Cuba acusa EEUU de manipular Comisión de Derechos Humanos

Apuntando al gobierno de Estados Unidos, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba Felipe Pérez Roque dijo que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, ha “perdido legitimidad”. En su discurso del 16 de marzo en Ginebra ante la Comisión, Pérez Roque declaró que “el gobierno de Estados Unidos y sus aliados han usado a la Comisión como si fuera su propiedad privada” manipulándola políticamente.

El canciller cubano dijo que a la Comisión la usan para condenar países que se oponen a EEUU y su “estrategia de dominación neocolonial”.

Pérez Roque condenó la negativa de los países de la Unión Europea de votar en favor de una resolución que busca “investigar las masivas, flagrantes y sistemáticas violaciones de los derechos humanos que todavía hoy se cometen contra más de 500 prisioneros” de EEUU en Guantánamo.

Pérez Roque dijo que los derechos humanos están vinculados a la justicia social. Él dijo que los derechos humanos no existen para todos y dio como ejemplo a EEUU donde, preguntó, “¿Puede un pobre en Estados Unidos ser elegido Senador? No, no puede. La campaña cuesta, como promedio, 8 millones de dólares. ¿Van los hijos de los ricos a la injusta e ilegal guerra en Irak? No, no van. Ninguno de los 1.500 jóvenes norteamericanos que han caído en esa guerra era hijo de un millonario o de un ministro. Los pobres mueren allí defendiendo los intereses privilegiados de una minoría”.

Dijo el canciller que si en un país poderoso y rico como EEUU es así, pues en los pueblos pobres, subdesarrollado es peor. Y si uno trata de luchar para resolver esos problemas, lo tildan de “terrorista”.

De acuerdo a Pérez Roque, unos 130 países no están en condición de poder desarrollarse y así emprender la marcha hacía la justicia social y los derechos humanos. Él dijo que no pueden debido al “sistema económico impuesto al mundo [que] lo impide” y como no tienen control de la tecnologías nuevas y acceso a los mercados del mundo, “Solo tienen el derecho de ser dependiente”.

Para el gobierno revolucionario de Cuba no hay derechos humanos si se sufre de pobreza porque “no tienen siquiera derecho a la vida”, notando que 11 millones de niños mueren anualmente antes de llegar a los cinco años de edad y 600 millones de mujeres mueren dando luz.

Él acusó a los poderosos de mantener a los pobres analfabetos e ignorantes “para mantenerlos dóciles”. Esa es la razón por la cual hoy existen “casi mil millones de analfabetos en el mundo” y 20 millones de niños en la América Latina que “trabajan cada día en vez de ir a la escuela”.

Pérez Roque dijo que los cubanos están construyendo un país culto y educado como base de justicia social para la democracia.

Él dijo que por ser tal ejemplo de justicia social y solidaridad – cosa que calificó como socialista – ese país caribeño es “un ejemplo peligroso” y esa es la razón principal por la cual el gobierno de EEUU trata de condenar a Cuba ante la Comisión de Derechos Humanos.

El ministro notó que muchas veces EEUU busca a otro país que dependen de los norteamericanos para proponer una resolución anticubana. A veces de América Latina - “de los pocos dóciles que van quedando” – o de los ex países socialista como la República Checa.

El oficial cubano señaló que, “No hay en Cuba, ni ha habido nunca en los 46 años de Revolución, una ejecución extrajudicial, un desaparecido, ¡uno solo! ¡Que presente alguien el nombre de una madre cubana que busca todavía los restos de su hijo asesinado! ¡O el de una abuela que busca a su nieto entregado a otra familia tras el asesinato de sus padres! ¡Que se presente aquí el nombre de un periodista asesinado en Cuba, y en América Latina fueron asesinados, sólo en el 2004, 20 periodistas! ¡Que se presente el nombre de un torturado! ¡Uno solo! ¡Que se presente el nombre de un preso vejado por sus carceleros, un prisionero puesto de rodillas, presa del terror, ante un perro entrenado para matar!”.

Pérez Roque enfatizó que el gobierno de Bush quiere hacer que Cuba regrese a ser colonia norteamericana y “quitarles a los cubanos sus casas, sus tierras y sus escuelas, para devolverlas a los antiguos dueños” con conexiones con el antiguo régimen del dictador Fulgencio Batista, derrocado por las fuerzas revolucionarias encabezadas por Fidel Castro.