Translated by: Gianluca Pérez Bucci
MIAMI -- Hace seis años, Evelyn Riviera, en ese entonces una adolescente en vacaciones de primavera, vio a su madre arrestada y deportada. Esta semana, en Washington, D.C., Evelyn marchó por el regreso de su madre.
Según ella, cuando la arrestaron, estaban en su auto cuando un patrullero las detuvo. "Era por una infracción menor. Ni me recuerdo qué tipo era" Dijo Riviera. "Pero no tenía licencia de conducir". Su madre, una inmigrante Colombiana, era indocumentada, dijo su hija.
"La arrestaron y le pusieron las esposas en mi presencia y se la llevaron a la carcel local. En poco tiempo, tras una búsqueda en la computadora, descubrieron que no era residente legal, a pesar de haber vivido aquí en los EE.UU. por 15 años".
"Así que estuvo detenida por cuatro meses - y luego la deportaron a Colombia".
Desde entonces, Riviera y su hermana no han podido ver a su madre. Pero la deportación la inspiró a ser activista. Hoy, ella se encuentra en la posición de Coordinadora Regional del Sudeste para la organización "United We Dream", el grupo que organizó la marcha está semana en Washington, D.C.
El Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) también apoyó la causa, gastándose $200,000 en publicidades en estaciones emisoras para acumular apoyo popular en 10 distritos Republicanos críticos.
El tema es particularmente importante para los "Dreamers", de quien 500 juraron lealtad a Estados Unidos el 10 de julio. Los coordinadores y líderes de los "Dreamers", jóvenes traídos a Estados Unidos por sus padres indocumentados, hablaron sobre sus planes durante una rueda de prensa telefónica el 8 de julio. Los "Dreamers" han podido darle un rostro humano a la causa y cambiar opiniones sobre la reforma de inmigración.
Los "Dreamers", como otros grupos que luchan por la reforma integral de la inmigración, desean que el Congreso establezca un proceso justo para que los 11 millones de inmigrantes indocumentados puedan obtener ciudadanía estadounidense. De estos 11 millones, 7.5 millones son adultos. Muchos son como Yolanda Riviera, gente que ha residido dentro de Estado Unidos a largo plazo y que sólo les falta ciudadanía oficial. Los otros tres millones son jóvenes, es en este grupo que se encuentran los "Dreamers".
Los sindicatos particularmente apoyan la causa de los inmigrantes porque la reforma de inmigración les brindaría protección inmediata a los 11 millones de indocumentados bajo las leyes de trabajo de Estados Unidos aun antes de hacerse ciudadanos. Este cambio no sólo ayudaría a prevenir la explotación de los indocumentados por parte de patrones malévolos, sino que también impediría que los patrones se aprovecharan de esta situación al amenazar a los trabajadores con la posibilidad de contratar a los indocumentados, lo cual resulta en una baja del sueldo promedio y el nivel de vida de todos los trabajadores de Estados Unidos.
El Senado ha escuchado los llantos del pueblo, aprobando un proyecto de ley de inmigración con un voto bipartidista el mes pasado. La Cámara de Representantes, no obstante, encabezada por miembros del partido Republicano, no ha llegado a una conclusión concreta, y por esto se organizó la marche en Washington, D.C.
Los líderes del partido Republicano se reunieron en secreto con sus miembros el 10 de julio para discutir a fondo la posición de su partido sobre la reforma inmigratoria. Los "Dreamers", incluyendo a Evelyn Rivieras, estaban ahí para recordarles, como lo dijo la directora de "United We Dream", Cristina Jiménez: "Estamos acá. Tambien somos norteamericanos".
"Necesitamos crear una fuerza mayor en esta lucha, y los líderes del partido Republicano tienen que dirigir," agrego Jiménez. Su grupo organizo los eventos de esta semana y el cabildeo en Washington D.C, y en otros estados críticos como Texas, Florida, Arizona, y Utah.
Jiménez dijo que los líderes Republicanos necesitan convencer a sus miembros renuentes - que por lo general son anti-latinos-a que voten por la reforma inmigratoria. Una reforma incluiría la legalización de todos los indocumentados, no sólo los "Dreamers", y "un paro a la militarización" de la frontera entre México y Estados Unidos. "Si no aprueban una reforma, el partido Republicano se verá perjudicado en las próximas elecciones," advirtió un coordinador de "United We Dream", Carlos Barojas.
"No se trata únicamente de lo moral. Si el partido Republicano desea ver nuevamente el interior de la Casa Blanca necesitan apoyar a los "Dreamers" y también a sus padres," agregó Barojas, haciendo referencia al porcentaje creciente de latinos en Estados Unidos.
Hay más de cincuenta millones de Latinos dentro de Estados Unidos, la minoría latina es la más grande del país y la mayoría son ciudadanos. En el 2012, el racismo Republicano resultó en el 71 por ciento de apoyo popular Latino para el Presidente Obama y solamente el 21 por ciento para el candidato Mitt Romney.
"Nuestra comunidad está cansada de la injusticia, está cansada de la separación familiar," dijo Jiménez. Para ella, y Evelyn Rivieras, la legalización no puede llegar lo suficientemente rápido, y están decididas a hacer todo lo posible para que la reforma migratoria sea una realidad.
"Mi madre se perdió de mi graduación de la secundaria, se perdió el casamiento de mi hermana y su graduación de la universidad", reveló Rivera "fue muy difícil ver a mi madre forzada a abandonar a sus hijas y a su país. Haré todo lo posible para prevenir que otras familias pasen por el mismo dolor".
Photografia: Los "Dreamers" marchan en Washington, D.C.