Miles de peruanos protestaron en contra de la política económica del presidente socialdemócrata Alan García y los altos precios especialmente de los alimentos y el combustible con una huelga general de 24 horas el 9 de julio.

Con un multitudinario mitin se realizó el momento central del paro nacional convocado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Central Unitaria de Trabajadores y la Coordinadora Política Social. Miles de manifestantes provenientes de los diversos rincones de la capital se concentraron desde las primeras horas en la histórica Plaza 2 de Mayo para demandar al gobierno, el cumplimiento de sus promesas electorales con la finalidad de atender las demandas insatisfechas de las grandes mayorías.

El principal orador, el secretario general de la CGTP, Mario Huamán, manifestó que después del 9 de julio seguirá el 4 de noviembre, donde se establecerá la Asamblea Nacional de los Pueblos para tener el doble de fortaleza y el doble de unidad para enfrentar las dificultades impuestas por el continuismo económico de los gobiernos de turno.

Invocó al gobierno para que escuche el clamor de los pueblos y de los trabajadores. Agregó que si el Ejecutivo persiste en desoír, vendrán nuevos paros hasta una huelga indefinida. Exhortó a los participantes en la concentración a detectar a los infiltrados que intentan generar caos para afectar la disciplinada y pacífica manifestación para que el gobierno tenga la justificación de catalogarla como violenta.

En otra parte de su alocución Huamán manifestó que el paro fue contundente, mencionando que en el interior del país, ciudades enteras habían paralizado sus labores.

El dirigente refirió que en Lima, el paro fue mayoritario. “Parece que fuera un día feriado”, manifestó. Agregó que en las próximas horas el gobierno saldrá a tratar de minimizar la medida, cuando sólo basta observar objetivamente las calles para darse cuenta que el paro ha sido acatado por una mayoría de la ciudadanía.

Al unísono, la concurrencia responsabilizó al presidente García por la precaria situación económica de los miles de gente, principalmente los más pobres.

Mostrando ollas vacías los manifestantes exigían la atención de sus demandas. Huamán demandó al gobierno atender la plataforma de lucha de la Coordinadora Política Social, resumida en cinco puntos, aumento general de sueldos salarios y pensiones para compensar el alza del costo de vida y la inflación, revocar las leyes de privatización de las tierras comunales, revocar los decretos legislativos de los puertos, de las empresas eléctricas, del agua; revocar las leyes de criminalización de la protesta que se garanticen las libertades ciudadanas; que se atienda la agenda laboral; y lucha frontal contra la corrupción.