Miles apoyan trabajadores Yale en huelga

NEW HAVEN, Connecticut – El centro de New Haven estaba paralizado el 13 de septiembre con los 10 mil sindicalistas del noreste del país que vinieron para apoyar a los trabajadores en huelga de la Universidad Yale y su hospital. Algunos vinieron de hasta como Nevada y Florida. Autobuses lleno de trabajadores de la aguja, carpinteros, obreros siderúrgicos, empleados de tránsito, trabajadores en la salud, hoteles y estudiantes llegaron para respaldar la causa por la igualdad y los derechos laborales.

John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, y cuatro presidentes de sindicatos internacionales dieron el ejemplo encabezando a más de 100 trabajadores en actos de desobediencia civil al fin de una marcha que llenó las calles por más de una milla. Los trabajadores se sentaron en un cruce principal, se tomaron las manos, mirando hacia la multitud. “No tenemos otra opción menos la de luchar”, dijo una trabajadora de que fue arrestada. Muchos de los trabajadores nunca habían tomado parte en una actividad tal como esta antes.

Los letreros hicieron resaltar el hecho de que Richard Levin, presidente de Yale, recibirá una pensión de $42 mil mensual, comparado con $621, el promedio que recibe un empleado como los que están en huelga. Se espera un una cuarta parte de los representados por el sindicato se jubile antes del fin del convenio que están negociando.

La manifestación laboral fue el empezar de una campaña nacional dirigida a los 16 miembros de la Junta de Directores de la Corporación Yale. Actividades están tomando parte este fin de semana en las ciudades estadounidense de Boston, San Francisco, Nueva York, Dallas, Atlanta, Chicago, Cincinnati y la ciudad de Edmonton en Canadá.

El 17 de septiembre, la AFL-CIO de Connecticut marchó desde su convención anual y se unió con los trabajadores en huelga y los jubilados en su vigilia de 24 horas en favor de una buena pensión afuera de las oficinas del presidente Levin.

También se le ha dado atención nacional a las prácticas discriminatorias que tiene Yale en contratar empleados. Solo tres por ciento de los trabajadores de Yale son latinos en una ciudad donde 20 por ciento son latinos. Contratar a gente de la comunidad y entrenarlos es una de las demandas de la unión laboral.

Líderes de la comunidad y oficiales electos reaccionaron con ira cuando la Universidad trajo un grupo de trabajadores latinos, empleado por un contratista de servicios de limpieza para reemplazar a los trabajadores en huelga, en su mayoría afronorteamericanos, y provocativamente cruzando una linea de piquete el 8 de septiembre.

Después de una rueda de prensa organizada por el Centro de Connecticut para una Nueva Economía, la congresista Rosa DeLauro y los miembros del Grupo Hispano del Congreso emitieron una carta donde “fuertemente condenamos al trato cínico y irrespetuoso de los trabajadores hispanos/latinos”.

Dentro de dos días, 13 trabajadores puertorriqueños, mejicanos y guatemaltecos dejaron el trabajo y se unieron al sindicato. Ellos reportaron que fueron tratados con discriminación y abusos de parte de los jefes en Yale. “De la misma manera que entramos por la puerta de atrás, queremos entrar por la puerta al frente”, dijo Angélica Aponte en una rueda de prensa muy emocionante. “Queremos trabajo como unión y no trabajo como esquiroles”. “Estos son nuestros nuevo compañeros y compañeras”, proclamó Bob Proto, presidente del Local 35 del Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes (HERE por sus siglas en inglés), dándole la bienvenida a los trabajadores como heroes.

“Para siempre estoy orgulloso del Local 35”, dijo John Wilhelm, presidente de la HERE nacional, en una vigilia y piquete especial el 11 de septiembre. “Ustedes no se rebajaron ante la táctica de dividir y conquistar”. Recordando a los 105 miembros de las dos uniones en huelga que murieron en esa tragedia, Wilhelm dijo, “Nos toca a nosotros brindarle honor asegurándonos que se haga justicia an Norteamérica, justicia en New Haven y justicia en este campus”.

Los huelguistas han tenido algún éxito en convencer los compañeros de trabajo que no salieron en huelga a hacer piquete. Grandes contribuciones nacionales al fondo de huelga lo ha hecho posible para que la unión pueda proveer “pago por piquete” substancial para evitar que echen a gente de sus apartamentos, le quiten sus casas o otra propiedad.

Los trabajadores en huelga han recibido el apoyo de más de 100 profesores que están exigiendo que la universidad negocie o se someta a un arbitrario obligatorio para resolver las diferencias. Ellos hacen sus 300 clases en lugares fuera del campus, incluyendo restaurantes, iglesias, centros comunitarios y el Ayuntamiento.

Estudiantes de 21 universidades y colegios organizados por los Estudiantes Unidos Contra Talleres Explotadores particiaron en la manifestación y marcha.

Entre los dirigentes nacionales de sindicatos arrestados estuvieron Wilhelm, Andrew Stern de empleados de servicios, Bruce Raynor de la industria de la aguja, y Douglas McCarron de los carpinteros.

Se puede comunicar con la escritora al joelle.fishman@pobox.com