Crimen organizado: parte del sistema en Guatemala

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Ciudad de Guatemala - Decenas de miles de guatemaltecos sufren hambre, y cientos de miles de niños están desnutridos y se mueren porque no tienen que comer. Esos guatemaltecos sí aguantan hambre porque el sistema los somete a sobrevivir en la total pobreza. Y, es, a este sistema al servicio principalmente del gran capital financiero nacional y extranjero al que ha servido el señor Alejandro Giammattei. Ex candidato presidencial del partido GANA ["Gran Alianza Nacional"]. Gianmmattei hace el ridículo declarando una huelga de hambre para tratar de llamar la atención e intentar escapar de la justicia.

La Comisión Nacional Contra la Impunidad en Guatemala [CICIG] ha puesto en evidencia, no sólo el involucramiento que tuvo Giammattei en prácticas violatorias a la ley y a los derechos humanos sino también ha puesto al descubierto sus vínculos con las acciones del crimen organizado y la mafia, a la cual también vinculan au ex ministro de Gobernación y al ex director de la Policía Nacional Civil.

Ya se ha evidenciado cómo operan las mafias desde los centros de detención y la relación que éstas han tenido con las más altas autoridades de Guatemala. En esa oportunidad se dijo que las mafias les pagaban una cuota a todos los funcionarios, empezando por el Ministro, el jefe de la policía, y los encargados del sistema penitenciario.

Quedó en el ambiente que había una conexión entre las "maras" [pandillas criminales] y las autoridades a quienes les pagaban una cuota mensual de lo obtenido en sus actividades delictivas.

Por el contrario, después de que se produjeron los hechos, las personas que se supone están relacionadas con los acontecimientos han sido asesinadas una tras otra, hasta borrar toda prueba o pista que relacione a los responsables y a las más altas autoridades de los poderes del Estado involucradas en el gobierno anterior.

También se relacionan con los hechos a empresarios poderosos integrantes de la cúpula oligárquica, a quienes se les ha señalado como dirigentes y beneficiarios de las actividades de la mafia en nuestro país, y quienes hacen uso del sicariato -pues son los que pueden pagarlo- para reprimir al movimiento social y popular, al que le asesinan de manera seleccionada a sus más combativos dirigentes con el objeto de mantenerlo por la vía del terror y la intimidación, neutralizado en la lucha por sus reivindicaciones.

O sea pues, todo indica que es parte del sistema que se ha desarrollado y mantenido sobre la base de las ideas neoliberales: que se trate de debilitar al máximo al Estado, para imposibilitarlo de actuar contra la mafia financiera internacional ligada a la mafia oligárquica nacional, que son quienes lavan dinero proveniente de actividades ilícitas a través de los bancos del sistema. Ellos son los grandes evasores del pago de impuestos y quienes más se oponen a la reforma fiscal para no permitir un gasto social que dote al país de hospitales modernos que salven vidas humanas, y de escuelas para que toda la población tenga acceso a la educación. Son quienes no permiten el fortalecimiento de las instituciones que tienen que ver con la seguridad ciudadana, para que éstas no sean capaces de combatir la corrupción y la delincuencia; son los que se oponen a la inversión con el fin de evitar que se sienten las bases del desarrollo económico y social, y que se abran fuentes de trabajo para combatir el desempleo y la miseria.

Resulta, lamentable y hasta ridículo que algunos medios de comunicación, columnistas e instituciones que siempre han pregonado por el fortalecimiento del Estado de derecho, el absoluto respeto a las leyes, y que todos sin excepción debemos someternos a la majestuosidad de la ley, ya que nadie es superior a la misma, ahora, que representantes de un gobierno del que fueron o se sintieron parte, son investigados y/o encarcelados, defiendan oficiosamente a los implicados manipulando los hechos y no confíen en la imparcialidad de una Corte Suprema de Justicia que resulto electa de un proceso de elección que ellos impulsaron y vigilaron, además, que ahora cuestionen la calidad del trabajo investigativo de la CICIG cuando hace algún tiempo le dieron su total confianza y respaldo, todo esto, porque creyeron que la CICIG se convertiría en el instrumento ideal para llevar ante la justicia exclusivamente a sus adversarios políticos.

Pablo Monsanto, Secretario general del partido Alternativa Nueva Nación (ANN) y signatario de los acuerdos de Paz en Guatemala.

Fuente: Alternativa Nueva Nacion, ANN    Reproducido con permiso del autor.

Foto: Una protesta contra la violencia en la ciudad de Guatemala, 23 de julio. Hay alrededor de 17 muertes por día en la ciudad de Guatemala, una ciudad de 2 millones de personas. (AP / Moises Castillo)