SAN SALVADOR – En vez de ser una victoria para la democracia, las elecciones presidenciales del 21 de marzo en El Salvador fue una burla de elecciones libre y democráticas. Antonio Saca, el candidato de la Alianza Republicana Nacional (ARENA), apoyado por Estados Unidos, ganó las elecciones, fácilmente derrotando a Schafik Handal, el candidato del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Saca recibió el 57,5 por ciento del voto y Handal recibió 35,6 por ciento.
Aunque las encuestas hecha antes de las elecciones señalaban un empate, la campaña de miedo, intimidaciones y chantaje de parte de EEUU y ARENA allanó el camino para la victoria de Saca. El gobierno estadounidense buscó meterle miedo a los votantes para que voten contra el FMLN. Otto Reich, el enviado especial de EEUU para el Hemisferio Occidental, mandó una amenaza sutil a la población cuando él le dijo a periodistas salvadoreños el 13 de marzo, “Estamos preocupados sobre el impacto que tendrá una victoria del FMLN sobre las relaciones estadounidense comerciales, económicas, y migratorias con El Salvador. No tendríamos la misma confianza con El Salvador estando dirigido por una persona que es un admirador de Fidel Castro y Hugo Chávez”. Reich sugirió que “Todo salvadoreño debe reflexionar y pensar bajo cual bandera o ideología puede el prosperar o sufrir una regresión ... “.
Sin ninguna evidencia el presidente Bush afirmó que el FMLN estaba conectado con el terrorismo. Los congresistas republicanos, Tom Tancredo, Dana Rohrabacher y Dan Burton visitaron al país el 17 de marzo y amenazaron con cambiar los beneficios bajo ley inmigratoria que 400.000 salvadoreños que viven en EEUU.
Ellos también amenazaron con prohibir que salvadoreños viviendo en EEUU envíen dinero a sus familiares en El Salvador. “Los ciudadanos de El Salvador que viven en EEUU también mandan casi $2 mil millones a su país cada año”, dijo Rohrabacher. “Un régimen comunista hostil del FMLN puede hacer que EEUU reconsidere nuestra política de envíos de dinero a El Salvador”.
Eduardo Ortíz, un trabajador que vive en San Salvador y vivió en EEUU por 10 años y todavía tiene familia allá, dijo que tales amenazas le metieron miedo a muchos salvadoreños para que voten por la ARENA. “Muchos salvadoreños en EEUU, incluyendo mi propio padre, estaban diciéndole a la gente que no voten por el FMLN porque temor que no permitieran enviar dinero”, él dijo. Numerosas compañías le advirtieron a sus empleados que cerrarían sus negocios si Handal ganaba la presidencia.
La ARENA y sus aliados también hicieron una campaña de anuncios sucios, bien financiada, pintando al FMLN como un grupo terrorista adhiriendo a un “fallado comunismo”.
Hay evidencia que la ARENA cometió fraude electoral. Antes de las elecciones, líderes religiosos salvadoreños anunciaron que habían recibido información de las iglesias en Nicaragua, Guatemala y Honduras que ex militares estaban organizando para traer a miles de gente para votar en El Salvador, ofreciéndole dinero y carnets de votante. Efraín Tojada, un observador internacional de las elecciones de Maryland, visitó al Hotel Alameda en San Salvador el 21 de marzo para investigar reportes que dos autobuses de nicaragüenses habían llegado para votar.
Algunos decían que eran observadores de las elecciones pero ninguno pudo producir las credenciales apropiadas. Tojada entonces habló con los dos choferes de las autobuses que le dijeron que la ARENA les había pagado $300 para guiar las autobuses a El Salvador y que cada uno de los nicaragüenses había recibido $200.
Mary Parker, de Washington, DC, estaba observando en San Miguel. Ella dijo que su grupo vio y recibió reportes que miembros de la ARENA estaban comprando los votos de los pobres. “Nosotros vimos tiempo tras tiempo a votantes – que fueron pagados – enseñar sus votos después de marcarlo a la gente de ARENA que habían votados por Tony Saca”, ella dijo. Irregularidades similares fueron reportadas en otros lugares.
Sin embargo, a pesar de la campaña de todo esto, el FMLN sacó casi el doble del voto que sacó en las últimas elecciones presidenciales hace cinco años.
Tim Pelzer fue un observador internacional de las elecciones en El Salvador. Se puede comunicar con él al tpelzer@sprint.ca.
El Salvador — Intimidaciones y fraude en elecciones