LONDRES (AP) - Un reporte independiente acerca de la filtración de cientos de correos electrónicos de uno de los centros de investigación climática más importantes del mundo ha reivindicado a los científicos involucrados, un descubrimiento que muchos esperan que calme el escándalo conocido como "Climagate".
El reporte acerca del escándalo en la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia no halló evidencia de deshonestidad o de corrupción en los más de 1.000 correos electrónicos robados y publicados en internet el año pasado, pero sí reprochó a los científicos involucrados el no compartir sus datos con sus detractores.
"Descubrimos que su rigor y honestidad como científicos no está en duda", dijo el autor de la investigación Muir Russell, ex vicerrector de la Universidad de Glasgow en Escocia. "Pero sí encontramos una constante deficiencia en brindar el apropiado grado de apertura", agregó.
La pesquisa de Russell sobre el escándalo es la tercera investigación acerca del robo y diseminación de los correos electrónicos.
Los mensajes mostraban a los investigadores hablando de sus detractores en términos despectivos, analizando formas de obstruir a los escépticos del cambio climático y de bloquear a sus competidores en la revisión por sus pares en revistas.
El escándalo resultante dio argumentos a los escépticos y desestabilizó las conversaciones sobre cambio climático de Copenhague. Phil Jones, el director del centro de investigación, renunció.
Aunque el reporte de Russell dice que no hay evidencia de que Jones o algún otro científico hubiera manipulado el proceso de revisión por parte de pares, sí revivió el hoy famoso intercambio de correo entre Jones y un colega, en el cual el climatólogo hace referencia a un "truco" para "ocultar el declive" en una variable usada para dar seguimiento a las temperaturas globales.
Algunos detractores tomaron eso como prueba de que los científicos falseaban las tendencias de la temperatura global.
El reporte de Russell rechazó esa afirmación, pero sí dijo que la gráfica resultante era "engañosa", aunque no intencionalmente.
El vicerrector de la Universidad de East Anglia Edward Acton dijo que el reporte ha "exonerado por completo" a Jones, quien ahora regresará a la Unidad de Investigación Climática.
El impacto del escándalo no ha sido fácil de medir. En Gran Bretaña, donde se dio mucho seguimiento al "Climagate", las encuestas muestran que menos personas creen en el calentamiento global, aunque la diferencia es poca.
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