Para muchos hispanos cuando se escoge a un latino para un puesto se llenan de orgullo, en parte porque son de su comunidad, pero no solo por eso. Esto lo explica la razón que son pocos los que están en posiciones altas y muchos piensan que estar en tales posiciones es un beneficio para las comunidades latinoamericanas de Estados Unidos porque piensan que actuarán en favor de estas comunidades.
Pues existen organizaciones que se dedican a hacer posible la elección de latinos a puestos públicos, sin importar sus posiciones políticas. Desafortunadamente, esto también afecta a las comunidades latinas a todos los niveles. En la recién elecciones en Florida, muchos hispanos, incluyendo entre los que votaron por el candidato demócrata John Kerry, le dieron su voto al cubanoamericano Mel Martínez, ex secretario de Vivienda, para senador. Lo hicieron a pesar de que el señor Martínez fue uno de los que promulgaron las nuevas regulaciones que obstaculiza a las visitas y envío de dinero a familiares en Cuba. Muchos en la comunidad cubanoamericana han denunciada estas regulaciones anti familia.
Desgraciadamente algo similar se ve sobre la nominación del asesor legal de la Casa Blanca para el puesto de fiscal general, Alberto Gonzáles.
Para algunos no ven tanto a Gonzáles como la mejor cosa, sino que están tan contento que se va John Ashcroft (que ni su constituyentes lo quisieron cuando era senador y votaron en favor de su oponente demócrata aunque este había muerto en plena campaña) y su política ultraderechista, antipopular, y antidemocrática, que cualquiera otro se ve como moderado.
Unos cuantos grupos como la Liga Unida de Ciudadanos Latino Americanos (LULAC – las sigla de todas las organizaciones son por sus nombres en inglés), la Asociación Nacional de Oficiales Elegidos Latinos (NALEO), y el Consejo Nacional de La Raza (NCLR) parece estar lleno de felicidad por la nominación de Gonzáles.
Ninguna de estas tres organizaciones hizo mención de la parte jugada por Gonzáles en la política antidemocrática de la administración Bush. El NCLR solo se limitó a decir que habían criticado a la administración Bush por no tener un latino en el gabinete desde que se fue el cubanoamericano Mel Martínez para postularse para el Senado por Florida.
A pesar de esto el director de NALEO en Washington, en una entrevista con el diario Denver Post, dijo que Gonzáles era “insensible” a como sus decisión afectan a otros. Eso es que cosas como el apoyo por la tortura y la humillación y el no permitir que ciudadanos mejicanos arrestado en Tejas se comuniquen con su consulados, como es su derecho es “insensible”.
El periódico hispano de Los Ángeles, La Opinión, en un editorial se alegra por la salida de Ashcroft diciendo que fue un ardiente defensor del Acta Patriota y de sus cláusulas que afectaban los derechos civiles de los ciudadanos. Su celo lo llevó a propalar acusaciones contra inocentes que luego fueron desechadas en silencio por los tribunales”. Este periódico hispano no se opone a Gonzáles aunque admite que su nominación “no cambiará los principios seguidos hasta ahora en la guerra contra el terrorismo, porque es un protagonista clave en su formulación original”. Los mismos principios que ellos criticaron en Ashcroft.
Por otro lado, en el mismo periódico, Pilar Marrero en su columna Actualidad Política llamó a Gonzáles, el Clarence Thomas latino notando que las posiciones legales de Thomas tienen “nada que ver ideológicamente con el 80% de sus hermanos de raza en Estados Unidos”.
El Fondo Mejicoamericano para la Defensa Legal y la Educación dijo en un comunicado de prensa que aunque apreciaban que se nominó a un hispano, todavía faltaba ver si este le convenía a la comunidad latino. También dijeron que se preocupaban por cuestiones tal como los derechos civiles y legales. Esta organización fue una de las que se opuso a Miguel Estrada cuando el mismo presidente Bush lo nominó para el puesto de juez federal.
Otra organización que todavía no se ha pronunciado en contra o favor de Gonzáles es el Fondo Puertorriqueños para la Defensa Legal y Educación que también se opuso a Estrada.
Las organizaciones que luchan por los derechos civiles y democráticos se están oponiendo a la nominación. Entre estos está la Unión Norteamericana para las Libertades Civiles, una organización con un largo historial en defensa de los derechos del pueblo encabezada por un hispano, el puertorriqueño Anthony Romero, está cuestionando la nominación.
Los latinos tenemos que no solamente mirar a que se ha nombrado uno de los nuestro. También necesitamos ver si es alguien que nos conviene, no solo a nosotros, sino también a todo el país, las minorías, la clase trabajadora y otros sectores. Por lo visto la nominación de Gonzáles, un seguidor de la política de Bush, está contra nuestros intereses.
Los latinos y Alberto Gonzáles