Jóvenes trazan curso de lucha

BROOKLYN, Nueva York — Resuelto a luchar por un futuro mejor y contra la ultraderecha, más de 250 militantes, amigos y aliados de la Liga de Jóvenes Comunistas de EEUU (LJC) se reunieron en el Hotel Marriott aquí desde el 27 al 29 de mayo para participar en la VIII Convención Nacional de la LJC.

El congresista demócrata Major Owens le dio la bienvenida a los participantes “de parte de todas las fuerzas progresistas de la nación y el mundo”.

“Al infierno con los patronos que explotan y causan la pobreza”, él le dijo a los reunidos allí. “Hay gente que se preocupan por la humanidad, parar explotar a los obreros, que quieren cuido de salud en vez de guerra en Irak. Yo tengo la esperanza que su energía juvenil pueda proveer el espíritu para enfrentar la dura política que nos queda enfrente”.

Los delegados e invitados vinieron de Nueva York, California, Connecticut, Rhode Island, Missouri, Florida, Texas, Illinois, North Dakota, Arizona, Ohio, Tennessee y muchos otros estados.

La reunión era una reflexión de la diversidad del país con afronorteamericanos, latinoamericanos, blancos, asiáticos, árabes y jóvenes de los pueblos indígenas discutiendo política y compartiendo ideas y experiencias.

Las edades de los participantes era de 15 a 30, incluía estudiantes de secundaria y universitarios, igual que organizadores sindicales y comunitarios, además de trabajadores jóvenes y activistas.

La saliente coordinadora de la LJC, Jessie Marshall, animó a los delegados e invitados al decir, “¿Como podemos desafiar a Bush? Cada club, cada militante, cada amigo nuestro tiene que estar trabajando para tener un impacto en las elecciones que vienen”, ella dijo. “Este país necesita una organización radical de juventud, una organización multirracial fuerte e vibrante”. Marshall agregó, “La LJC sabe que la unidad no es una visión secundaria. No somos víctimas, somos luchadores”.

Demond Mullins, miembro de Veteranos de Irak contra la Guerra, habló de como él vio a sus compañeros y a los inocentes morir en una guerra injusta. Mullins hizo un resumen de la misión de su organización: regresar las tropas estadounidenses a casa ahora mismo, garantizar que las tropas tengan los servicios necesarios cuando regresen, e indemnizar a los iraquíes por la destrucción causada por la guerra y la ocupación.

“Están muriendo gente inocente sin ninguna razón buena. Podemos hacer campamentos en Irak, pero no podemos cuidar a Luisiana. Cuando alguien va a la guerra para sacrificar su vida en vez de ir a la universidad, hay algo mal con el sistema”, él dijo.

“Los veteranos de Iraq son mi familia ahora. Ustedes son mi familia”, él dijo. “Somos como los dedos, y estamos haciendo un puño, y estamos pegándole a la muralla de la democracia y ellos tienen que oírnos”.

Jarvis Tyner, vicepresidente ejecutivo del Partido Comunista de EEUU, le dijo a la convención, “Estas elecciones pueden ser el acto más revolucionario, en derrocar a la ultraderecha y al Partido Republicano. No podemos luchar por el futuro si no derrotamos a Bush hoy”.

“El capitalismo debe ser ilegal” y no los inmigrantes, dijo Tyner. “El socialismo es la solución, lo decimos y lo creemos, poner el poder en las manos del pueblo. Esta batalla se está calentando y tenemos la historia de parte nuestra”. Durante el fin de semana los jóvenes participaron en talleres sobre diversos temas que incluían la cuestión de jóvenes obligado entrar en las FFAA por la pobreza, fomentando alianzas en el movimiento laboral y los estudiantes en las universidades, cuestiones de justicia social en las comunidades de homosexuales, la lucha por los derechos de los inmigrantes, y el activismo en las escuelas secundarias.

También hubieron sesiones en como hacer campañas electorales al nivel local, campaña contra el reclutamiento militar, organizar un club de la LJC, y recaudar fondos.

Representantes del Ministerio Nacional para Trabajadores Agrícolas y la Asociación de Estudiantes de Estados Unidos hicieron presentaciones.

También participaron delegados invitados de Israel, Portugal, Grecia y El Salvador, además del presidente de la Federación Mundial de Juventud Democrática. Estos trajeron mensajes de solidaridad de los jóvenes sus países.

En la primera noche hubo una presentación de arte y un concierto de jip-jop por el grupo “War and Peace” (Guerra y Paz), que le dio a los delegados tiempo para bailar, conocerse y gozar.

El próximo día los delegados marcharon por las calles de Brooklyn a un local de reclutamiento militar mientras peatones los aplaudían y carros tocaban bocinas en apoyo. Ese mismo día muchos participaron en las “Caminatas Radicales”, giras de historia popular dirigida por militantes jóvenes neoyorquinos.

Los delegados eligieron un nuevo Concilio Nacional y adoptó el Plan de Acción de la LJC para los próximos cuatro años. El plan incluye una campaña por una Carta de Derecho para Jóvenes y Estudiantes con tres puntos principales —paz, empleo y educación — en los cuales los jóvenes trabajarán para mejorar sus vidas y ayudar derrotar a la ultraderecha.

Erica Smiley, que ha trabajado por muchas organizaciones que defienden los derechos repuductivos de la mujer y estudiantiles-laborales, fue elegida como la nueva coordinadora nacional.

“Tenemos mucho trabajo que hacer, nuestra lucha es una de largo plazo y en los próximos cuatro años esperamos ver el fin de la guerra y ocupación en Irak”, ella dijo en la clausura de la convención.

Smiley enfatizó que la lucha por venir tiene que ser una “lucha de clase”, diciendo, “Yo veo una luz al final del túnel y dice socialismo”.



Dan Margolis contribuyó a este artículo.