Con gran desafío líderes de los movimientos amplios democráticos se comprometieron a luchar contra la política de extrema derecha de George W. Bush en su segundo término como presidente.
Aunque seriamente examinando las ganancias políticas de la derecha republicana en las elecciones del 2 de noviembre, estos rechazaron rendirse o transigir.
“Jamás nos rendiremos”, dijo Kim Gandy, presidente de la Organización Nacional para las Mujeres que cuenta con 250.000 miembros. “Tenemos que luchar contra la política regresiva de Bush sobre todos los temas. Ahora no es hora de ser tímidos. Tenemos que no rendirnos antes una agenda que pone en peligro a nuestros derechos, nuestras libertades y nuestras vidas”.
Gandy alabó al movimiento por la igualdad de la mujer y sus aliados por sus esfuerzos en movilizar a los 56 millones de votos contra Bush-Cheney . Ella animó que se haga un trabajo de base para bloquear cualquier nominación al Tribunal Supremo o al gabinete de “cualquiera que no niegue nuestros derechos y libertades” y hizo un llamado al Senado para que bloquee a las nominaciones de Bush que quiere volver atrás el reloj contra la igualdad de la mujer.
Recordando la marcha de un millón el pasado 25 de abril en Washington, ella agregó, “Tenemos que continuar la Marcha por las Vidas de las Mujeres a través del país – aumentando nuestro millón que marcharon con un millón de voces hablando por los derechos de las mujeres”.
George Kourpias, presidente de la Alianza para Americanos Retirados, alabó a los miles de sus miembros que salieron de puerta en puerta para movilizar a los votantes. Él advirtió que habrán “días difíciles para los norteamericanos ancianos”, citando la amenaza de Bush de privatizar el Seguro Social después de las elecciones. “La Alianza y sus aliados no permitirá que esto pase”, dijo Kourpias. “Vamos a continuar dirigir la lucha para proteger el sistema del Seguro Social que provee garantías de beneficios para servicios médicos comprensivos para los ancianos ...”
Tony Fransetta, presidente de la sección, con 118.000 miembros, de Florida de esta organización, le dijo a Nuestro Mundo que Bush ganó complaciendo a la derecha cristiana con temas divisivos como el matrimonio homosexual. “Ahora quiere gastar su capital político sobre asuntos que son completamente diferente como privatizar el Seguro Social”, él dijo en una entrevista telefónica desde su oficina. “Bajo esta política, los ricos serán aun más ricos y los pobres tendrán que luchar para quedarse con lo que tienen”.
Él apuntó que miles de los que votaron por Bush en Florida también votaron con la mayoría para aprobar un referendum que establece un sueldo mínimo estatal de $6,15, un dólar más del mínimo federal. “Los valores verdaderos religiosos buscan el bienestar de todos los hijos de Dios, los pobres y los incapacitados, no solo de los ricos y los poderosos”, él dijo.
Este sentimiento de lucha también resonó en el movimiento de paz.
Veteranos por la Paz (VP), Hablan Claro las Familias Militares, y otros grupos pacifistas tenían planeado manifestaciones de paz para el 11 de noviembre, Día del Veterano. A la hora de cierre VP estaba planeando una vigilia en el Centro Médico del Ejército Walter Reed en Washington, donde cientos de soldados heridos se encuentran para tratamiento. “Gente se sienten triste por las elecciones. Muchos tienen coraje. Están buscando que alguien salga y le dé algún liderazgo. ¿Quien mejor que los veteranos? Nosotros estamos construyendo un movimiento fuerte, muy positivo contra la guerra”.
Deb Callahan, presidente de la Liga de Votantes por la Conservación (LVC), dijo, “Aunque estamos triste por los resultados de la contienda presidencial ... estamos muy orgullosos que la LVC ganó siete de las ochos contiendas para el Congreso donde invertimos muchos recursos ... En total, casi 90 por ciento de los candidatos que apoyamos fueron victoriosos”. Ella citó la elección de Ken Salazar, que derrotó al republicano extremista Peter Coors, el multimillonario de la cerveza. LVC también ayudó que ganara John Salazar, hermano de Ken, a un escaño en la Cámara de Representantes. En Illinois, la LVC ayudó elegir a Melissa Bean a un escaño en la Cámara y jugó un papel principal en las elecciones primarista para Barak Obama, el senador electo. Callahan dijo que la LVC no descansará “hasta que todas las tres ramas de nuestro gobierno estén en manos de sirvientes públicos pro medio ambiente”.
Barry Lynn, director ejecutivo de Norteamericanos Unidos para la Separación de Iglesia y Estado advirtió que la derecha religiosa, jactándose por la victoria de Bush están exigiendo que se le recompense. Lynn dijo, “Millones de estadounidenses se oponen a la agenda teocrática de la derecha religiosa. La victoria de Bush en una contienda cerrada no le da un mandato para romper con la muralla de separación iglesia – estado”.
En una recién entrevista con Nuestro Mundo en las oficinas de la AFL-CIO, Rich Trumka, secretario tesorero de esta entidad laboral, dijo, “Esta fue la movilización electoral más grande que hemos visto”. Incluyó a 250.000 voluntarios de sindicatos a través del país y 5.000 personal de los sindicatos trabajando a tiempo completo en las elecciones. Hubieron 78 mil voluntarios en cuatro estados claves: Ohio, Pennsylvania, Wisconsin y Florida. “La gente trabajadora es la que hace que este país trabaje. El problema es que la nación no está trabajando para la gente trabajadora. Por eso fue tan fácil movilizar a miembros de sindicatos en estas elecciones. Ellos están buscando a alguien que los defiendan contra los intereses corporativos”.
Mensaje a Bush: ¡Jamás nos rendiremos!