NEW HAVEN, Connecticut – Los Viajes de Libertad para los Trabajadores Inmigrantes tendrá mucho impacto cruzando por 81 ciudades del país. Las manifestaciones para organizarlas están creando nuevos lazos entre una amplia sección de los que sienten coraje por el uso cínico de la tragedia del 11 de septiembre por la administración Bush para usar a los nuevos inmigrantes como chivos expiatorios y pisotear a las libertades civiles.
¿Negarle el derecho a un proceso debido no hace más seguro del terrorismo? Preguntó María Elena Durazo, una líder de los Viajes y vicepresidente del Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes (HERE por sus siglas en inglés) dijo en una manifestación en New Haven. “El 11 de septiembre no le da a la administración Bush el derecho de quitarnos nuestras libertades civiles”.
Esa manifestación era sobresaliente por su carácter multirracial y multinacional. Trabajadores de bajo ingreso, estudiantes y académicos, activistas por la paz y los derechos civiles, líderes religiosos, y oficiales electos de a través del estado, estuvieron unidos en defensa del derecho de organizar, el derecho a un proceso debido, el derecho a la reunificación de la familia y una clara vía a la ciudadanía.
En una conferencia en la primavera sobre la Ley Patria, John Wilhelm, presidente de HERE, puso énfasis en la lucha común por las libertades civiles y los derechos de los inmigrantes, advirtiendo que las acciones contra los inmigrantes sin papeles pronto serían usado contra los inmigrantes “legales” y después contra todos los ciudadanos.
El liderazgo de Wilhelm en el movimiento sindical ha sido clave para un cambio de atacar a los inmigrantes a campañas agresivas de organización sindical entre los trabajadores inmigrantes, quizás la sección de crecimiento más rápido entre los nuevos sindicalistas.
La campaña de la administración Bush para destruir a los sindicatos y restringir el voto pro trabajador tiene un filo antiinmigrante. Los trabajadores inmigrantes en busca de la ciudadanía y la representación sindical son una fuerza poderosa que puede ayudar a derrocar a la derecha en las elecciones del 2004.
“Cuando nos movilizamos y marchamos y votamos juntos, ganamos”, declaró Durazo en la manifestación de Connecticut. “Vamos a demostrarles a los políticos y a la derecha que merecemos y exigimos el derecho de ser ciudadanos y tener los mismos derechos en el trabajo como cualquier norteamericano. Nosotros protegemos las libertades civiles de todos los norteamericanos cuando luchamos por las libertades civiles de los inmigrantes en este país”.
Los Viajes de la Libertad son fortalecidos por su capacidad de conectar a las luchas locales en todos sitios.
El grupo Unidad Latina en Acción, que lucha por los derechos de los inmigrantes, conecta a los Viajes de la Libertad con una campaña en favor del derecho de los inmigrantes tener licencia de conducir. Se ganó una victoria parcial cuando se paró una legislación restrictiva en la legislatura.
La comunidad de paz y justicia ha entusiásticamente respondido al llamado del movimiento sindical y está conectando los Viajes de la Libertad con la campaña para revocar la Ley Patriota que busca silenciar la oposición a la política de guerra y agresión.
Los concejales de New Haven tendrán una vista pública especial sobre los problemas de los nuevos inmigrantes el sábado, 20 de septiembre en el vecindario de Fair Haven donde viven muchos de los nuevos inmigrantes de la América Latina.
En cada ciudad, los Viajes de la Libertad se unirá a las luchas de los inmigrantes y todo el pueblo trabajador por los derechos humanos, la dignidad y la justicia.
Pete A. Rosazza, obispo de Hartford, respalda los Viajes de la Libertad porque sus fines coinciden con la política de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y una carta pastoral reciente entre los obispos estadounidenses y mejicanos. Rossaza dijo en su carta de apoyo, “Legalizar a los trabajadores indocumentados de las muchas naciones aquí en Estados Unidos ayudaría a estabilizar al trabajo aquí, preservar la unidad en la familia y mejorar el nivel de vida de las comunidades de inmigrantes”.
Asegurar a los derechos humanos de los trabajadores inmigrantes a organizarse en sindicatos sin la amenaza de deportación y cárcel permitiría a todo el movimiento laboral crecer. La unidad que se está formando en este sendero es clave a la fomentación de una coalición poderosa que puede derrocar a Bush y la derecha en las elecciones del 2004.
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