El pueblo dice: Queremos trabajo, no guerra en Irak

Mientras George W. Bush pronunció un discurso bélico a un grupo escogido de republicanos en Cincinnati, ciudad de Ohio, la noche del 7 de octubre, 4 mil protestaron afuera por la “Paz en el Medio Oriente ... No ataquen a la gente de Irak”.

La monja Alice Gerdeman, directora del Centro de Paz y Justicia de esta ciudad le dijo a este periodista, “Hay gran preocupación por la pérdida de vidas inocente en Irak y la pérdida de empleo aquí”. Ella dijo que esta era la manifestación de paz más grande que se ha visto en esta ciudad en las últimas décadas.

“Hay sospechas que Bush nos está llevando a la guerra para distraernos de los problemas aquí”, dijo ella. Y Bush, añadió, “no nos dio respuestas a nuestras preguntas. La verdad es que la gente ahora tienen más preguntas”. Un señor de edad avanzada, ella dijo, tenía un letrero que decía, “Mi seguridad es Seguridad Social. Protege eso”.

Una nueva encuesta hecha por el New York Times y la cadena CBS demuestra que 63 por ciento del pueblo favorece inspecciones por la ONU en vez de guerra contra Irak. La misma encuesta encontró que 51 por ciento piensa que el Congreso debe cuestionar más el afán de Bush por la guerra. Un porcentaje igual dice que Bush no ha agotado los medios diplomáticos para evitar una guerra.

Un gigantesco 70 por ciento cree que los candidatos deben “hablar más de la economía” mientras que solo un17 por ciento dijo que lo candidatos deben “hablar más sobre la posibilidad de guerra con Irak”.

A pesar de esto, Bush le dijo a su audiencia que el Congreso debe aprobar ahora una resolución permitiendole lanzar un ataque unilateral contra ese país rico en petróleo. Él no ofreció ninguna prueba en su discurso de media hora que Irak está conectado a los ataques terroristas del 11 de septiembre o que tiene los recursos para producir armas de destrucción masiva.

El día anterior Edward Kennedy, senador demócrata por Massachusetts, acusó a la administración Bush de una nueva doctrina peligrosa de “guerra preventiva”. Él citó la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de la administración que dice, “Norteamérica actuará contra tal amenazas emergentes antes de que estén completamente formadas”.

Esa estrategia, acusó Kennedy, “abiertamente contempla ataques preventivos contra grupos o estados aunque la amenaza de un ataque inminente esté ausente. Hace legítimo este tipo de opción primer golpe y lo alza al nivel de doctrina de seguridad principal”. Kennedy continuó, “Ignorando las normas de comportamiento internacional, la Estrategia Bush afirma que Estados Unidos debe de estar libre de las reglas que espera que sigan otras naciones. Yo me opongo fuertemente a tal doctrina extrema ... Es imposible justifica tener una doble moral bajo ley internacional. La fuerza no lo hace justo. Norteamérica no puede hacer sus propias reglas en el mundo moderno. Intentarlo sería el unilateralismo a lo loco ... La doctrina de la administración es un llamado para un Siglo 21 de imperialismo norteamericano que ninguna otra nación puede, ni debe, aceptar”.

Jim Jeffords, senador por Vermont independiente de partido, dijo que él ha escuchado a las informativas del Pentágono y la CIA. “Yo no he oído nada que me convence que un ataque militar preventivo es necesario ... Es claro que necesitamos inspectores de la ONU en el suelo [iraquí] inmediatamente”.

Poco después de que Bush hablara, el congresista Mike Thompson, demócrata por California, dijo en la cadena de cable CNN que él votará “en contra un ataque preventivo cuando no hay evidencia de un peligro inmediato de un ataque contra EEUU”. Thompson acabó de regresar de un viaje de estudio a Bagdad.

La congresista demócrata por Tejas y presidente del Grupo Afronorteamericano del Congreso (CAC), Eddie Bernice Johnson, dijo ante la Cámara que el CAC adoptó una declaración contra la guerra. “Nosotros nos oponemos a un primer ataque unilateral sin una clara amenaza inminente demostrada contra EEUU”, ella dijo. “Solo el Congreso tiene la autoridad de declarar guerra. Toda opción concebible diplomática debe ser agotada”.

Un ataque estadounidense, ella advirtió, “minaría la autoridad moral de EEUU, crearía instabilidad en la región del Medio Oriente, y minaría la capacidad de nuestro país bregar con las prioridades domésticas ... “.

El senador Robert Byrd, demócrata por Virginia Oeste, le dijo al Senado, “Estamos por darle al presidente un cheque en blanco para bregar con Irak como él quiera. Yo veo con gran preocupación que dirá la historia de nosotros por entrar corriendo en esta decisión en un ambiente supercargado políticamente”.

Byrd hizo un listado de las preocupaciones que tienen sus constituyentes y gente a través del país. “¿Cuantas pérdidas anticipa el Departamento de Defensa? Además del costo en sangre, también hay un costo a nuestra tesorería de $150 mil millones a $200 mil millones”.