WASHINGTON, DC – Los legisladores estaban tan ocupados con el desastre de Enron el 5 de febrero que no tuvieron tiempo para oír a 300 personas viviendo en la pobreza, de todas partes del país, exigiendo trabajo o beneficios para soportar a sus hijos e hijas.
Pero el representante demócrata por Michigan, John Conyers, le proveyó un salón de audiencias públicas en el edificio Rayburn del Congreso. Ahí ellas, la mayoría madres solteras, hicieron sus propias vistas públicas.
Una nueva coalición de 60 grupos llamada Grassroots Organizing for Welfare Leadership (Organizar la Base para Liderazgo en la Asistencia Pública) movilizó está acción de tres días.
El representante Dennis Kucinich, demócrata por Ohio y presidente de la Facción Progresista del Congreso, le dijo a los activistas en ambos inglés y español que, “Su presencia aquí demuestra que hay un creciente movimiento a través del país [diciendo que] no se le denegará los derechos económicos del pueblo.”
Kucinich dijo, “Estados Unidos está preparando entrar en una economía de guerra permanente contra el terrorismo. Pero tenemos que protegernos contra el terrorismo de no tener empleo, el terror de no tener servicios médicos, de no tener educación, de no tener esperanzas para el futuro.”
Una ley de Asistencia Temporera para Familias Necesitadas (ATFN) pasó el Congreso y fue firmada por el entonces presidente Clinton en el 1996. ATFN limita uno a recibir asistencia pública por no más de cinco años por vida. Mucha gente están llegando al límite.
Los que apoyan a esta ley de asistencia pública afirman que trabaja y ayudar a quitar a gente de la pobreza porque solo la mitad ahora reciben asistencia. Helen Nickens de Mexico, Missouri, le dijo a los participantes que ella, madre de tres, fue forzada a aceptar un trabajo de sueldo mínimo porque le cortaron sus beneficios de $291 a $55 mensual. También le rebajaron lo que recibe en cupones de alimentos.
Laura Barrera de la Coalición para Derechos Humanos de Inmigración en Los Ángeles dijo, “A mediano de la década de los 1990s, el número de niños, ciudadanos estadounidenses de inmigrantes aquí legalmente, que recibían cupones de alimentos bajó por más de un millón. Estamos hablando de niños ciudadanos.”
Barrera habló de la lucha para obtener ayuda para su hija que tiene dos rotos en su corazón, pero que fue rechazada porque la familia no tenía Medicaid. Una organización caritativa, por fin, cubrió los costos.
Maribel Soto, de las Familias Unidas por la Igualdad Racial y Económica en Brooklyn, Nueva York, dijo que ella está luchando para soportar sus tres niños bajo el programa que implementó el ex alcalde Rudolph Giuliani.
Ella dijo que era obligatorio trabajar por 35 horas para recibir sus beneficios. “Esto significa que yo trabajo por menos de dos dólares la hora ... Esto es esclavitud, y hay mucha gente haciéndolo.”
Madres solteras protestan