“El pueblo de Puerto Rico repudia el reinicio de los ejercicios militares en la isla de Vieques porque estas prácticas no corresponden a la voluntad y al deseo de paz de todos los viequenses,” dice la carta escrita por la gobernadora de Puerto Rico, Sila María Calderón, al recivbir las noticias que la Marina de Guerra de Estados Unidos empezará prácticas bélicas el 13 de enero. Calderón, del autonomista Partido Popular Democrático, se quejó en su carta al presidente George W. Bush que hasta el presente la Marina no ha dado notificación oficial de su intención de dejar a Vieques para el mayo de este año como lo indicó Bush.

De acuerdo a la Marina las maniobras militares pueden que duren hasta 29 días. Se espera que la flota encabezada por el porta avión USS Theodore Roosevelt se entrene en esta isla municipio de 9 mil habitantes en preparación para una invasión de Irak.

El representante a la Cámara por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Víctor García San Inocencio, hablando en un programa de radio, dijo que la gobernadora necesita hacer más que una carta al presidente y exigió que ella y “el país completo” ir a Vieques y participar en la disobediencia civil.

El Comité Pro Rescate y Desarrollo de Vieques (CPRDV) emitió una declaración donde ellos deploraron la renovación de prácticas militares y las razones por la cual se hacen. El CPRDV criticó al “uso de nuestras aguas, aire y tierra para atacar a Irak” y se declararon “contra la guerra y por la paz.” El CPRDV dijo que EEUU ha usado a Vieques para imponer la política agresiva de ese país a otras naciones tal como Guatemala, Chile, Nicaragua, El Salvador, Grenada y Panamá en las Américas igual que contra Irak, Yugoslavia, Afganistán y Palestina.

Prometiendo envolverse en los actos de desobediencia civil, el CPRDV dice que es su “deber luchar para detener el bombardeo en enero que pondrá en el aire y la mar más de los tóxicos militares que enferman y matan a nuestros hijos.”

Estudios han demostrado que Vieques sufre de una taza de cáncer que está a 27 por ciento más alto que en el resto de Puerto Rico. Los más de 60 años de prácticas militares en Vieques ha dejado a la municipio con químicas que producen cáncer.

Ambos la senadora Norma Burgos y Fernando Martín, presidente ejecutivo del PIP, dijeron que la Marina norteamericana ha enseñado que no se le puede tener confianza de cumplir su palabra y llamaron al pueblo se vigilente. Burgos, una líder del anexionista Partido Nuevo Progresista, encabezó una comisión de todos los partidos y organizaciones de la sociedad civil para investigar el caso de la Marina en Vieques. La comisión concluyó que los militares tienen que dejar a Vieques para que la Isla Nena prospere, cuando ella era secretaria de Estado para el gobierno de esta colonia estadounidense.

La comunidad religiosa de Puerto Rico ha expresado preocupación por el inicio de las maniobras militares, igual que por la política bélica de la administración Bush.

El reverendo Wilfredo Estrada de la Coalición Ecuménica criticó el anuncio hecho durante la época navideña diciendo, en un comunicado de prensa, que “los almirantes se adueñan de la paz de nuestro pueblo.” Él dijo que, “No tenemos otra alternativa; tendremos que salir nuevamente a la calle a enfrentar a la Marina.”

El arzobispo católico de San Juan, el monseñor Roberto González, expresó su preocupación con el bombardeo de Vieques igual que con la política de guerra de la administración Bush en contra de Irak y la República Democrática de Corea.

El padre Nelson López, párroco de la iglesia católica en Vieques, criticó al bombardeo y dijo que si la Marina no cumple con su promesa de salir para el mayo del 2003, el pueblo viequenses sabrá cumplir con la suya y se envolverá en actos masivos de desobediencia civil. Dámaso Serrano, el alcalde de Vieques, se había comprometido el año pasado de tumbar la verja y entrar al pueblo viequenses en la zona restringida si la Marina no sale para el próximo mayo.

Como para subrayar esto, unos desconocidos tumbaron 485 pies de la verja separando la zona militar de la zona civil.

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