La decisión de George W. Bush de nombrar a Henry A. Kissinger para encabezar la comisión investigando el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2001, ha atraído fuerte críticas incluyendo la acusación de que es un insulto a las familias de los 3 mil que murieron.
Bush y su administración pusieron obstáculos desde el principio a las exigencias que se nombre una comisión independiente para investigar el fallo del FBI, la CIA, la Aduana y otras agencias federales en evitar la tragedia a pesar de tener suficiente evidencia que un ataque era inminente. Las familias de las víctimas jugaron un papel clave en presionar a Bush que cede a estos reclamos, pero en nombrar a Kissinger se descubrió la determinación de la Casa Blanca de desviar cualquier investigación verdadera del crimen. Él nombró al ex senador demócrata por Maine George Mitchell como vicepresidente de la comisión.
“Tenemos una comisión debido al trabajo duro de los familias, pero esta comisión es un insulto a las familias,” dijo David Potorti, portavoz de las Familias del 11 de Septiembre para un Mañana de Paz. Su hermano, Jim Potorti, murió en las Torres Gemelas. Potorti le dijo a Nuestro Mundo que Kissinger es parte del establecimiento de Washington que él mismo está investigando.
Aunque Mañana de Paz no ha tomado ninguna posición formal sobre el nombramiento, sus oficinas fueron inundadas con llamadas de familiares preocupados por quién Bush escogió, él dijo desde su hogar en Cary, Carolina del Norte.
“Kissinger probablemente es la única persona en Washington que guarda más secretos que George W. Bush,” dijo Potorti. “Esa información le pertenece al pueblo, no a él,” declaró Potorti notando que hay mucho que Kissinger rechaza hacer público de sus acciones.
Él subrayó el papel que tuvo Kissinger en el encubrimiento del respaldo de la CIA para el general fascista Augusto Pinochet en el golpe de estado del 1973 que mató al presidente chileno Salvador Allende. “El papel de Kissinger en el derrocamiento del presidente democráticamente electo de Chile es una ironía dolorosa, no solo para nosotros, sino para toda la gente del mundo,” dijo Potorti. “Gente de más de 200 países murieron en el Centro Mundial del Comercio. El intento del 11 de septiembre fue contra la humanidad, no solo contra Estados Unidos. Para que se tomen en serio las conclusiones de la comisión, necesitamos alguien que tenga la confianza de la gente en todo el mundo.”
Poco antes del golpe en Chile, Kissinger dijo, “Yo no veo porqué tenemos que quedarnos quieto y velar a un país convertirse comunista debido a la irresponsabilidad de su pueblo. Los asuntos son muy importante para dejar que los votantes chilenos decidan ellos mismos.” Ese comentario cabe perfectamente con la doctrina Bush de guerra preventiva unilateral.
Potorti participó en una vigilia al frente de la Casa Blanca, el Día de Acción de Gracias, en solidaridad con otras víctimas del terrorismo alrededor del mundo y para protestar las ansias de guerra contra Irak de Bush y Cheney. Potorti le dijo a la prensa, “Nosotros le pedimos a la administración que deje de usar la muerte de nuestros familiares como una razón para matar a otros civiles inocentes que ya están sufriendo bajo el régimen de Saddam Hussein.”
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Familias de víctimas contra selección de Kissinger