Líderes latinoamericanos están criticando el plan del gobierno de Bush del restablecer la IV Flota de la Marina de Guerra. De acuerdo a un comunicado de prensa del departamento de Defensa, la flota hará operaciones “en el Caribe, y Centro y Sur América”. La IV Flota, originalmente establecido en el 1943 durante la Segunda Guerra Mundial para patrullar el Atlántico y proteger al tráfico marítimo de ataques de los nazi, fue disolvió en el 1950 por no ser necesaria. La nueva IV Flota entrará en operaciones el 1 e julio 2008 con aviones, portaaviones, buques de guerra y submarinos.
En su columna semanal, “Reflexiones de Fidel”, el ex presidente cubano Fidel Castro notó “Estados Unidos cuenta ya con las flotas... desplegadas en el Atlántico Occidental, el Pacífico Oriental, el Medio Oriente, el Mediterráneo y Atlántico Oriental, y el Pacífico Occidental. Faltaba sólo la IV Flota para custodiar todos los mares del planeta”.
Citando del comunicado del departamento de Defensa estadounidense, Castro pregunta, “¿Cuál es el objetivo declarado de la IV Flota? ‘Combatir el terrorismo y las actividades ilícitas como el narcotráfico’, así como enviar un mensaje a Venezuela y al resto de la región”. Y esos países de la región son las naciones que han elegido a gobiernos de izquierda que corresponden al pueblo trabajador y se oponen a la hegemonía estadounidense en las Américas.
El departamento de Defensa estadounidense dice que el restablecimiento también fue para “demostrar el compromiso estadounidense a nuestros socios de la región”. El “socio” más cercano, en lo militar, en América Latina es Colombia que recibe más de $750 millones en asistencia militar. Mucho más de los $86,6 que recibía hace 10 años, de acuerdo al Programa Colombia del Centro Internacional de Política. El gobierno derechista colombiano encabezado por el presidente Álvaro Uribe por poco zumba a la región en un conflicto militar cuando ordenó que sus Fuerzas Armadas violaran la integridad territorial del vecino país Ecuador para poder matar a un alto dirigente de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que estaba en una misión humanitaria trabajando para un canje de presos entre el gobierno y las guerrillas. El gobierno de Bush apoyó la incursión de Colombia en territorio ecuatoriano y se está reportando que hay suficiente pruebas que Estados Unidos proveyó asistencia técnica desde su base milita en Manta, Ecuador.
Alejandro Sánchez, analista con el Concilio sobre Asuntos Hemisféricos, está de acuerdo con el ex presidente Castro. En una entrevista reciente con el diario francés, Le Figaro, Sánchez dijo, “el restablecimiento de la IV Flota es más una gesta política que militar” motivada por la elecciones que pusieron “gobiernos de izquierda de la región” en el poder.
El presidente de Bolivia dijo en una entrevista en la televisión de Cuba que él estaba convencido que Estados Unidos va a “seguir buscando agresiones mediante la reactivación de esa IV Flota de intervención”. Morales acusa al gobierno estadounidense de meterse en los asuntos internos de Bolivia a través de sus oficiales diplomáticos y dar una mano para animar a los intentos secesionista de los capitalistas y terratenientes autóctonos en varios departamentos del país. Líderes de los varios países latinoamericanos han anunciado públicamente su oposición en contra de la secesión y que respaldan a la integridad territorial de Bolivia.
El presidente venezolano Hugo Chávez dijo que él pensaba que la reinstalación de la IV Flora tenía el motivo de intimidar a los gobiernos progresistas de la región. Él dijo que Venezuela no tiene ningún miedo y va adelantar el proceso empezado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en favor de un Consejo de Defensa Sudamericano – un pacto militar de autodefensa que excluya a Estados Unidos.
La postura agresiva del gobierno Bush hacia el gobierno bolivariano de Venezuela, inclusive el apoyo por el golpe de dos días en contra de Chávez en el 2002, ha motivado al gobierno venezolano a comprar submarinos a Rusia para su defensa. Esto desvía fondos proveniente del petróleo que el gobierno está usando para los programas sociales dirigidos a eliminar la pobreza y estimular la economía.
Socorro Gomes, presidenta del Consejo Mundial de la Paz, condenó la reinstalación de la IV Flota. Ella declaró que esta acción “posa una amenaza severa a la paz, seguridad y la soberanía de todos los pueblos y naciones de América Latina”. Gomes agregó que la flota, junto con los ejercicios militares en la región “son parte del imperialismo estadounidense y la política de guerra”.
Flota de EEUU amenaza a países de América Latina