La Marina de Guerra de Estados Unidos atacó a manifestantes no violentos con gas lacrimógeno y balas de goma, el sábado, 6 de abril en Vieques, Puerto Rico. Los manifestantes estaban protestando el uso de Vieques como zona de tiro por la Marina estadounidense.

Según portavoces de la Marina, ellos actuaron porque los manifestantes le tiraban piedras, sin embargo, testigos, incluyendo el jefe de la unidad de la policía en Vieques y reporteros, desmienten esa versión. Según testigos los manifestantes devolvieron los envases de gas lacrimógeno y piedras respondiendo al ataque de la Marina.

El coronel César Gracia, jefe de la unidad de policía en Vieques, le dijo a la prensa que él estaba tratando de convencer a los oficiales de la Marina a que no usen violencia cuando ellos empezaron a disparar. El coronel Gracia dijo que tuvo que correr para no ser afectado por el gas viendo que él no tenía una máscara antigás.

Miguel Pereira superintendente de la policía nacional puertorriqueña, criticó el uso de gas lacrimógeno contra los manifestantes por la Marina. Él dijo que no había necesidad para el gas lacrimógeno y que la Marina debe dejar que la policía puertorriqueña haga su trabajo. Antes, durante, y después del incidente hubo una muralla de policía entre la cerca y los manifestantes. De acuerdo a testigos el ataque duró por unos 45 minutos.

Llamando las acciones de la Marina “una barbaridad,” Manuel Mirabal, presidente de la Coalición Nacional Puertorriqueña (CNP) hizo una querella contra la Marina con el FBI, acusando a la Marina con violaciones a los derechos civiles de los manifestantes. Mirabal también dijo que se iba a reunir con el secretario de la Marina al regresar a Washington, DC. Esta organización llevó a 150 de sus afiliados a participar en la protestas en Vieques. Ellos se encontraban en Puerto Rico celebrando su asamblea anual.

El presidente de la Asociación Puertorriqueña de Fotoperiodistas, José Rodríguez, criticó la injerencia de la Marina con la libertad de prensa. Rodríguez dijo que esta no era la primera vez que periodista fueron atacados por personal de la Marina mientras cubrían los acontecimientos en Vieques.

La Marina ha estado bajo fuego por su tratamiento de los arrestado mientras se envuelven en la desobediencia civil dentro de la zona restringida. Los que arrestaron en estas protestas fueron atacados con gas pimienta. Entre estos están una monja católica y un sacerdote episcopal.

La monja, Carmen González y otro desobediente civil, Ismael González, fueron arrestado y encarcelados sin fianza hasta que termine las maniobras de la Marina. Otros manifestantes pudieron pagar $3 mil en fianza, pero fueron ordenados mantenerse alejados de Vieques hasta que terminen las prácticas bélicas.

Entre las afectadas por el gas lacrimógeno estaba Omayra Gutiérrez, hija del congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez. El congresista Gutiérrez fue maltratado cuando él fue arrestado en Vieques en un acto de solidaridad y desobediencia civil.

Robert Rabin, portavoz para el Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques exigió que la gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, ordene a la policía a proteger no solo al área militar, sino a los manifestantes contra los ataques de la Marina.

El reverendo Ángel Darío Carrero, que encabeza la orden de franciscano en Puerto Rico, dijo que la situación de Vieques es como la de los palestinos. Él dijo que ambos pueblos, el palestino y el viequenses, tienen “dignidad y no un precio.” El padre Carrero continuó diciendo que ambos pueblos sufren de opresión de parte de los “sectores dominantes.”

En Estados Unidos varias organizaciones trabajando para poner fin al uso militar de Vieques están planeando una Cumbre Nacional para la Paz y Justicia en Vieques en el Colegio Hostos en el Bronx, NY los días 12 y 13 de abril.

Los organizadores dicen que el evento “convoca a activistas de comunidad, ambientalistas, sindicalistas, líderes religiosos, artesanos, artistas y oficiales electos en solidaridad con la lucha por la paz y justicia en Vieques.”