Fuerte huelga médicos de El Salvador

BALTIMORE – La doctora Evelyn Martínez de Calderón le dijo a un grupo aquí el 28 de febrero que 5.500 médicos en huelga en El Salvador todavía están fuerte a pesar de las amenazas de muerte que buscan romper su paro de cinco meses contra la privatización del sistema de salud de la nación.

La gente casi llenó el salón grande en la Iglesia Prebisteriana Govans que llegaron para cenar y oír a la doctora Martínez de Calderón hablar de la lucha que ha galvanizado al pueblo salvadoreño. Al presentar a la oradora, Erik Manuel, director de Share Foundation Advocacy, alabó su valentía e instó a los participantes a escribirle a sus legisladores y a la Casa Blanca para que apoyen a la lucha del pueblo salvadoreño.

“Nosotros reconocemos que estamos luchando contra un monstruo global,” dijo la doctora. “Las cinco familias más ricas en El Salvador tienen el respaldo del gobierno y las corporaciones que quieren entrar y tomar ventaja de la privatización.” Pero las encuestas demuestran que el 89 por ciento de la gente apoya a la huelga de los médicos y los trabajadores del sistema del cuido de salud.

El 6 de febrero, se estima 300 mil salvadoreños, vestidos de blanco, marcharon en la capital, San Salvador, y en otros ciudades en solidaridad con los huelguistas. Se está planeando otra para el 14 de marzo, un día ante las elecciones para la Asamblea Legislativa que está controlada por un escaso margen por el ultraderechista Partido ARENA. Temiendo que las protestas callejeras puedan inspirar a los votantes a quitarles sus escaños, la ultraderecha está acudiendo a escuadrones de muerte para aterrorizar al pueblo. Unos cuantos 50 doctores han recibido amenazas de muerte de parte de terroristas llamándose “Comandos de Exterminación.”

La doctora Martínez de Calderón, una ginecóloga, enfatizó que los huelguistas no son partidarios. Pero ella añadió que “Hay un partido que se opone a la privatización, el FMLN.” El FMLN es el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional que luchó fuertemente contra los escuadrones de muerte de la ARENA en los años del complot Irán-Contra.

El Partido ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) fue fundado por el difunto Roberto D’Aubisson que planeó el asesinato del arzobispo Oscar Romero, la muerte de ocho monjas de la orden Maryknoll y las de decenas de miles de salvadoreños durante la dictadura respaldada por la administración Reagan-Bush.

Esa época supuestamente terminó con el firmar los acuerdos de paz de Chapultepac del 1993. “Puso fin a las balas,” dijo Martínez de Calderón. “Hemos tenido tres gobiernos ‘democráticos’. Ellos pintan un cuadro de paz y calma. Pero es una falsedad. Vamos al revés. Tenemos una horrible taza de mortalidad infantil. Se están matando a gente. Yo vi mi vecino morir a manos de la policía.” La doctora, una madre de tres niños pequeños, dijo que los médicos ponen clínicas en las aceras “para enseñarle al pueblo que ellos no son los enemigos, el gobierno es el enemigo.”

Si el gobierno ARENA lograr privatizar el sistema médico, ella advirtió, “ellos van a privatizar la educación, [y] nuestro sistema de suministro de agua. Ellos ya han privatizado la electricidad, los puertos, el sistema de pensiones ... Toda esta movida para privatizar está conectada con el tal llamado Tratado de Libre Comercio Centroamericano (TLCC). Ellos quieren extender el TLC [Tratado de Libre Comercio Norteamericano] hasta Centroamérica. “La oposición era tan abrumadora que la administración Bush se vio forzada mover las negociaciones de San Salvador a Cincinnati.

Actualmente, 40 por ciento de los salvadoreños son protegidos por programas gubernamentales de salud. Planes privados médicos cubren a como tres por ciento. Desde el 1997, gente que abogan por el cuido de salud han luchado en favor de un plan de reforma que provee servicios médicos a todos los salvadoreños por gratis. “El presidente tomó esa propuesta y la puso en una gaveta de su escritorio. No se vio otra vez,” ella dijo.

Sin embargo, el pasado 14 de noviembre, la Asamblea Legislativa se rindió ante la presión popular y promulgó una nueva ley que “hace ilegal la privatización” de servicios sociales y de salud.

Pero al final, ARENA pudo comprar los partidos de derecha más pequeños y la ley histórica fue revocada. La reacción popular fue de furia, redoblando el apoyo para los médicos, apoderándose de clínicas, y haciendo marchas y manifestaciones no violentas.

Ella acusó al presidente, el licenciado Francisco Flores, de buscar desviar $70 millones de los $270 millones del fondo del Seguro Social para financiar cinco empresas de salud privadas. “Este es el dinero que vino de mí, de mis padres, [y] mis vecinos. Ellos van a coger ese dinero y dárselo a compañías privadas ... Ellos consideran los servicios médicos como una mercancía. Le están diciendo al pueblo, ‘Si no pagas, mueres.’”