos de qué salga de la conferencia no menos importante de que tomen pasos verdaderos, poniendo más presión a EEUU. Lo más que EEUU espera para hacer algo serio, lo más difícil y costoso será la transición a nuevas formas.