CHICAGO — Miles de gente abogando por los derechos de los inmigrantes marcharon en ciudades a través de Estados Unidos el 1 de mayo. En las calles de Houston, Los Ángeles, Miami, Milwaukee, Denver, Chicago y Nueva York exigieron una reforma migratoria integral, fin a las redadas y deportaciones, y una vía hacia la legalización de los que se calculan son 12 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos.
Trabajadores con y sin documentos, sindicalistas, religiosos, estudiantes y organizaciones comunitarias movilizaron a favor de la reforma migratoria y para celebrar la unidad de clase trabajadora el Primero de Mayo — Día Internacional de los Trabajadores. Juntos conmemoraron el 1 de mayo 1886 cuando dirigentes sindicales en Chicago lucharon y murieron por la jornada de ocho horas y la solidaridad obrera. Como los activistas inmigrantes del Siglo XIX, las marchas de este año continúan el legado proclamando que EEUU fue construido por los trabajadores inmigrantes.
En las calles de Chicago casi 3.000 marcharon a pesar del temor por la gripe porcina. Aunque el número que marcha ha disminuido desde el 2006 cuando millones protestaron en todo el país, los organizadores de la marcha en Chicago dicen que nada ha cambiado y que la lucha por los derechos de los inmigrantes está viva todavía en el 2009.
“Este es el Día Internacional de los Trabajadores”, dijo Jorge Mújica a la multitud reunida en la Plaza Federal de Chicago. Mújica es uno de los organizadores principales de la manifestación y dijo que hay un mensaje importante que decir a pesar de que son menos los que asistieron a la marcha. “Somos trabajadores americanos, incorporado en la economía americana, trabajando en las compañías americanas, ganando dólares americanos y pagando contribuciones americanas”, dijo Mújica.
Héctor Gonzáles es organizador de jóvenes en Chicago y dijo que marchaba por su madre que fue deportada tres veces a México antes de él nacer.
“Nuestras voces hoy aquí tienen que oírse en Washington y estamos marchando por toda la gente que no están aquí, escondidas detrás de puertas cerradas”, dijo González. “La gente todavía están pendiente y no duermen especialmente con el presidente Barack Obama en poder”, dijo.
Hay muchas esperanzas de que se promulgue una reforma migratoria ahora que los demócratas controlan el Congreso y el presidente Obama está en la Casa Blanca. Más de 2.000 se manifestaron afuera de la Casa Blanca reclamando un cambio en las leyes de inmigración.
La semana pasada Obama dijo que quiere conformar un grupo de trabajo sobre inmigración que incluya al congresista de Chicago Luis Gutiérrez quien es un fuerte proponente de los derechos de los inmigrantes. El departamento de Seguridad Patria anunció recientemente que se van a enfocar en los patronos en vez de los trabajadores indocumentados. Esto es un cambio de cómo trabajaba el gobierno de Bush. Un subcomité de la Comisión Judicial del Senado está hablando de reforma migratoria por primera vez en este Congreso.
“Hoy no solo tiene que ver con la legalización de los inmigrantes”, dijo James Thindwa, dirigente de la coalición Trabajo con Justicia en Chicago. “También tiene que ver con promulgar la Ley de Libre Opción para Empleados para que sea más fácil organizar y afiliarse a los sindicatos”.
Jane Ramsey, directora ejecutiva del Concilio Judío sobre Asuntos Urbanos, dijo, “Estamos aquí en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas musulmanes, cristianos, católicos y todos los grupos basados en fe para apoyar a los derechos de los trabajadores indocumentados”. Ramsay agregó, “Nosotros como judíos entendemos que es parte de nuestras enseñanzas proféticas de buscar justicia para toda la gente”.
Cientos de estudiantes de Chicago y sus suburbios no asistieron a sus clases para tomar parte en la marcha, incluso Erika Núñez. Núñez nació en México pero vino a EEUU con sus padres cuando tenía apenas seis meses. Actualmente está esperando para conseguir la residencia.
“Se ha puesto difícil para yo asistir a la universidad porque no puedo conseguir ayuda federal”, dijo Núñez. Ella quiere especializarse en inglés en una universidad privada de letras pero no es asequible sin ayuda financiera.
“Yo he tomado cursos sobre gobierno de nivel avanzado y sé lo que significa ser ciudadana estadounidense”, dijo Núñez. “Estoy marchando hoy porque apoyo a una Ley DREAM que lo haría más fácil para estudiantes como yo solicitar ayuda federal”, dijo. “Yo no me vio a rendir porque somos parte de este país y ningún ser humano es ilegal”.
Jane Kim, de 27 años, marchó en un contingente del Centro de Recurso Culturales Coreano Americano y tiene la esperanza de que la reforma migratoria se haga ahora que Obama es presidente.
“Muchas familias coreanas tienen que tratar con el problema de familias separadas en las cuales las madres y los padres están alejados de sus niños”, dijo Kim. “Y es injusto para los niños que han vivida aquí toda sus vidas”.
Líderes por los derechos de los inmigrantes dicen que las redadas, no importa como sean implementadas, jamás arreglarían el sistema de inmigración roto. Las redadas en los sitios de trabajo, dicen, solo empeora la situación. Las redadas no defienden los derechos de los trabajadores que son desminuidos para los estadounidenses cuando los patronos contratan a trabajadores por mal pago y condiciones horribles de trabajo, señalan ellos.
Las malas leyes de inmigración no protegen a los trabajadores indocumentados del sistema de detenciones y deportaciones caprichosas en el cual los derechos de proceso debido son limitados y los detenidos tienen un alto riesgo de enfermarse, lesionarse y hasta morir en las cárceles.
Subir el salario mínimo, respaldar el derecho a organizar sindicatos, por mejor protección de salud y seguridad en el taller, y aumentar las norma de vida para todos los trabajadores son buenos pasos a tomar hacia la reforma migratoria que todo trabajador puede apoyar, señalaron los activistas pro inmigrantes.
plozano @pww.org
Miles luchan por reforma migratoria y derechos laborales