Hambre en un mundo rico

COMENTARIO

Mil millón de personas están a riesgo de hambre extrema este año de acuerdo a los estimados de la ONU debido al continuo aumento en los precios de los alimentos. Más de la mitad de los aumentos de los precios de mercancía principal de la agricultura como lo son el maíz y la soja se debe a los subsidios estadounidenses para la producción de biocombustibles, la solución simplista de George W. Bush para no depender del petróleo del Medio Oriente.

El resto del problema viene debido a un montón de cuestiones relacionadas complejas de la globalización: El aumento de la demanda por la carne en las economías emergentes – toma siete libra de maíz o grano para crear una libra de carne de res; aumento de demanda por la energía necesaria para procesar y transportar alimentos; el negar bajar las tarifas proteccionistas impuestos a las importaciones de alimentos por los países ricos – cosa que condena a los países pobre (70 por ciento del trabajo mundial todavía es en la agricultura) a usar los métodos menos productivos para la agricultura. Estos son solo unos de los problemas que causa el aumento de alimentos.

Hacia una solución de la crisis alimenticia Bush también ofrece soluciones simplistas. Dice él que otros países deben permitir el uso de semillas genéticamente modificadas. Esto no tiene nada de sorpresa, es un obsequio a las corporaciones agropecuarias que no incluye al agricultor pequeño.

Temiendo por sus propia gente muchos países productores de alimentos – India, China, Vietnam, y otros – están imponiendo altas tarifas de exportación a sus productos básicos como el arroz. Ya han habido motines alimenticios en países pobre en alimentos como Egipto, Haití, Paquistán y las Filipinas.

¿Que es lo que está realmente sucediendo? La agricultura industrial no solo es parte de la crisis en combustible, sino que es producto de esa crisis también. Es casi el sector industrial de uso más extensivo de energía.

Tomemos las semillas genéticamente modificadas que Bush está “vendiendo”. Se necesita montañas de energía y procesos para hacer a esa semilla y el beneficio para el agricultor es de cero. Aunque las semillas modificadas son más productivas, cuestan o tanto o más del beneficio que el agricultor le va a sacar.

El agricultor moderno que siembra maíz en Iowa, por ejemplo, no puede comer el maíz que produce. Virtualmente no es comestible hasta que no sea procesado con hormonas y antibióticos que lo hace casi tolerable por el año que el ganado lo necesita para engordar y llegar a mil libras, cuando es matado, transportado, empacado y procesado hasta que llegue al supermercado. El mismo supermercado que ese agricultor de Iowa usa para sus compras. Olvidémonos del ganado y pensemos en los altamente procesados productos como el jarabe de maíz de alta fructosa que se usa para endulzar a todo desde los refrescos hasta los cereales de desayuno.

¿Cuales son las soluciones? 1) Poner fin a la locura de subsidio al biocombustible; 2) Implementar un programa masiva de asistencia a los países pobre en comida ahora; 3) Reforma en los programas de investigación y política energética que no sea una de esperar y ver lo que pasa; 4) Un gobierno estadounidense plenamente comprometido a las reformas causadas por las desigualdad de la globalización.

También hay algo que podemos hacer localmente. Gracias en parte a la propaganda de los grandes chefs del mundo y sus amigos agricultores independiente locales, está renaciendo la agricultura local usando nuevos métodos científicos. Antes la gente solo comía pollo en el verano y carne de res en el invierno. La primavera, el verano y el otoño todos tenían sus vegetales y granos que estaban disponible para esas temporadas. Uno producía su propios alimentos o la compraba localmente. Y todavía se puede hacer.

Hoy en día, uno puede conseguir alimentos de la primavera, verano, otoño o invierno cuando quiera. A la gente le gusta la variedad y puede tenerla. Pero sin reformas y el compromiso de todas las naciones para crear instituciones mundiales fuerte, la guerra y el hambre nos robará de todo.