Lo siguiente es una declaración de la Junta Nacional del Partido Comunista de Estados Unidos de América (PCEUA).
La creciente violencia en Palestina e Israel es de gran preocupación no solo para estos dos pueblos, sino para el mundo entero. La crisis no se puede resolver por medios militares, tampoco puede el terror – sea individual o iniciado por un estado – ganar la seguridad. Solo una solución política y diplomática puede poner fin con las crecientes muertes y heridas para ambas partes, abrir el camino a la paz con justicia, y a la verdadera seguridad para ambos pueblos. Si no se encuentra una paz justa, el conflicto de hoy se extenderá más allá de Israel y Palestina, envolviendo a otros estados y pueblos en la región y el mundo en una conflagración que puede tener consecuencias catastróficas.
El Partido Comunista de EUA cree que lo siguiente es urgente: 1) Un cese de fuego inmediato y la salida inmediata de Israel de todos los territorios ocupados, 2) inmediatamente volver a negociaciones, basado en la Iniciativa de Árabe de Paz y las resoluciones relevantes de la ONU y leyes internacionales, incluyendo pasos prácticos por el gobierno israelí para la formación de un estado independiente palestino, y desplegar una fuerza para mantener la paz en los territorios ocupados, para poner fin a la violencia.
El PCEUA sin duda condena al reino de terror contra la población palestina por el gobierno de Sharon. En los ataques más recientes miles de hogares han sido derribados y sus habitantes terrorizados. La sede de la Autoridad Nacional Palestina fue destruida y su presidente electo, Yaser Arafat, perseguido, atrapado y puesto en peligro de su vida. Miles fueron juntados y sometidos a una selección draconiana. Otros fueron sumariamente ejecutados por soldados israelitas. En el último año y medio las muertes palestinas alcanzaron casi 1.300 – y más de 400 israelitas también perdieron sus vidas.
Los hospitales palestinos fueron atacados, y servicios médicos fueron prohibidos del área bajo sitio. Estas acciones descaradas tienen sus antecedentes en las décadas de represión severa de parte de Israel contra la población palestina desplazada. Para cubrir este terrorismo, el gobierno Sharon ha prohibido a la prensa a reportar lo que está pasando.
El gobierno estadounidense también tiene responsabilidad directa por las atrocidades del gobierno Sharon. El gobierno israelí jamás pudiera haber mantenido la represión por décadas sin los miles de millones en ayuda militar y económica estadounidense, y el apoyo de gobierno tras gobierno estadounidense. Igual que no podría llevar a cabo los ataques violentos actuales sin el apoyo completo del gobierno de Bush.
También condenamos fuertemente los ataques suicidas por los cuales Hamas toma crédito con el fin de obstaculizar el proceso de paz.
La reciente proclamada Iniciativa Árabe de Paz señaló el camino cuando propuso que Israel declare que una paz justa sea su opción estratégica, deje los territorios ocupados, encuentren una solución justa al de los refugiados palestinos consecuente con la Resolución 194 de la ONU, y acepte un estado palestino soberano con Jerusalén Este como su capital. A cambio los estados árabes entrarán en un acuerdo de paz con Israel, que proveerá seguridad para todos los estados en la región. El Consejo de Seguridad de la ONU se dirigió en una dirección similar en su Resolución 1402, y la cual EEUU concurrió.
La paz duradera solo se puede garantizar a través del establecimiento de un estado palestino, seguro, independiente, y contiguo, con Jerusalén Este como su capital y plena soberanía sobre su vida económica, política y social, el derecho de todo refugiado palestino a regresar a su tierra y propiedad o ser justamente compensado de acuerdo a sus deseos, y paz y seguridad para un Israel democrático con derechos iguales para sus ciudadanos judíos y no judíos. Al contrario, el camino actual de sometimiento militar y opresión ni aplastará los deseos del pueblo palestino para un estado independiente, ni pondrá fin a su resistencia. Tampoco traerá paz y seguridad al pueblo de Israel. Tal camino es contrario a los intereses de ambos pueblos.
Exigimos que todo norteamericano que apoye la paz con justicia que llame a la Casa Blanca y a sus representantes en el Congreso para:
• poner la máxima presión al gobierno de Israel para un cese de fuego inmediato y la salida completa y permanente de los territorios ocupados;
• parar toda ayuda militar al Estado de Israel hasta que se implemente un cese de fuego, salida del territorio, y negociaciones con pasos prácticos para una solución pacífica;
• unirnos con las Naciones Unidas y la comunidad internacional para terminar con el derrame de sangre y llegar a una paz duradera.
El camino a la seguridad verdadera