WASHINGTON – La Coalición por las Necesidades Humanas (CNH) denunció el “espectáculo de avaricia” que dicen fue el voto el 18 de noviembre en la Cámara que aprobó recortes de $50 mil millones en fondos para cupones de alimento, Medicaid, y otros beneficios vitales para los pobres durante los próximos cinco años, mientras que el liderazgo republicano busca recortes de lo que los ricos pagan en impuestos de $70 mil millones.
La CNH movilizó llamadas, visitas personales, cartas y correo electrónico de más de 750 organizaciones contra estos recortes para los pobres y regalos a los ricos. Esto resultó en que el liderazgo republicano de la Cámara se sintió obligado a retirar las propuestas por más de una semana al no tener los votos suficiente para pasarlas. Pero antes del receso por el Día de Acción de Gracias, pudieron pasar su programa de “hambre para los pobres” con un voto de solo 217 a 215.
En un comunicado de prensa, la CNH dijo que los recortes les “daría una patada a gente cuando estén de mala y bloquearía sus esfuerzos de salir de esa situación”. El Instituto Urbano-Centro sobre Impuestos dice que 53 por ciento de los recortes de impuestos beneficiará al 1 por ciento de la población que tiene ingresos anuales sobre $1 millón cada uno.
El día anterior del voto, 22 legisladores republicanos aturdió al liderazgo republicano al unirse con todos los 201 demócratas, votando 224 a 209 para derrotar otro proyecto de $142,5 mil millones para programas de salud, educación, empleo y otros programas domésticos. Esta fue la primera rebelión de republicanos moderados desde que los republicanos tomaron poder de la Cámara en 1994. En este voto la preocupación era la misma – recortes de fondos para programas vitales que incluían $1 mil millón menos para la salud y la eliminación $7 mil millones para combatir la influenza. Este proyecto también recortaba fondos para la educación universitaria por $14,5, más de las rebajas de impuestos de $14 mil millones para las corporaciones de petróleo y gas. El próximo día el liderazgo pudo presionar un puñal de esos legisladores y pasar recortes de $50 mil millones en programas sociales por dos votos.
El Centro Sobre Prioridades Presupuestarias y Políticas desacreditó las declaraciones del liderazgo republicano que habían
reducido los recortes en programas para gente de bajo ingreso. Esos ajustes son muy pequeño y “no amortiguan los efectos que el proyecto de la Cámara tendrá sobre familias vulnerables”, dijeron en un comunicado. El comunicado dice que 99 por ciento de los recortes se mantienen en los programas sociales. El proyecto de la Cámara “todavía le negaría cupones de alimentos a 300.000 personas de bajo ingreso cada mes y recortaría la ayuda básica para alimentos por $800 millones por cinco años. Este es el mismo número de gente que fueron terminado del programa de cupones de alimentos como original mente reportó la Comisión de Agricultura.
El proyecto le negaría cupones de alimento a 70.000 inmigrantes legales y 225.000 otras familias de bajo ingreso, la mayoría con niños.
El proyecto autoriza a los estados obligar que los beneficiarios de Medicaid de bajo ingreso paguen más. Los recortes sería más de $29 mil millones durante los próximos 10 años de acuerdo a la Oficina Presupuestaria del Congreso.
Anterior este mes, una delegación del Concilio Nacional de Iglesias encabezada por su secretario general Bob Edgar se encontró con el jefe de la Cámara Dennis Hastert mientras este caminaba con prisa por los pasillos del Capitolio. Los líderes religiosos habían llegado para protestar los recortes republicanos y regalos a los ricos. Los líderes protestantes, católicos, y judíos le dijeron a Hastert que sus planes los “consternaban”, especialmente en vista del huracán Katrina.
El rabino David Saperstein, director del Centro de Acción Religiosa del Judaismo Reformado, dijo que el Congreso está atacando a la gente pobre y de clase media desde el huracán. “Cuando el Congreso debe estar aumentando el número de programas sociales, encontramos que lo están destruyendo.
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Congreso recorta programas para pobres