Estudiantes y trabajadores en problema por defender sus derechos

NUEVA YORK — Mario Rodríguez recibió una llamada al trabajo de su hija de 17 años que hubo haber estado en clase en la Escuela Comunitaria de Justicia Social (CSSJ por sus siglas en inglés) en el Bronx. El 21 de marzo oficiales de la policía de la ciudad de Nueva York habian detenido a su hija y a otro estudiante por rehusar ser registrado con un detector de metales en la escuela.

“Estaba preocupado y enojado. Tenía miedo que la arrestaran o que algo le pasara”, Rodríguez dijo. Nueva York usa un detector ambulante metálico que aparece en diferentes escuelas trayendo sin aviso a 30 y tanto policías armados y agentes escolares de seguridad a una escuela y a veces causando muchas horas de atraso al itinerario de clases y la baja asistencia.

La hija de Rodríguez rehuso diciendo que no quería ser revisada o registrada por hombres, una violación de las reglas escolares. Ella y otro estudiante fueron interrogados y amenazados con arresto, pasando horas en un cuarto con la policía y, a tiempos, sin ningún maestro o administrador presente. Finalmente se les permitió a los estudiantes llamar a sus padres para poder irse a la casa.

Esa misma mañana, Karim López, quien trabajaba a tiempo completo en la escuela como coordinador de un program después de clases, trajo a representantes de la Unión de Derechos Civiles de Nueva York para observar los procedimientos. Lo detuvieron, los observadores fueron removidos, y más tarde a López le prohibieron entrar indefinitivamente al edificio de la escuela.

Lo que pasó en la CSSJ no es un incidente aislado. Los activistas de derechos estudiantiles dicen que tales incidentes se han vuelto común desde 1998 cuando el alcalde Rudolph Giuliani puso a policías armados y detectores de metales en las escuelas de Nueva York.

De acuerdo a un informe de derechos civiles titulado “Criminalizando el aula: la sobre sital de policias en las escuelas publicas de Nueva York”, 88 escuelas tienen detectores de metales permanentes que afectan a 93.411 estudiantes cada día. Esto es además de los detectores de metales ambulantes.

El informe documenta a numerosos incidentes de abuso policial a estudiantes, facultad y administradores. El hostigamiento, manuseo y los arrestos por violación de las reglas de la escuelas se han vuelto cosa común. Un patrón de persecusión ha emergido contra los estudiantes y personal que resisten las medidas extremas de la policía o ejercen sus derechos.

El 29 de marzo, estudiantes y partidiarios sostuvieron una manifestación animada frente al Departamento de Educación demandando la reinistitución de López y al fin de los detectores de metales. Un estudiante leyo los detalles del código escolar que se refieren a la policía, los detectores de metales y registros. Estas reglas declaran que los estudiantes pueden rechazar los detectores a favor del uso de otros métodos por los representantes de la escuela.

Robert Jackson miembro del Concejo Municipal y presidente de su comisión sobre educación, le dijo a los estudiantes que basado en sus testimonios, “Creo que Karim López no hizo nada mal”. Los padres desean la honestidad y la transparecia en las escuelas, dijo Jackson. Quieren atestiguar “como son tratados los niños por los oficiales de las escuelas, la policía de Nuea York, los maestros y administradores”.

ldellapiana @cpusa.org