Grupos de Derechos Humanos de EEUU instan a cambiar política hacia Colombia

El Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia publicó la carta que una gama de organizaciones estadounidenses enviaron al presidente Barack Obama. La carta propone que Obama ponga un fin al Plan Colombia, la asistencia militar y aboga por una paz negociada entre el gobierno y las guerrillas de izquierda, principalmente las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional.

Las 43 organizaciones, de índole religiosa, justicia social, pacifista y feministas dicen tomar el reto del mismo presidente y buscan “hacer un cambio genuino en la forma como Estados Unidos se relaciona con el resto del mundo”.

“En Colombia, un cambio real en política comienza por reconocer que el enfoque militar al tráfico de drogas de los últimos ocho años ha sido un absoluto fracaso y que se necesita una nueva política. Este enfoque, llamado Plan Colombia, ha buscado reducir la producción de hojas de coca a la mitad para afectar el precio y la disponibilidad de cocaína en nuestras comunidades y, en últimas, reducir el uso de cocaína y los problemas sociales que éste genera. Para tal fin, Estados Unidos ha gastado más de $6 miles de millones de dólares desde 2000, cerca del 80 por ciento en las fuerzas armadas colombianas”, dice la carta.

Las organizaciones concluyen que “el plan ha sido un desperdicio de recursos. La cocaína que entra a Estados Unidos cuesta lo mismo que costaba hace ocho años, en algunos sitios es más económica y más fácil de conseguir”.

Las organizaciones pro derechos humanos dicen que el Plan Colombia agita al conflicto armado. “Las fuerzas armadas financiadas por Plan Colombia tienen el peor récord en abusos de derechos humanos en las Américas, y el asesinato de civiles por el Ejército –casi la mitad cometidos por unidades apoyadas por Estados Unidos ha aumentado en los dos últimos años. Por consiguiente, Estados Unidos no debería armar bando alguno en una guerra sin fin en cual la mayoría de quienes sufren son civiles”.

Dado el fracaso del Plan Colombia y el apoyo gubernamental por el Ejército colombiano y los paramilitares derechistas, la carta exige al presidente Obama que cambie la política estadounidense hacia Colombia de usando estos puntos de partida:

Reconsiderar la fallida “guerra contra las drogas” en Colombia. En lugar de gastar miles de millones en una fallida estrategia “del lado de la oferta” que financia abusos a los derechos humanos, destruye el medio ambiente y alimenta un conflicto armado que lleva décadas, Estados Unidos debería terminar la ayuda militar al ejército colombiano. Comenzar por suspender toda la asistencia para fumigación y entrenamiento militar.

Apoyar una terminación negociada al conflicto armado en Colombia, usando todos los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos.

Invertir en desarrollo alternativo real afuera y en prevención y tratamiento de drogas en casa. La asistencia a Colombia debería incluir mucha más ayuda humanitaria a los millones de desplazados internos, administradas por agencias independientes no ligadas a lo militar y apoyar la justicia para las víctimas de la guerra. El gobierno federal debe financiar completamente el Bloque de Becas para Abuso de Sustancias e incluir tratamiento a la adicción en la reforma integral a la salud. Dicho tratamiento reducirá, a la larga, los gastos en salas de emergencia y los costos en la justicia criminal originados en la adicción no tratada.

“Creemos que esta nación necesita un cambio en su fallida política hacia Colombia. Esto requiere una profunda revisión de cómo se gastan los fondos y qué resultados han producido en lo que lo importa más – respecto de los más vulnerables y las víctimas de la violencia. Esperamos trabajar con usted y el Congreso para lograr esas metas”, concluye la carta.