WASHINGTON – ¿Confía en que el juez Samuel Alito trabajaría para su bienestar y seguridad? La pregunta surge por razón de un memorando que Alito dirigió al presidente Ronald Reagan el 27 de octubre de 1986, instando que Reagan vetara la ley “Verdad en Kilometraje” que fue diseñado para proteger al público de vendedores sin escrúpulos que bajan la distancia recorrido en los odómetros de los coches usados que venden.
“Después de todo, son los estados y no el gobierno federal que deben encargarse de proteger, la salud, seguridad y bienestar de sus ciudadanos” dijo Alito, en aquel entonces un abogado empleado por la secretaría de Justicia. Era una carta rara, puesto que la primera oración de la Constitución federal proclama el deber del gobierno federal de “promover al bienestar general” del pueblo estadounidense, no solo de vendedores de autos usados.
Pero su ignorancia flamante de la Constitución no detuvo al presidente George W. Bush cuando lo nominó para el Tribunal Supremo. Su padre, el otro presidente Bush, lo había nombrado al Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito en Nueva Jersey donde sus fallos fueron echado repetidas veces por la corte entera, y donde fue arduamente criticado por sus ideas extremistas.
Ya se están cuestionando en una forma más seria la adherencia de Alito a la Constitución y sobre todo a la Carta de Derechos. El senador Joe Biden (demócrata por Delaware) ya advirtió que Alito puede ser sometido a tácticas para demorar su aprobación en el Senado, si no puede explicar un punto de vista que expresó que parece hostil a la Ley de Derechos al Voto de 1965 que garantiza el concepto “un hombre, un voto”.
En una solicitud de empleo sometida por Alito en 1985, para el puesto de segundo ayudante al secretario de Justicia bajo Ronald Reagan, Alito escribió que, cuando estaba en la universidad, “desarrollé un interés profundo en el derecho constitucional motivado en gran parte por mi desacuerdo con el Tribunal Supremo bajo [el juez presidente] Earl Warren, sobre todo sobre la división [de distritos electorales]”.
Dijo Biden, “Si él cree que la división [de distritos electorales] fue una decisión cuestionable – es decir, que el fallo Baker versus Carr, ‘un hombre, un voto’ – luego está claro que muchas personas, incluyéndome a mi, estarán dispuestos a hacer todo lo posible para mantenerlo fuera del Tribunal Supremo. Esto incluye hacer un ‘filibuster’ si fuera necesario” [“Filibuster” es una táctica parlamentaria de demora causada por un diputado o senador hablando interminablemente para prevenir una acción].
Baker versus Carr fue es el fallo del Tribunal Supremo que respaldó la autoridad de las cortes federales de desaprobar los límites de distritos legislativos que fueron planeado de forma arbitraria para debilitar al negro o privarle el voto a los afronorteamericanos.
En la misma solicitud de empleo, Alito expresó la opinión que la Constitución no protege el derecho de la mujer a un aborto, pese que el Corte Supremo varias veces falló que la cláusula de privacidad de la Cuarta Enmienda sí lo protege. Aunque Alito dijo cuando los cuestionaron que eso solo era una opinión personal que no tiene nada que ver como actuaría como juez del Supremo, él ha votado en contra de que la mujer tenga el pleno derecho a decidir abortar o no.
En un memorando del 1985 que recién salió a la luz pública, Alito escribió una carta al abogado de la administración Reagan, “Debemos estar claro que nos oponemos al fallo Roe versus Wade”. El memorando de 17 páginas diseña una estrategia para transformar la ley a través del apoyo a leyes estatales que pone restricciones al derecho de escoger.
En un caso de aborto en Pensilvania, Alito dijo que una mujer embarazada debe ser obligado a informarle a su marido antes de hacerse un aborto. Sus colegas en la corte del Tercer Circuito no estuvieron de acuerdo y negaron tal fallo machista.
Alito también rechazó una serie de fallos del Tribunal Supremo apoyando el derecho a la privacidad, protecciones en contra de registros arbitrarios de personas por la policía, y los derechos de los acusados.
Ralph G. Neas, presidente de la organizacion “People for the American Way”, dijo que su organización ha realizado pesquisas extensivas sobre Alito que lo revelan como un extremista de la ultra derecha. Alito ha tomado posiciones “que harían más difícil que las víctimas de discriminación racial o sexual logren comprobar sus quejas”, dijo Neas. En un caso, una mayoría del Tercer Circuito criticó fuertemente a una opinión disidente de Alito porque “daría inmunidad a un patrón del efecto del Título VII” de la Ley de Derechos Civiles. En otro caso, Alito escribió que el Congreso carece de autoridad para obligar que los gobiernos estatales conformen con la Ley de Licencia por Maternidad y Familia federal. El Tribunal Supremo federal, en un fallo escrito por el ex juez presidente William Rehnquist, no estuvo de acuerdo con Alito. Alito sometió el voto decisivo en un caso de pena de muerte en contra de un hombre afronorteamericano condenado por un jurado de solo gente blanca, del cual a propósito se habían excluido todo afronorteamericano. De forma sarcástica, Alito descartó los argumentos que se hacían en contra de tener jurados de solo blancos comparando la situación al hecho de que los presidentes de los han sido en forma desproporcionado, zurdos. El Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito lo criticó fuertemente por haber hecho tal comparación.
“People for the American Way” movilizará sus 750.000 afiliados para llevar a cabo una campaña masiva a nivel nacional para derrotar al nombramiento de Alito” al Tribunal Supremo, dijo Neas. De por medio, dijo, queda la preservación de los “balances” de la Constitución ademós de los derechos civiles y constitucionales. La petición de People for the American Way en el Internet exigiendo el rechazo de Alito puede hallarse en www.pfaw.org.
Rosita Johnson contribuyó a este artículo.
El juez Alito ¿defendería sus derechos y bienestar?