PARIS, Maine — Está helado y la nieve cubre las ciudades y campo en este estado de Nueva Inglaterra. Familias con ingresos bajo y medianos están luchando para mantener calefacción en sus hogares mientras que el precio de combustible está a doble y hasta triple lo que era el año anterior.
Mientras tanto, el presidente George W. Bush, en su residencia en la Casa Blanca, gozando de la calefacción que pagamos los contribuyentes, está amenazando con vetar otro proyecto presupuestario doméstico. Él ya vetó una versión anterior el pasado noviembre. La razón dada fue que el aumento de $250 millones en asistencia para calefacción y otros programas de necesidad humana que pasó el Congreso es “botar dinero”. A la misma vez, él está listo a firmar un proyecto que casi $500 mil millones para el Pentágono, además de $70 mil millones extra para la guerra en Irak.
Lisa Magee, directora asociada del Programa de Asistencia para Calefacción y Combustible para los condados de Androscoggin y Oxford en Maine, le dijo a Nuestro Mundo que cada invierno 8.500 familias solicitan ayuda del Programa de Asistencia para Energía Casera para Familias de Bajo Ingreso (LIHEAP, por sus siglas en inglés). El pasado invierno, 1.500 de las familias que solicitaron ayuda se le negó y solo 6 mil familias recibieron asistencia de $550 en los dos condados. El dinero va directamente a las compañías de combustible.
“Este programa es muy necesitado, especialmente por los ancianos que tienen que vivir con un ingreso fijo”, ella dijo durante una entrevista telefónica. El programa “no tiene suficiente fondos, no con donde está el precio de combustible. Los $550 no cubre ni un tanque de combustible que cuesta $3,19 el galón. Necesitamos más fondos para ese beneficio. El precio del combustible es increíble”. El pasado invierno, el costo promedio de calentar un hogar en Maine estaba a $1.800. Este año se calcula que será casi doble a $3.000 por casa.
Magee dijo que ella habla directamente con los que reciben la asistencia y estos les dicen que se encuentran obligado escoger entre pagar por calefacción para sus hogares, comida o medicamentos. “Estamos trabajando con la oficina de la senadora Olympia Snowe. Tenemos la esperanza de que ella va a empujar por más dinero para el programa LIHEAP.
La oficina de Magee también está procesando las solicitudes al Programa de Energía de los Ciudadanos, basado en Boston. Este programa suministra combustible de la compañía CITGO, propiedad del gobierno revolucionario de Venezuela. Este programa provee 100 galones de combustible gratis cada invierno a familias de bajo ingreso. CITGO acepta solicitudes del 3 de diciembre hasta el 29 de febrero. (El número libre de cargos es 1-877-563-4645 o en linea cibernética al www.citizensenergy.com).
Mark Wolfe, director de la Asociación Nacional de Directores de Asistencia por Energía, basado en Washington, le dijo a la prensa, “Son solo son los muy pobre hoy en día. Ahora tenemos familias que ganan de $25,000 a $35,000 — familias que uno las ve como familias trabajadoras — que vienen y piden asistencia porque la cuenta de calefacción está tan alta”.
Entre estos están dos millones de dueños de casas que están perdiéndolas porque los pagos de hipoteca están subiendo cientos de dólares. También son afectados los inquilinos.
No todo el mundo que necesita la asistencia vive en las zonas frías del norte de Estados Unidos. En Bangor, Maine, gente protestaron en contra del plan del departamento federal de Viviendas y Desarrollo Urbano por su plan de derribar a 4.600 apartamentos de vivienda pública en Nuevo Orleáns a un costo de $732 millones al público. Desde el huracán Katrina el número de desamparados en Nuevo Orleáns se ha doblado a 12 mil. Muchos de estos duermen bajo los puentes y la carretera I-10.
Los directores estatales de los programas de asistencia para calefacción a través del país les están pidiendo al Congreso que aumente los fondos para el LIHEAP por mil millón de dólares para el beneficio de 1,1 millón de familias.
Gobierno recorta fondos para calefacción