Por fin se decidió quien ganó las elecciones para gobernador de Puerto Rico, a tiempo para que se juramente el nuevo gobernador el 2 de enero. Anibal Acevedo Vilá consiguió 48,4 por ciento del voto para ganarle al ex gobernador Pedro Rosselló que obtuvo 48,2 por ciento, una diferencia de solo unos 3.500 votos. Rubén Berríos del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) consiguió 2,7 por ciento de los dos millones de votos en esta nación caribeña de 3,8 millones habitantes. Las elecciones del 2 de noviembre para gobernador fueron certificadas solo cinco días ante
Estas elecciones muy cerradas pudieron haberse decidido anterior si no fuera por el intento de Rosselló, candidato del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP) que busca convertir a Puerto Rico en un estado más de la unión norteamericana, tratar de que se declarase 28 mil votos nulos, a pesar de que ya habían aceptados votos como estos. Estos 28.000 votos fueron los “votos mixtos”, eso es cuando por un partido y los candidatos de otros.
Muchos votaron bajo la insignia del PIP y también votaron por Acevedo Vilá y Roberto Prats, candidato del PPD para comisionado residente, el delegado sin voto antes el Congreso de Estados Unidos.
Muchos votaron mixto para prevenir la elección de Rosselló cuyos dos gobiernos anteriores han sido llamado los más corruptos en la historia de Puerto Rico. Unos 27 oficiales de su gobierno, incluyendo su secretario de educación y la asistente ejecutiva del gobernador fueron encontrado culpables por corrupción.
Rosselló y el PNP fueron al tribunal federal en Puerto Rico para forzar a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) no contar los votos mixtos. Unos votantes que votaron mixto van a los tribunales puertorriqueños para determinar que sus votos fueron válidos. El Tribunal Supremo de Puerto Rico declara los votos mixtos válidos bajo las leyes de Puerto Rico y ordena a la CEE contar los votos.
El meterse los tribunales federales en el proceso electoral puertorriqueño fue motivo de protestas incluyendo la Marcha por la Dignidad en la cual 20 mil manifestantes exigieron que los tribunales federales no se metan en el proceso electoral puertorriqueño. El juez federal Daniel Dominguez es considerado partidario de la estadidad y el PNP.
Acevedo Vilá y líderes del PPD apelaron ante el Tribunal del Primer Circuito en Boston. Según el panel de tres jueces del Primer Circuito, Dominguez cometió “errores” al tomar el caso y le dijo que debe regresar el caso a los tribunales puertorriqueños.
El tribunal federal en Boston dijo que estaba “escéptico” sobre la razón dada por Dominguez al ordenar que la CEE no considere los votos mixtos hasta que él tome una decisión.
Mientras tanto las maniobras de Rosselló para tener algún poder político no ha disminuido. Se reportó en la prensa de Puerto Rico que se le había ofrecido $140 mil para que un senador renuncie su escaño para que Rosselló pueda asumirlo y ser elegido el presidente del Senado. A pesar de que se oyó declaraciones de que nadie iba ceder su puesto senatorial, el senador Víctor David Labouriel anunció esta semana pasada que renuncia su cargo y lo pone a disposición de su partido, el PNP. Se espera que el PNP nombré a Rosselló como candidato para el escaño en elecciones que no se celebrarán antes del principio de marzo.
Se espera que el Senado, dominado por el PNP, escoja al senador Kenneth McClintock como presidente el 10 de enero. Se espera una lucha interna entre los partidarios de McClintock y Rosselló en el PNP.
Luchas maquiavélicas en Puerto Rico