El texto siguiente proviene del sitio web de discusión sobre la convención del Partido Comunista de EE.UU.. Juan López es vicepresidente del Partido Comunista. Bajo el lema, "La gente y la naturaleza antes que las ganancias," el Partido Comunista se reunirán en Chicago del 13 al 15 de junio para celebrar su 30a convención nacional.
Creo que hoy en día es más necesario que nunca -y posible- que el partido y sus miembros participen en el movimiento obrero.
Es necesario porque el movimiento obrero -si bien es la fuerza progresista más grande, más fuerte y mejor organizada del país- es actualmente demasiado pequeño para los desafíos que enfrenta la clase obrera y el pueblo de nuestra nación.
Es posible porque -a diferencia del anticomunismo tenaz de antaño que estaba condicionado por la Guerra Fría y el macartismo- la experiencia de los últimos años ha mostrado que las puertas están abiertas para los luchadores honestos con energía positiva e ideas progresistas, incluso miembros de nuestro grupo.
Para reforzar mis argumentos me gustaría llamar brevemente la atención sobre los aspectos más destacados de la convención de la AFL-CIO del año pasado, a la que tuve el privilegio de asistir.
La convención de la AFL-CIO proyectó una agenda y una visión orientadas a transformar el movimiento sindical, sus socios y aliados en una fuerza popular formidable del siglo 21 en favor de la justicia económica y la democracia.
Participaron delegaciones de la mayoría abrumadora de los sindicatos de nuestro país, así como representantes de los grupos comunitarios progresistas y de los principales movimientos sociales del país, incluidos los de derechos civiles, inmigrantes, la mujer y la juventud.
La convención de la federación laboral:
- Modernizó una agenda de hoy en día (similar a la organización general del Congreso de Organizaciones Industriales (CIO) de la década de 1930) cuando tomó medidas para promover la organización de todos los trabajadores ya sea cubierta por un convenio colectivo o no, y sea protegida por las leyes laborales y sociales o no.
- Se comprometió a defender más enérgicamente la lucha por la igualdad de las personas de color, los inmigrantes, las mujeres, los jóvenes, la comunidad LGBT y otros grupos oprimidos.
- Tomó medidas para colaborar más estrechamente con los grupos comunitarios y movimientos sociales progresistas.
- Reconoció la importancia estratégica y el esfuerzo hercúleo que se necesitará para derrotar a la camarilla republicana derechista en las elecciones de 2014 y 2016.
- Mostró nuevos niveles de independencia política.
- Destacó iniciativas trascendentales de los últimos años para fortalecer la cooperación internacional las organizaciones laborales, incluidas algunas fusiones.
Con franqueza, líderes y militantes reconocieron -como lo expresó el presidente de la AFL-CIO Richard Trumka- que "tenemos que cambiar la forma en que operamos de una manera significativa para salir de la crisis que nos encontramos". Además añadió: "pero esta crisis también nos ofrece una oportunidad amplia y enorme".
Tal vez la palabra "crisis" sea demasiado fuerte, pero esto también podría decirse de las organizaciones populares progresistas en general, incluyendo nuestro partido.
Surgiendo de la convención de nuestro partido, debemos avanzar para ayudar a la transformación de la clase trabajadora con la precisión del rayo láser.
Eso significa trabajar en y con el movimiento obrero para cumplir la agenda y la visión ambiciosa pero necesaria de la convención de la AFL-CIO.
Significa incorporar a los movimientos sociales progresistas más plenamente dentro de la causa de los trabajadores.
Significa incorporar a la izquierda y, sobre todo, nuestros propios miembros presentes y futuros en esta misión singular.
Lo que la convención de la AFL-CIO se propuso lograr es un movimiento laboral mucho más grande, más fuerte y más unido en torno a una agenda y una visión progresistas, arraigado en los lugares de trabajo y en la comunidades, intrincadamente entrelazado con los movimientos sociales fundamentales de la nación.
Y este es el tipo de movimiento de transformación necesario para desafiar de manera fundamental al poder corporativo y elevar la lucha democrática y de clases a etapas superiores.
Sin embargo, no va a ser fácil, no va a suceder de la noche a la mañana y el camino por delante será traicionero.
Ni que decir, el capital financiero transnacional, en particular la extrema derecha, no está dejando ninguna piedra sin remover en su afán de destruir a los trabajadores y los demás movimientos sociales progresistas.
Sin embargo, en el caso de los trabajadores queda mucho trabajo por hacer, porque el proceso para lograr los objetivos principales de la clase obrera como lo indica la convención de la federación de trabajadores es desigual y, a veces, puede ser agitado y lleno de desafíos.
Por eso es necesario que le prestemos una atención muy cuidadosa.
Podemos ser de valiosa ayuda, porque habitualmente contribuimos con lo siguiente:
- Dedicación y honestidad.
- El método de análisis dialéctico.
- Evaluaciones basadas, no en ilusiones, sino en la realidad.
- La comprensión de los fenómenos en el marco de la escena económica y política actual de decadencia en el desarrollo del capitalismo.
- Una apreciación de las fuerzas sociales y de clase en contienda en cualquier etapa particular de la lucha democrática y de clase, además de una estimación sobria de su equilibrio de fuerzas.
- Una estrategia para las etapas inmediatas, intermedias y de largo plazo en el desarrollo social, así como en el proceso de las luchas actuales.
- Tácticas flexibles destinadas a satisfacer los objetivos estratégicos.
- La conexión entre las reformas parciales y fundamentales y la transformación socialista.
- La comprensión del papel fundamental de la clase obrera, en particular su sector organizado, en torno al cual las fuerzas populares progresistas fundamentales y sus organizaciones de masas gravitan; es decir, la gente de color, las mujeres y los jóvenes.
Digo que tendemos a contribuir, porque es algo que se adquiere a través del estudio, la experiencia práctica y el proceso colectivo, lo cual habla de la gran necesidad de educación continua para nuestros miembros nuevos y antiguos.
Al mismo tiempo, debemos ser lo suficientemente modestos como para reconocer que otras personas con experiencia en estas luchas, no en el partido, traen muchas de estas cualidades a la mesa, lo que explica el aumento de las tendencias progresistas de las que somos actualmente un pequeño pero significativo componente integral.
Concentración en los trabajadores de bajos salarios
Por un lado, se ha producido un nivel de globalización sin precedentes de las fuerzas productivas, facilitada por grandes avances en las nuevas tecnologías de ahorro de mano de obra, cuyo efecto ha sido reducir la mano de obra de manera drástica y los empleos sindicalizados que pagan relativamente bien en el núcleo industrial de la nación.
Mi estimación es que este fenómeno tiende a transformar la importancia estratégica del sector industrial desde una perspectiva nacional a una internacional, ya que le obliga a organizarse a nivel mundial con el fin de obtener beneficios económicos y políticos.
Al mismo tiempo, el transporte y la comunicación adquieren nueva importancia estratégica global con las técnicas just-in-time y otros avances técnicos. Sin embargo, esto debe ser objeto de estudio.
Al mismo tiempo, el crecimiento astronómico del sector financiero -acompañado de la explosión del crédito, basado en la hipoteca y otros esquemas financieros que alimentan el consumismo- ha dado lugar a un enorme crecimiento en los sectores minoristas y de servicios que tradicionalmente que pagan sueldos bajos.
Mientras tanto, el ascenso enorme de los puestos de trabajo en las industrias de los supertiendas, la comida rápida y otros de baja remuneración no sindicalizados en el sector minorista y de servicios compiten con éxito y reemplazan a trabajos previamente sindicalizados.
Al abogar por ayudar la clase trabajadora en la organización de los sectores económicos de servicios y minoristas de baja remuneración, el camarada Sam Webb hace un trabajo muy convincente al exponer que hay más de una manera de ver el poder estratégico de la clase obrera.
Yo sólo quería añadir o subrayar un par de cosas.
Las luchas militantes para abordar las demandas y sindicalizar a los trabajadores de comida rápida, supertiendas, y otros sectores minoristas y de servicios están dando nueva energía y esperanza para el movimiento obrero y de los trabajadores de nuestro país en general.
La expectativa es que las tendencias progresistas de la clase trabajadora ayudará cada vez más a infundir a estos trabajadores con un cierto nivel de conciencia de clase y un aprecio por las grandes luchas democráticas.
Como un componente integral de esta tendencia progresista, nuestro partido y sus miembros deben tener como objetivo de nuestro trabajo asistir a la clase trabajadora y a este sector de la clase.
Estos trabajadores representan un gran sector de la clase obrera.
Están compuestos por personas de distintas razas y nacionalidades.
Al mismo tiempo, son mayoritariamente trabajadores de color, inmigrantes, mujeres y jóvenes, y reflejan la demografía de la nación en rápido cambio.
Están bien arraigados en la vida de las comunidades donde viven, incluyendo las iglesias y los clubes sociales.
Algunos traen la experiencia de la lucha en otros frentes y, entre los inmigrantes, de sus naciones de origen.
Este sector de la clase constituye potencialmente una fuerza formidable para el desarrollo del movimiento de transformación necesario para avanzar radicalmente la causa de todos los trabajadores y las grandes luchas democráticas.
Hacer crecer el partido entre estos trabajadores nos permitirá echar raíces profundas en el pueblo a medida que la composición del partido refleje la de la nación.
Se agudizará nuestra sensibilidad a las necesidades y aspiraciones de la gente y nos ayudará a afinar en conjunto con los trabajadores y sus sindicatos la estrategia y las tácticas necesarias.
A medida que el partido crece en influencia y números entre estos trabajadores, estará en una mejor posición para ayudar al movimiento obrero y las fuerzas sociales fundamentales.
Traducción de Ramón Valdés
