Guerrilla desmiente presidente paramilitar

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) criticó a las declaraciones del presidente colombiano Álvaro Uribe de tratar de verse como un hombre de paz e insinuado que las FARC son las que no quieren negociaciones de paz. Uribe está “ en el argumento mentiroso del desmonte del paramilitarismo en Colombia”, dicen el comunicado del Secretariado del Estado Mayor Central fechado el 14 de febrero. Las insinuaciones de Uribe vinieron mientras este hacía un acto de campaña política el 11 de febrero en el departamento de Cundinamarca.

Aunque el gobierno de Uribe dice que quiere un intercambio humanitario de presos entre el gobierno y las FARC, sigue operaciones militares contra este grupo político-militar que cuenta con unos 20 mil efectivos.

Como otros sectores de la izquierda y movimientos populares, las FARC acusó al gobierno de Uribe, no de buscar la paz, sino de legalizar e institucionalizar a los paramilitares derechistas “ en contra de los luchadores sociales, populares y revolucionarios”.

El comunicado sigue, “Es de público conocimiento que los paramilitares mantienen intactas sus criminales estructuras y que procuran más cureles e incidencia política a nivel de la administración pública”.

Las FARC dicen que “Más de la mitad de los paramilitares supuestamente desmovilizados no han entregado sus armas, una parte de esta gente está prestando vigilancia sobre las carreteras, otros como empleados en centros productivos o en oficinas estatales de celadores, otros fueron desplegados a ejecutar planes de asesinatos selectivos, amenazas y desplazamientos forzados de la oposición al gobierno en distintas regiones del país, y al mismo tiempo con la misión de hacer campaña por la reelección presidencial de Uribe y sus voceros al Congreso, las gobernaciones, las asambleas departamentales, las alcaldías y los consejos municipales”.

Sectores populares han acusado a Uribe de trabajar para que las bandas ultraderechistas entren a la vida política del país con los beneficios intactos que consiguieron a través del narcotráfico. Jefes de los paramilitares dicen que pueden ganar por lo menos un tercio de los escaños legislativas en las próximas elecciones.

El comunicado sigue, “Colombia necesita y merece la paz, pero Uribe representa todo lo contrario: es guerra irracional y es incendio del país, olvidó de los programas sociales, entrega de nuestra soberanía a los gringos, impuestos y más impuestos, ganancias para las empresas y pobreza para los colombianos”.

Finalmente, los revolucionarios armados instaron al pueblo a tomar en cuenta en las próximas elecciones del 12 de marzo que, “Lo que está en juego en estas elecciones es el futuro de Colombia, la reconciliación y reconstrucción del país en paz, la posibilidad de los cambios estructurales represados por tantos años, la justicia social, la soberanía y la democracia verdadera”.