Denuncian redadas en Swift

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El 12 de diciembre, agentes federales de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en ingles) efectuaran redadas en seis plantes de la compañía procesadora de carne Swift & Co. en seis estados, arrestando a 1.282 obreros bajo cargos de no tener documentos migratorios y de “robo de identidad”. Esto constituye el mayor numero de indocumentados arrestados en su lugar de trabajo en la historia del país.

Según un informe del Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Comerciales (UFCW), que representa a 10.000 empleados de Swift, los agentes de ICE irrumpieron en las fábricas con armas militares, y apiñaron, separaron y atemorizaron a los obreros.

“Los obreros atrapados son víctimas de un fracasado sistema de inmigración”, dijo Mark Lauristen, vicepresidente internacional y director de la sección de Procesadoras de Comida, Empacadoras y Manufactura de la UFCW. “Ya es tiempo que el gobierno federal deje de convertir en víctimas a los obreros y haga una reforma migratoria”, agregó.

Más o menos 600 de los detenidos son mejicanos. La mayoría de los demás son guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, peruanos, laosianos, sudaneses y etiopios.

El gobierno dice que las redadas fueron la culminación de una investigación de diez meses de indocumentados que son acusados de comprar o utilizar las identidades de otras personas para conseguir empleos.

UFCW dice que han destrozado a familias enteras dejando a los niños plantados, y en algunos casos los padres de familia fueron transportados a centros de detención en ciudades distantes, y les negaron el derecho de hacer llamadas.

Mas de 1.000 agentes de ICE efectuaron allanamientos en plantas de Swift en Greeley, Colorado; Grand Island, Nebraska; Cactus, Texas; Hyrum, Utah; Marshalltown, Iowa; y Worthington, Minnesota.

En Worthington, un pueblo de 12.000 habitantes de los cuales 18 por ciento son latinos, 230 fueron arrestados. Muchas personas afectadas se escondieron en sus hogares mientras otros buscaron refugio en iglesias.

Muchos acudieron a la sala de su sindicato intentando buscar a sus seres queridos, incluyeron Lae Khothasine, 24, una ciudadana norteamericana de origen tailandés cuyo novio guatemalteco fue detenido. Ella es una madre de dos hijos menores de edad. Khothasine dijo que su novio se encuentra encarcelado esperando su cita de corte. Lo ha visitado dos veces y cada vez sale llorando.

Mike Potter, presidente del Local 1161 de UFCW en Worthington, dijo que se econtraba “estupefacto” por las redadas. “La gente lloraba mientras que los esposaban. Es una cosa que jamás experimenté antes”.

Potter dice que su sindicato tiene más de 100 voluntarios que reparten comida, ubican parientes, establecen fondos de ayuda, proporcionan regalos navideños y trabajan con iglesias y organizaciones comunales que ayudan a las familias separadas por las redadas. Potter dijo que esta situación afecta a todos y espera que el nuevo Congreso produzca una reforma migratoria que protege a los derechos obreros.

Nallely, una voluntaria de la UFCW, dijo que la gente anda asustada, y están comprando pasaje de bus para salir de Worthington. “Vienen acá para tener una vida mejor”, dijo. “No se robaron aquellos papeles, los compran porque los necesitan para trabajar nada más. Lo único que hacen es trabajar”.

José Pedro Lira, 42, un ciudadano estadounidense nacido en México, ha vivido en Worthington por 17 años y es secretario tesorero del Local 1161 del UFCW. Ha trabajado para Swift por siete años y dice que muchos trabajadores desconocen sus derechos. Dice que “Los inmigrantes no son criminales, no quitamos el empleo a nadie. Las familias de los obreros sufren por ser separados”, agregó. “Pero las iglesias, la unión y la comunidad se han unido para ayudar a estas familias.”

El alcalde de Worthington, Alan Obreloh, dijo que las leyes de inmigración están “rotas” y hasta que se lleve a cabo una verdadera reforma, todo intento de resolver el problema de la migración será ineficaz. El alcalde dijo que ni su oficina ni la policía municipal estaban involucradas en la redada, y de ninguna manera van a arrestar a los indocumentados y entregarlos al ICE.

Mark Froemke es un trabajador en una fábrica de remolachas en Grand Forks, Minnesota. Pertenece al Local 167-G de la unión de Trabajadores de Panaderías, Dulcerías, Tabacaleras y Molineras, y es un integrante de la Junta Ejecutiva de la AFL-CIO en el oeste del estado. Habló con Nuestro Mundo acerca de lo sucedido en Worthington.

“Uno no siente el impacto hasta que se encuentra ahí”, dijo Froemke. Dijo que el nivel de miedo que tiene la gente es difícil de imaginar. Dijo que “es obvio que las redadas sirven para apaciguar a los elementos derechistas y las bases de Bush”.

Froemke agregó que el pretexto detrás de las redadas, lo de “robo de identidad”, sirve simplemente para asustar al público con la idea equivocado que los inmigrantes van a usar las tarjetas de crédito de otras personas. “Los Estados Unidos no tenemos una política buena sobre trabajadores migratorios. La gente tiene que salir de sus países de origen por razón de la desesperación económica y aceptan trabajos muy duros aquí que pueden quebrantar al cuerpo”.

Froemke dijo que los trabajadores inmigrantes quieren lo que todo el mundo quiere, un empleo, un nivel decente de vivir y de ser parte de una comunidad. Señaló que las economías de muchos países de donde vienen los inmigrantes atraviesan una intensificación de explotación bajo pactos de “libre comercio” que causan privación a millones y les obliga a buscar mejores salarios en los Estados Unidos. “Nuestras políticas han hecho mucho daño a estos países”, dijo.