Luchar para retomar el país

WASHINGTON — Cientos de manifestantes marcharon a la Casa Blanca voceando “No toquen mi Seguro Social” y “No es prudente privatizar” el 3 de junio en la lluvia.

La marcha se hizo al terminar la conferencia de 1.400 con el tema “Retomemos América”, que se distinguió por llamadas a luchar contra el presidente Bush por cuestiones como la guerra en Irak, la privatización del Seguro Social y la “economía estilo Wal-Mart”. Cuatro días después, un sondeo ABC/Washington Post mostró que 52 pro ciento desaprueban de como Bush hace su trabajo.

William McNary, presidente de USAction, grupo basado en Chicago, le dijo a la multitud en el Parque Lafayette al cruzar la calle de la Casa Blanca, “No nos vamos a quedar quieto y dejar a que George W. Bush destruya nuestro Seguro Social ... Tenemos que resistir su estrategia de dividir y conquistar. Las cosas que son las más preciosas para nosotros son las cosas que compartimos”.

Kim Gandy, presidenta de la Organización Nacional para las Mujeres (NOW por sus siglas en inglés) hizo un llamado para que todos salgan en defensa del Seguro Social. “Vergonzoso, vergonzoso” decía ella mientras señalaba con el dedo a la Casa Blanca. Preguntando retóricamente si las mujeres, los obreros y los jubilados “están con nosotras”, Gandy declaró enfáticamente, “Podemos ganar”.

Roger Hickey, copresidente de la Campaña para el Futuro de América, grupo que auspició la conferencia, criticó la gira reciente de Bush para vender su plan de privatizar el Seguro Social. “Lo más que estaban en su gira, lo más que la gente se opusieron a él”, dijo Hickey.

Steve Kofahl de Everett, Washington, y Witold Skwierczynski de Catonville, Maryland, ambos empleados de la Administración de Seguro Social, vestidos con camisetas de su sindicato, la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales, con las palabras “Bajo ataque”.

Más temprano este año los dos ayudaron desenmascarar el uso de empleados del Seguro Social por Bush para promover la privatización. Ellos se comunicaron con el senador demócrata por Nueva Jersey, Frank Lautenberg, que convocó vistas el pasado enero en la cual Kofahl y otros empleados del Seguro Social dieron testimonio.

“Nuestros empleados fueron usados para promover la agenda política de la administración Bush y eso es ilegal”, dijo Kofahl. “El plan de Bush es, con el tiempo, desmantelar al Seguro Social”.

Ese mismo sentimiento de desafío llenaba toda la conferencia.

“Todas las encuestas muestran que la mayoría del pueblo piensan que el país está en camino en una mala dirección”, Gandy le dijo a Nuestro Mundo. “Ellos culpan dos cosas específicamente – el liderazgo de Bush y la guerra en Irak. Las afiliadas a NOW han estado no satisfecha con Bush desde el principio, pero las actividades de Bush han motivado esa misma oposición a través del país y eso es muy animador”.

Nan Grogan Orrock, representante estatal demócrata en Georgia, le dijo a Nuestro Mundo que los republicanos estaban dándole muchos problemas a su propia base. “Ellos recortan los impuestos para las corporaciones y recortan programas como Medicaid, cuido de salud para los niños, que tiene amplio apoyo en Georgia”.

Acogido como su fuese un héroe el alcalde electo de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, le dijo a la multitud de casi todos anglos, que el Partido Demócrata no había hecho los problemas urbanos, incluyendo la pobreza, una prioridad alta. “Ustedes miran a este salón hoy y no verán el tipo de diversidad necesario para construir un fuerte movimiento en América”, él dijo. “No estamos extendiendo la mano suficiente”.

El grupo Ciudades para el Progreso, junto con el Instituto para Estudios de Política convocaron una rueda de prensa en la cual el concejal neoyorquino Bill Perkins le dijo a la prensa, “Retomar América empieza en nuestras ciudades. Yo vengo de Ciudades por la Paz. Yo traigo una voz contra la guerra. Yo perdí un familiar el 11 de septiembre y yo quiero traer las tropas a casa”.

El concejal de Chicago, Joe Moore, dijo que su resolución del concejo municipal opuesto a la invasión de Irak fue aprobado con 47 a un voto. “El costo de la guerra recae encima de la gente de mi comunidad”, él dijo. “Dos mil millones de dólares que se podían haber usado en programas después de la escuela y guardería de niños”.