Cumbre sindical planea estrategia para organizar trabajadores

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WASHINGTON — ¡Poder sindical está creciendo, ahora es tiempo de organizar! fue la consigna que más de mil sindicalistas voceaban al marchar en Washington el 8 de diciembre. Estos todavía se sentían muy animados de la victoria que ganaron en las elecciones del 7 de noviembre, mientras marchaban para exigirle al nuevo Congreso dominado por los demócratas que tomen acción favorable sobre sus reclamaciones. Entre estas están un aumento al salario mínimo y la Ley de Empleados Escoger Libremente.

La manifestación fue parte culminante de la Cumbre Organizativa de la AFL-CIO celebrada el 8 y 9 de diciembre que lanzó el llamado a organizar dirigidos por los delegados de talleres.

El proyecto de Ley de Empleados Escoger Libremente cambiaría las leyes laborales del país para permitir que los trabajadores puedan organizar un sindicato con solo firmar tarjetas autorizando a un sindicato que los representen. El proceso actual permite que las compañías insistan en un proceso de dos etapas — primero firmar las tarjetas y después ir a unas elecciones supervisadas por la Junta Nacional de Relaciones Laborales (JNRT).

Los patrones han abusado de este proceso, usándolo para despedir a trabajadores que apoyan un sindicato. Cada 23 minutos un empleado es despedido por su respaldo sindical, le dijo Mary Beth Maxwell de American Rights at Work (Derechos Norteamericanos en el Trabajo) a la cumbre. Si entra en vigencia esta ley haciendo más efectivo el proceso, con aumentos en castigos para patrones que violen la ley, y ayudando el proceso para llegar al primer convenio laboral, se espera que sea más fácil de organizar al 60 por ciento de trabajadores estadounidenses que dicen quieren un sindicato para conseguir sus metas.

Fred Mason, presidente de la AFL-CIO de Maryland y el Distrito de Columbia, le dijo a Nuestro Mundo, “Corrimos un maratón en las elecciones de medio término y ganamos. Ahora es tiempo convertirlo en un esprint, para ganar que pase la legislación que los trabajadores necesitan para ejercer su derecho a organizarse”.

Stewart Acuff, director del departamento de Organizar de la AFL-CIO, le dijo a este reportero que las elecciones del 7 de noviembre “fue la victoria electoral más grande y significativa” dentro de una generación. “Nosotros rompimos con el poder absoluto de los republicanos radicales de derecha. Inmediatamente nos vamos de la defensa a la ofensiva. Estamos aumentando los esfuerzos para pasar la Ley de Empleados Escoger Libremente para hacerlo más difícil que los patrones puedan intimidar y tomar represalias contra los trabajadores que quieran formar una unión laboral”.

La otra meta de la cumbre, él dijo, es la de “compartir las mejores prácticas y desarrollar las habilidades necesarias para hacer campañas de organización sin la JNRT”.

Larry Cohen, presidente del sindicato Trabajadores de Comunicaciones (CWA – siglas en inglés), habló de reclutar 17 mil trabajadores para llegar a 38.000 de empleados representados por su sindicato. “Hay una conexión directa entre la destrucción de derechos sindicales en el país y los beneficios de salud y jubilación, igual como el estancamiento de salarios”, él les dijo a los participantes en la manifestación.

Maude Hurd, presidenta de las Organizaciones Comunitarias Asociadas por la Reforma Ahora (ACORN por sus siglas en inglés), le dijo a los reunidos ahí que, “Los afiliados a ACORN son trabajadores de ingreso bajo y mediano y sus familias. Nosotros podemos ver con nuestros propios ojos como ha mejorado sus vidas cuando pertenecen a un sindicato. Cuando los sindicatos están débiles, todos estamos débil y cuando los sindicatos están fuerte, todos estamos fuerte”.

Jennifer Pae, presidenta de la Asociación de Estudiantes de Estados Unidos, dijo que las alzas en el costo de la educación universitaria han forzado a los estudiantes trabajar en empleos de salario mínimo sin sindicatos. “El derecho de formar un sindicato es un derecho humano básico”, dijo ella. “Nosotros también salimos a votar el 7 de noviembre. Vamos a continuar luchando por legislación que ayude en vez de causarle daño a los trabajadores”.

Después, la multitud se reunió en el hotel Hyatt-Regency. John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, les dijo a los participantes que algunos en el nuevo Congreso se puedan quejar de que el movimiento laboral está reclamando “demasiado muy pronto… Nuestra contestación es: No los elegimos para vacilar. Los elegimos para liberar”.

Acuff moderó una sesión en la cual dirigentes de CWA, Federación de Empleados de Estados, Condados y Municipios (AFSCME) y el Comité Organizador de Trabajo de Granjas hablaron de sus victorias en organizar a cientos de miles de trabajadores en sindicatos.

“Tenemos que lanzar una campaña organizadora en el país como no hemos visto en décadas”, dijo Acuff. Esto va a requerir “un cambio en la cultura interna de nuestros sindicatos, para abrir a nuestras organizaciones para y que entre gente… Tenemos que programar campañas mucho más grande, envolver a miles y decenas de miles de trabajadores” y al mismo tiempo conectar con sus aliados con el mensaje, “Si ustedes hacen nuestra lucha su lucha, nosotros haremos su lucha nuestra lucha”.

Gerald McEntee, presidente de AFSCME, dijo en una declaración leída por su asistente Paul Booth, que la experiencia ha mostrado que la AFL-CIO estaba “correcta en poner nuestros esfuerzos en las elecciones de medio término. Y ahora las puertas están abiertas para nosotros”. McEntee invitó a los sindicatos de Change to Win (Cambiar para Ganar —nueva federación creada por varios sindicatos que se fueron de la AFL-CIO) que vuelvan. “La puerta está abierta”, él dijo, prometiendo que su retorno sería bienvenido y celebrado.

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Roberta Wood contribuyó a este artículo.