CHICAGO — Elvira Arellano dijo que la emocionan las redadas y deportaciones que están tomando lugar. Junta con el pastor de su iglesia, Walter Coleman, Arellano empezó una huelga de hambre que duraría de 25 días. La huelga de hambre, que empezó el Viernes Santo — 6 de abril — terminará el primero de mayo cuando se esperan que miles participen en manifestaciones por los derechos de los inmigrantes y trabajadores.
Arellano, una madre de 32 años e inmigrante indocumentada mexicana, está luchando contra una orden de deportación para poder quedarse en Estados Unidos con su hijo Saúl que tiene ocho años y es ciudadano de este país. Desde el pasado agosto, ella ha estado asilada en la Iglesia Metodista Unida Adalberto en Chicago.
Arellano, presidenta de el grupo pro inmigrantes La Familia Latina Unida, dijo en una declaración que el empezar su huelga de hambre el Viernes Santo fue una “oración que nuestra gente se movilizará, que los corazones de la gente de esta nación se abrirán y que los oficiales electos actuarán para preservar nuestras familias y los lazos santos entre los niños y sus padres”. Ella agregó que reza que no habrá separación de una familia más.
Ella dice que se siente más emocionada que nunca después de oír de los arrestos recientes y deportciones que separan desunifican a las familias de inmigrantes — a padres de sus hijos.
Entre los años 2002 y 2006 las detenciones de trabajadores indocumentados han subido 750 por ciento, eso es de 485 en el 2002 a 3.667 en el 2006.
Agentes de la oficina de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) arrestaron a 1.297 trabajadores en varias plantas en seis estados trabajando para la compañía empacadora de carnes Swift. Unos 649 de estos fueron deportados.
Estas redadas dejaron a niños solo mientras sus padres fueron detenidos en centros federales fuera del estado donde estaban viviendo o sin comunicación o poca comunicación con sus familiares.
Los padres deportados tienen que escoger entre llevarse sus hijos, ciudadanos estadounidenses, o separarse permanentemente de ellos para que estos se puedan quedar en EEUU y obtener mejores oportunidades para vivir.
De acuerdo a un studio hecho por el Instituto Urbano y el Centro Hispano Pew, hay 3,1 millones de niños nacidos en EEUU de padres inmigrantes. En las redadas en las plantas de Swift el pasado diciembre en Worthington, Minnesota, los inmigrantes arrestados tenían por los menos 360 hijos nacidos en EEUU.
Cuando Arellano fue arrestada en el 2002, ella dice, agentes de inmigración le dijeron que entregarían a su hijo Saúl al Departamento de Servicios para Niños y Familias del estado de Illinois.
Oficiales de inmigración no está respetando los derechos de los trabajadores, especialmente lo de sus hijos que son los que más sufren, Arellano le dijo a Nuestro Mundo. “Yo no solo lucho por mi y mi hijo sino por toda la comunidad indocumentados e inmigrante”.
“Si queremos legalización tenemos que andar unidos”, agregó ella.
Coleman dijo que la huelga de hambre busca “exigir un fin a las redadas y deportaciones y para luchar contra la noción de que tenemos miedo”.
“Todo el mundo está de acuerdo que las leyes de inmigración están rotas y ambos partidos políticos en el Congreso están tratando de arreglarlo”, él dijo. Con un nueve liderazgo en el Congreso “hay una apertura ahora” para un cambio progresista. Hablando del duro proyecto de ley migratoria introducida en el 2005 por el congresista republicano James Sensenbrenner, Coleman dijo el movimiento pudo poner fin al proyecto HR 4437, pero que todavía no se han parado las redadas.
El gobierno Bush está promulgando algunas de las propuestas del proyecto HR 4437, tal como la muralla en la frontera austral y los aumentos en las redadas y deportaciones.
Él comparó la situación de los 12 millones de inmigrantes indocumentados a “una lotería, un sistema malvado donde uno nunca sabe si llega su número o puede ser él de tu padre o madre”.
El congresista Luis Gutiérrez ha introducido un proyecto de reforma migratoria que incluye seguridad en la frontera, legalización de los indocumentados y un programa de trabajadores huéspedes con una vía a la ciudadanía, haciendo a la reunificación familiar una prioridad.
Arellano, Coleman y sus partidarios dicen que la medida de Gutierrez proveería alguna protección inmediata. “No estamos al punto en la historia de tener un proyecto perfecto”, dijo Coleman, “pero estamos al punto de pasar algo en el Congreso que proteja las familias inmigrantes y sus hijos ahora”.
El plan de Bush, dijo Coleman, “enviaría a todos los trabajadores indocumentados con sus familias” a sus países, y después traería a trabajadores solos sin sus familias y “sin derechos” a trabajar. Esto es parte de un sistema global que obliga a gente salir de sus países y venir a EEUU, Coleman dijo. Están obligados, no por el “sueño norteamericano” sino por la “pesadilla norteamericana” que está destruyendo las economías de sus propios países. Arellano y otros como ella viene a EEUU para sobrevivir, él notó.
Coleman está animando a líderes religiosos a través del país a que se unan al movimiento pro derechos de inmigrantes con huelgas de hambre y proveyendo asilo a los trabajadores inmigrantes amenazados con deportación.
Huelga de hambre por derechos de inmigrantes