Millones de dueños de casas arriesgan perderlas

Inquilinos todavía buscan quien le ayuden

Visto que un estimado 8 mil dueños de casas tienen sus hipotecas ejecutadas cada día, legislación para bregar con la crisis debe de ser una prioridad alta en el Congreso. Pero luchadores por viviendas asequibles dicen que el Congreso y el gobierno Bush han fracasado miserablemente en como tratan con una crisis que está dejando a millones sin su hogar y empujando a la economía a una recesión.

“En todo los aspectos, la respuesta federal a la crisis de los embargos ha sido muy tibia”, dijo Sheila Crowley, presidenta de la Coalición Nacional para Viviendas de Bajo Ingreso. “El Senado trabaja a un paso muy, muy despacio. Algunos republicanos no quieren que los demócratas tengan ninguna victorias legislativas. Usted no puede subestimar que partidario es el Senado como difícil es para que el Senado haga algo”.

Los demócratas, luchando para promulgar algo en medio de la obstrucción republicana, muchas veces “aguan” los programas que ayudarían hasta los arrendatarios y dueños de casas más necesitados, ella le dijo a Nuestro Mundo en una entrevista telefónica. Crowley advirtió que habrá un gran aumentó en gente desamparadas, especialmente los que rentan, por los embargos. Muchas de estas casas fueron construidas por especuladores de bienes raíces que las alquilaron en vez de venderlas, ella dijo. Hasta el momento, el Congreso no le está ofreciendo nada para los inquilinos desalojados.

Esta crítica también se aplica al muy alabado proyecto de ley de prevención de embargos introducido por el senador Christopher Dodd, demócrata por Connecticut. El proyecto está pendiente en el Senado y se espera un voto poco después de que el Congreso regrese de su receso del 4 de julio.

Al entrar en vigencia la ley provee $300 mil millones a las agencias Fannie Mae y Freddie Mac para que puedan comprar las hipotecas de alto riesgo de 400.000 acreedores, convertirlas en préstamos a una tasa de interés fija y más baja. Estas hipotecas serían garantizadas por el gobierno federal.

Crowley dijo que esto es “un paso para bregar con la crisis. Hipócritamente, los republicanos están criticando el programa diciendo que lo que hacen es ayudar a los bancos que hacen préstamos de alto riesgo.

Pero el blanco principal de los republicanos es los pocos programas, modestamente financiados, que ayudaría a los dueños de casas e inquilinos de ingreso bajo o mediano. Esto incluye el Fideicomiso Nacional para Viviendas que ayudaría a ambos inquilinos y dueños de bajo ingreso. El senador Richard Shelby de Alabama, republicano de más antigüedad en la Comisión de Banca del Senado, dijo que lo bloquearía si no se hacen recortes en otros programas de asistencia para los pobres tener donde vivir.

En una carta que escribió Crowley al liderazgo demócrata en el Congreso, ella tildó el plan de Shelby como un diseñado para “robarle a los pobres”. Agregó Crowley, “Después de la garantía de $30 mil millones para ‘salvar’ a Bear Stearns [compañía financiera] con fondos de los contribuyentes y los $25 mil millones del Senado para las compañías que construyen casas, que los republicanos de esa comisión del Senado insistan que los contribuyentes no deben pagar $1,7 mil millones para prevenir que los dueños de casas no pierdan sus hogares tiene que ser llamado por lo qué es: hipocresía”.

Crowley le dijo a este reportero que su coalición ha generado miles de llamadas telefónicas y correos electrónicos al Congreso reclamando que promulguen el programa de asistencia en oposición al plan de Shelby de destruirlo. Hasta la fecha, el senador demócrata Jack Reed, de Rhode Island, pudo mantener el proyecto vigente tras unas enmiendas.

Un segundo programa en el proyecto que los republicanos quieren destruir proveería miles de millones de dólares en becas y préstamos a estados, municipios y condados para comprar y renovar casas abandonadas y arreglarlas para venderlas.

El gobierno Bush subrayó que iban a vetar el proyecto debido a este programa. El representante Barney Frank (demócrata por Massachusetts), autor de esa parte del proyecto de ley, dijo que mejor lo saca y lo ofrece después como un proyecto separado en vez de arriesgar que el presidente Bush vete el proyecto entero.

Todos los 42 legisladores del Grupo Negros del Congreso firmaron una carta tildando al proyecto como “inaceptable” porque no hace nada para ayudar a los que más han sufrido por la crisis – los inquilinos y dueños afronorteamericanos. La carta cita “grandes faltas”, tal como no proveer asistencia a las víctimas del huracán Katrina y otros desastres naturales.

Jeff Crosby, presidente del Local 201 del Sindicato Internacional de Electricistas, que representa a miles de trabajadores de la General Electric en Lynn, Massachusetts, se dirigió a la crisis hipotecaria en la página cibernética de la AFL-CIO.

Crosby escribió “¿Porqué hubieron 102 casas en Lynn enfrentándose a las ejecuciones hipotecarias en febrero? más del doble de las 44 casas un año anterior. ¿Porqué los obreros y jubilados de General Electric sufrieron rebajas en su [plan de retiro] 401(k)cuando las acciones de General Electric cayeron por $4 la acción? Porqué hubieron más de cien personas que pasaron por mi oficina buscando ayuda para conseguir empleo? Empleos que yo no tengo para ofrecerles”.

En la página web del Local 201, Crosby contesta. “Los jefes de corporaciones responsable por el colapso financiero de Bear Stearns consiguen muchos miles de millones garantizados por tus dólares como contribuyente cuando hay quiebra de la compañía mientras que los embargos destruyen nuestros vecindarios. La AFL-CIO, que incluye a nuestro sindicato, se está preparando para un esfuerzo total para elegir a un presidente y un Congreso que cambie el curso – y para asegurarse que sí cambien el curso del país en el 2009”.