Esposa lucha por la libertad de su esposo

TAMPA, Florida –– La Carta de Derechos garantiza a personas acusadas de un delito un juicio pronto, pero Sami Al-Arian y otros siete acusados ya han pasado año y medio tras rejas, y su juicio no está programado hasta el año que viene a más temprano.

Fueron arrestado el 20 de febrero de 2003 cuando el secretario de Justicia, John Ashcroft, reveló 50 cargos sensacionales de proveer ayuda monetaria al Jihad Islámico Palestino. Si declarado culpables, enfrentan una sentencia de cadena perpetua.

“Vinieron por él a las 5:15 de la madrugada, dijo su esposa, Nahla Al-Arian, a este reportero. “Está confinado en solitario en la tal llamada Unidad Especial de Reclusión en la Penitenciaria Federal Coleman, 70 millas al norte de Tampa. Su celda está ubicada en la peor parte de la prisión. Los reclusos la llaman “el Hoyo” .

Los guardias lo sujetan a una revisión desnuda cada vez que sale de o regresa de su celda, añadió. Entran encapuchuchados con macanas y saquean su celda regularmente.

En una ocasión los guardias le quitaron las notas escritas a mano que él había escrito con argumentos por su defensa. Él preguntó, “¿Porqué me quitan mis papeles?” y metió las manos por la apertura en la puerta de su celda por donde se le pasa su comida para expresar su desesperación. Ellos le cerraron por encima de sus manos, dañándole severamente sus dedos”, dijo Nahla.

“También lo tienen esposado y encadenado dondequiera que vaya. En una ocasión, le apretaron tanto las cadenas que le causaron heridas dolorosas a los tobillos que duró mucho para sanar. Cuando por primera vez oímos de las torturas en Abu Ghraib, vimos las similiaridades con como tratan a Sami”.

Ellos tiene dos hijos y tres hijas. A los demás presos se les permite ver sus familias en la sala de recepción. Pero Al-Arian solo puede ver su familia a través de un cristal. “Es muy cruel,” dijo ella. “Especialmente nuestros niños más chiquitos preguntan, ‘¿Porqué tenemos que hablar con él por teléfono? ¿Porqué no podemos reunirnos en el mismo cuarto y abrazarlo?’ Mis hijos están como huérfanos”.

Recientemente, ganaron una victoria legal importante. Un juez federal decretó que los fiscales tienen que comprobar que los acusados tuvieron “conocimiento previo” de que la ayuda monetaria iba a sostener actos de terrorismo.

“¡Gracias a Dios que tenemos a algunos jueces buenos, a quienes les importan la Constitución y los derechos humanos!” dijo ella. “No tienen evidencia ninguna en contra de Sami. Nada. Entonces, ¿porque lo mantienen detenido? ¿Porque le están presionando tan intensamente a él y a los demás acusados? Es que quieren que sea soplón“.

Citó como evidencia una oferta a otro acusado en el mismo caso, Sameeh Hammoudeh. “A él le dijeron que levantarían todos los cargos contra él si delata a los otros. El se negó hacerlo, así que se dirigieron a su esposa. La acusaron”.

Sami Al-Arian tiene un historial de participación en los movimientos de paz y justicia en Tampa Bay, especialmente en el movimiento por le creación de un estado Palestino independiente. Era catedrático en la Universidad del Sur de Florida (USF) cuando fuerzas reaccionarias lanzaron una caza de brujas para lograr su despedida. Se levantó un fuerte movimiento en su defensa.

En las elecciones del 2000, apoyó a George W. Bush basado en los reclamos del mismo que iba reiniciar el proceso de la paz en el Medio Oriente. Hay hasta una fotografía de Bush con Al-Arian y su familia. “Eso fue una gran equivocación,” dijo Nahla. “Fuimos decepcionados por completo”.

Cuando terroristas atacaron a las Torres Gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre, Sami Al-Arian apareció en la televisión local para denunciar al crimen. Fue invitado a aparecer en el programa “O’Reilley Factor” de Fox TV, pero fue una situación amañada. Al-Arian denunció al terrorismo mientras apoyaba los derechos palestinos, luego O’Reilley lo tilda de terrorista.

El hermano de Nahle, Mazen Al Najjar, también profesor de la USF, pasó tres años y medio en prisión aunque jamás fue acusado de ningún crimen. La única razón fue su asociación con un grupo pro-palestino llamado. Fue deportado en 2002.

Nahla Al-Arian se anima con las últimas victorias legales contra el desprecio que tiene el departamento de Justicia hacia los derechos constitucionales, y sigue comprometida a que su esposo reciba la justicia.

Se puede comunicar con el autor al greenerpastures21212@yahoo.com.